DeNunCianDo - ‘Los indignados’ del caso Colmenares

‘Los indignados’ del caso Colmenares

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Miembros del grupo Justicia Lace manifestándose en Nueva York, Estados Unidos.

Son cuarenta y cuatro mil jóvenes, viejos y niños, mujeres y hombres. La mayoría no conoció a Luis Andrés ni conoce a la familia Colmenares Escobar. Están por todo el mundo, desde Villanueva, La Guajira, hasta la capital; desde Dinamarca hasta Australia; desde España hasta Estados Unidos.

Son el grupo de Justicia Lace –por las iniciales del joven guajiro fallecido- y, básicamente, por indignación o solidaridad, o a lo mejor ambas, piden justicia en el proceso por homicidio más sonado de los últimos dos años en el país: el caso Colmenares.

El grupo nació cuando los primos Colmenares Escobar, tras la fatídica madrugada del 31 de octubre de 2010, al ser hallado el cadáver en el parque El Virrey, al norte de Bogotá, se propusieron reunir 1001 personas para que el caso no quedara en el olvido, como tantos otros en este país.

Para la mayoría de los Justicia Lace, el universitario villanuevero fue víctima de una golpiza -que terminó siendo mortal- a manos de los que se decían sus ‘amigos’ de la prestigiosa Universidad de Los Andes, por móviles que van desde lo pasional, lo racial, la xenofobia e incluso la envidia, aunados a la falta de humanidad y la indolencia de la sociedad actual, y todo esto bajo un manto de dudas que han tejido acaudaladas familias que saben que cuando el victimario es el poder, la historia de la justicia en Colombia, paradójicamente, es la de la impunidad.

Los Justicia Lace en Bogotá

Una integrante del grupo de activistas en la capital, que prefirió mantener su identidad en privado “porque hay miembros que han sido amenazados en Facebook y Twitter, y otros espacios”, entró a hacer parte de la comunidad a finales del año pasado, “cuando me di cuenta que no fue un suicidio y, además, porque para quienes somos madres, el simple hecho de pensar en que eso le pueda pasar a nuestros hijos, nos mueve”.

Ella, que es de los miembros que han organizado la marcha, los dos plantones y las tres misas que hasta ahora ha hecho el grupo en la ciudad de Bogotá, afirmó que “en las redes sociales, los miembros de Justicia Lace sumamos más de 44 mil y lo más curioso es que la mayoría ni siquiera conoció a Luis Andrés, pero ahí están”.

Contó, además, que “con las manifestaciones he tenido la oportunidad de conocer a la familia Colmenares, a Luis Alfonso (padre), Oneida (madre) y Jorge (hermano), y me he dado cuenta de la calidad humana que tienen y ahora la solidaridad es más fuerte”.

Aseguró que “en el grupo no hay nadie de Los Andes, solo amigos de Luis Andrés del colegio”, se dolió de que vayan “dos años en el proceso y aún no haya un fallo” y anunció que “en diciembre planeamos otra actividad con el grupo, ojalá viniera más gente de La Guajira y de la Costa y ojalá se pudiera unir Peter Manjarrés, quien fue gran amigo de Luis Andrés”.

Los Justicia Lace en el mundo

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Los activistas Lace en Madrid, España.

Sofía Riaño, bogotana, graduada de la Universidad Nacional y quien actualmente estudia francés en Suiza, hace un año vio en internet, desde el exterior, a Oneida, madre de Luis Andrés, “y sencillamente me partió el alma verla sufrir de esa manera y, sobre todo, al ver que había tantas inconsistencias en el caso”.

Enseguida entró a Facebook, encontró el grupo de Justicia Lace, y se hizo parte de la causa. Su “granito de arena”, dice, desde tierras tan lejanas, es actualizar diariamente el blog con fotos, videos, noticias y audiencias del caso.

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Los Justicia Lace desde Berlín, Alemania.

En diálogo epistolar con EL HERALDO, Riaño contó que “hay gente del grupo prácticamente en cada continente, es asombroso. He recibido unas 200 fotos de manifestaciones en todo el mundo: Dinamarca, Suecia, Inglaterra, Francia, EU, Australia”.

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Sofía Riaño, integrante del grupo, desde Lausanne, Suiza.

Considera que “el caso ha generado tanta sensibilidad porque nos tocó el corazón, porque hay muchos interrogantes, no creemos en las versiones de suicidio ni de accidente y, por supuesto, por solidaridad con la familia Colmenares, porque entendemos que debe ser muy duro soportar la pérdida de un hijo y aparte tener que enfrentarse a todo este proceso judicial”.

Para los amigos suizos de la colombiana, el caso “es terrible, porque digamos que en cierta forma ellos no están acostumbrados a ver tanta corrupción o tantas maniobras para cerrar un proceso judicial, y no pueden creer que hayan pasado dos años y en el proceso ni siquiera se haya comenzado un juicio”.

La historia en un libro

La periodista Maureén Maya, autora de los libros ‘Prohibido olvidar: dos miradas sobre la Toma del Palacio de Justicia’ (escrito con Gustavo Petro en 2006) y ‘Camino Minado. Crimen de Estado, caso Manuel Cepeda Vargas’ (Ediciones B, 2011), prepara otro sobre el caso Colmenares.

“Más allá de los hechos, lo que debe estimular la investigación es el malestar de nuestra cultura, la precariedad moral en este proceso. Hay que tratar de entender por qué se producen estos casos y qué tipo de sociedad los produce, por qué en Colombia nos hemos familiarizado tanto con la muerte, con la violencia, con la impunidad y hemos asumido una posición de desacato a la justicia, de indolencia y de desprecio por la vida”, dijo Maya.

Añadió que “en este caso se revela nuestra historia: unas víctimas que enfrentan toda suerte de obstáculos para conocer la verdad; y, de otra parte, maniobras encubiertas para obstruir la justicia e imponer un sistema de valores basado en el parecer ante los demás. Pero, al mismo tiempo, en el fondo del caso lo que se revela es un viejo conflicto de clase, un racismo manifiesto y una incapacidad, a nivel de familia, de formar seres responsables que asuman el costo de sus acciones”.

Maya cree que el libro se estaría publicando en 2013, considera que “este proceso va a dictar directrices en jurisprudencia” y deja una reflexión: “un país sin justicia no es un país”.

FUENTE: elheraldo.co