Uribe propone más salario mínimo, lo que nunca hizo como presidente

Una sola vez, son 365 días en los que ingresará al mercado circulante este 10% que no tiene respaldo en la producción. Es decir, jodemos el país 365 días, detenemos su crecimiento, aceleramos el costo de vida, propiciamos el desempleo y luego, de pasados estos 365 días, como sucede con el guayabo después de la rumba, a apretarse el cinturón durante varios años para recuperarse de la feriecita. Eso lo está haciendo Maduro en Venezuela y ahí está el resultado de una inflación desbordada.

Pero ilustremos el caso con un sencillo ejemplo:

Los ingresos del país son un millón de pesos y la producción son 100 neveras. Esto quiere decir que cada nevera cuesta $10.000. Si no aumentamos la producción de neveras, pero si abruptamente los ingresos como lo dice el sabio de Salgar, los ingresos serían de un millón cien mil pesos para comprar las mismas 100 neveras. Una simple suma aritmética nos indica que, como la oferta no subió cada nevera cuesta $110.000. Es decir, una inflación que este año fue de 1.94% en esos 365 días se dispararía a más del 12%, y comenzaría la espiral inflacionaria en bienes y servicios, para no hablar de la quiebra de empresas pequeñas, desempleo, aumento de la informalidad, en sólo un añito.

Y esto para no hablar de la carga laboral que implicaría para las empresas lo que obligaría a recortar empleos o subir los precios para poder responder al reajuste y el sector público junto con los pensionados, cuyos salarios están amarrados al salario mínimo, lo que, en un añito, supondría desembolsar no se sabe de dónde, varios billones de pesos, obligando a contratar empréstitos o emitir moneda sin respaldo, como hace el vecino. Y todo en un añito.

¿Nos merecemos otro Maduro?

Se le olvidan dos variables. Una que la inflación fue de 1.94% y que el PIB de 2013 se estima en 4.5%, por eso el salario se subió en esa medida y podemos estar tranquilos que en 2014, la inflación seguirá controlada. Si el salario se hubiera subido en 14% el resultado sería un desastre.

Y claro que estamos en una economía dinámica, pero imagínese que usted es dueño de una empresa con una producción determinada que le permite pagar la nómina, comprar insumos y bienes de producción y de repente le suben el salario mínimo en forma astronómica. ¿Usted qué hace? Primero hace cuentas y ve que las prestaciones de sus empleados se suben. ¿De dónde saca dinero para pagar ese 10% con el que nadie contaba? Puede acudir a sus ahorros o a un préstamo. O aumentar la producción, pero para eso tiene que adquirir bienes de capital y contratar más empleados. Pero resulta muy oneroso. Entonces hace lo que hacen todos, reduce nómina y obvio, la producción. Si esto lo multiplica a nivel país, se explica por qué los bienes comienzan a escasear, florece el contrabando, suben los precios... en solo un añito.

Menos mal que son promesas de campaña que como las de las cumbiamberas, pasada la recocha electoral nadie las cumple. Pero a los culebreros les creen los ingenuos y los fanáticos al estilo MIRA, ese es el problema, jugar con la necesidad ajena.