Suiza niega visa a clérigo árabe que enseña pegar a las mujeres sin dejarles marca

Las jerarquías islámicas de varias naciones árabes protestaron ante el gobierno de Suiza, que negó el visado de entrada al país, a un clérigo musulmán que difunde sus experiencias y enseñanzas para pegar a las mujeres, pero sin dejarles marcas.

El clérigo Mohammed Al-Arifi, estaba invitado a disertar en una conferencia organizada por el Consejo Central Islámico de Suiza, a la que concurren centenares de participantes de distintas partes del mundo.

La Oficina Federal de las Migraciones, publicó un comunicado en el que prohíbe la entrada de Al-Arifi a Suiza, e incluso a cualquier otro país del “espacio Schengen”, las naciones europeas que han suprimido barreras de todo tipo entre ellas. En Berna y algunas ciudades importantes de los cantones, tras difundirse el video en el que el clérigo instruye a tres jóvenes sobre como y cuando deben pegar a sus esposas, se alzó una corriente de oposición tan fuerte que las autoridades debieron intervenir.

La educación a través de la televisión, versión islámica
Al-Arifi fue denunciado en primer término por comparar a las mujeres con animales, y defendió la utilización de la violencia tanto en un caso como en otro, aunque bajo determinadas estipulaciones.

Durante un video que formaba parte de un programa de televisión, Al-Arifi asegura que “el hombre puede golpear a su mujer para impartir disciplina, al igual que ella lo hace a veces con sus lágrimas”, tras lo que explica el método a aplicar.

“Primero hay que advertirlas: una, dos, diez veces. Si esto no ayuda hay que rechazar compartir la cama con ella y no hablarle para que sepa lo enojado que uno está”, en caso que ni así la mujer entienda, es aceptable pegarles, aunque jamás en la cara “Cuando una persona pega a un animal, cuando quieres que tu camello o tu burro echen a andar no puedes pegarle en la cara. Así, los golpes a la mujer deben ser livianos y nunca en la cara”, explica. Además el religioso niega en el mismo video que sea posible “pegar con una botella, un plato, o un cuchillo: eso está prohibido”, pontificó. “Le debe pegar donde no vaya a dejarle ninguna marca: no debe pegarle en los brazos, ni en las manos, debe pegarle donde no vaya a causarle daño y tampoco como a un niño abofeteándola en las dos mejillas”.