Narco colombiano "Don Diego" se declara inocente en Miami
 

El narcotraficante colombiano Diego Montoya, extraditado en 2008 a Estados Unidos, se declaró inocente este jueves de una lista de 12 cargos de los que lo acusa la justicia estadounidense, que incluyen tráfico de drogas, lavado de dinero y homicidios, informó la fiscalía local a la AFP.
El jefe narco, más conocido como "Don Diego", comenzó a ser procesado en un tribunal federal de Miami y su defensa presentó una declaración de "no culpabilidad", lo que implica que hará frente a un juicio con jurado.
El tribunal fijó para el 20 de abril la audiencia para anunciar el calendario del juicio, que aún no tiene fecha de inicio, indicó la fiscalía federal.
La defensa de Montoya había pedido en enero a la jueza Cecilia Altonaga un prórroga de un mes mientras intentaba definir si su cliente iría a juicio, u optaría por declararse culpable y colaborar con las autoridades en busca de una reducción de su pena.
Según la Justicia, "Don Diego", de 50 años, era el líder del cártel del Norte del Valle, que exportaba 70% de la cocaína vendida en Estados Unidos y Europa y al momento de su detención figuraba en la lista de los 10 fugitivos más buscados por el FBI.
Montoya fue capturado por las fuerzas colombianas el 10 de septiembre de 2007, en un área rural de Valle del Cauca, después de años de búsqueda. Se lo consideraba el narcotraficante más poderoso del país y las autoridades le atribuyen más de 1.500 asesinatos.
Su extradición y juzgamiento en Estados Unidos se suma a los de otros jefes del narcotráfico colombiano: Juan Carlos y Eugenio Montoya Sánchez, ambos hermanos de "Don Diego", quienes fueron extraditados en 2005 y 2008, respectivamente.
El primero ya fue condenado por la justicia estadounidense a 21 años de cárcel mientras Eugenio se declaró culpable, en un juicio que está en curso, y enfrenta una pena máxima de 30 años de cárcel.
Otro capo narco, Carlos Felipe Toro Sánchez, primo de "Don Diego", fue extraditado también en 2005 y cumple una condena de 19 años en una cárcel norteamericana