Mi compatriota la guerrillera

Mi compatriota la guerrillera


Por Nico Verbeek*


OPINIÓN Algunas precisiones sobre la historia de Tanja Nijmeijer, la guerrillera holandesa que milita en las Farc y que va a representar a esa organización en las negociaciones con el gobierno.
Martes 30 Octubre 2012



Ahora que el gobierno Santos está a punto de arrancar un nuevo proceso de paz con la guerrilla de las FARC, me surgen dos acotaciones con respeto a este tema: una es estructural y de fondo y otra es más de índole frívola.

En cuanto a la primera, me pregunto sinceramente si la guerrilla de hoy, narcotraficantes y secuestradores como son, merece que le abran un espacio para ‘negociar’ sobre el futuro de la sociedad colombiana. ¿Acaso por el solo hecho de haber sido un generador de violencia por cincuenta largos años, han ganado el derecho de ser tenidos en cuenta para tomar las grandes decisiones de la democracia colombiana? Honestamente creo que con las FARC de hoy solo se debería negociar una especie de entrega y sometimiento a la justicia, algo parecido a lo que hizo el gobierno Gaviria a principios de los años noventa con el Cartel de Medellín.



En cuanto a la segundo acotación, en algún momento me pasó por la mente imaginarme la vida colombiana con la presencia de algunos de los guerrilleros de las FARC como nuevos ciudadanos de “bien”. Por ejemplo, cómo sería encontrarse algún día (o noche) en una oscura calle con un tal Romaña o un tal Grannobles o un tal ‘El Paisa’…

Tengo otra pesadilla, pero es más personal y me atrevo a expresarla aquí, ahora que todavía no hay una tregua definitiva y los militantes de las FARC aún no han bajado del monte. Lo digo con toda sinceridad: me temo encontrarme algún día con Tanja Nijmeijer, la guerrillera holandesa que milita ya desde más de diez años en las FARC, toda una veterana de guerra. Trataré de explicar por qué.

Todavía más, ahora que según los rumores la misma Tanja va estar presente durante los diálogos de paz, como miembro del ‘equipo negociador’, o simplemente como traductora. Una clara indicación que las Farc, más que en una exitosa negociación de paz, parecen estar preocupadas por hacer propaganda en el exterior y cuidando su ‘imagen’ (o lo que quedó de eso) en países europeos. Es hora de refrescar un poco la memoria sobre esa “señora de la guerra”.

Cuando Tanja tenía unos 21 años decidió ingresar en las filas de las FARC y hace unos cinco años, en 2007, logró su “cuarta hora de fama”, cuando el ejército colombiano descubrió unos diarios que había escrito durante las largas noches en los campamentos en la selva colombiana.

Fue una tarde del 18 de junio, en límites de los municipios de La Macarena y La Uribe, cuando un comando de la Fuerza de Despliegue Rápido del ejército llegó hasta el campamento de Carlos Antonio Lozada, entonces miembro del Secretariado de las FARC. También era comandante del temido Frente Antonio Nariño, o sea el jefe de los milicianos farianos que ponían bombas en Transmilienio y que atentaron contra comerciantes que se negaban a pagar extorsiones. La guerrillera holandesa estaba presente en esos años en la capital como profesora de inglés en el Wall Street Institute, su fachada oficial, mientras en las noches aprendía el oficio de la guerra urbana, armando bombas y preparando atentados. Y según sus compañeros, ella resultó ser una alumna aplicada. Tanto que no se demoró en recibir la llamada de los duros de las FARC para que se trasladara a las selvas del país para desempañarse como guerrillera con todas las de la ley…del monte.

Por cierto, era una historia difícil de creer. Una historia que casi nadie conocía y que podía haber pasado desapercibida, si no fuera por una pequeña casualidad, un hecho fortuito que cambió la vida de Tanja Nijmeijer, de su familia, de todos que tenían que ver con ella. También logró que un país entero, como Holanda, supiera de una guerra ajena, desconocida para la mayoría de sus habitantes.

En el campamento encontraron el portátil de Carlos Lozada que contenía información ‘importante’ sobre las FARC. Pero la mayor sorpresa era de encontrar, en medio de las pertenencias que dejaron los guerrilleros en su fuga, los cuadernos escritos en una lengua que los soldados no sabían descifrar. El hallazgo parecía confirmar la sospecha de la inteligencia militar de que había jóvenes europeos en las filas de la guerrilla. Intrigados por el hecho, los militares no se demoraron en enviar los diarios a Bogotá, donde establecieron que los textos fueron escritos en holandés.

Los cuadernos contenían el diario de una joven holandesa que aparentemente había pasado de una simpatía distante, más o menos entendible, por la lucha revolucionara en lejanos países -común en algunos jóvenes europeos sensibles y a veces ingenuos- a la militancia armada en el grupo guerrillero más antiguo del continente americano.

La noticia no pasó desapercibida en Colombia, donde los noticieros abrían con la noticia sobre esa chica holandesa que venía acá para ayudar a derramar más sangre en el campo colombiano – como si para esto se necesitara ayuda foránea. Y por supuesto, la noticia conmocionó en grado todavía mayor a la apacible Holanda, donde una riña callejera en la zona rosa de Ámsterdam bien podría ser el titular mayor en un periódico nacional.

Los medios de comunicación comenzaron a buscar a la familia de esa muchacha que había decidido cambiar un pueblito tranquilo perdido en el campo holandés, por las selvas inhóspitas en la lejana Colombia. Todos se preguntaron en coro: ¿por qué y para qué? ¿Para perseguir un sueño revolucionario? ¿Para ayudar a los pobres indígenas en el campo colombiano, como les había asegurado Tanja en su último mensaje a sus padres que aún no tenían idea? ¿O a buscar algo de aventura en un país donde abunda aventura y dejar atrás su vida previsible, sosegada y de pronto, a sus ojos, demasiado aburrida? Aún no se había inventado el famoso eslogan para promocionar Colombia en el exterior, pero parece que Tanja tenía ya bien claro que de verdad “Colombia es pasión”.

Pues los textos del diario que se encontraron en la selva sí podían dar algunas luces sobre las motivaciones verdaderas de esa chica, que quiso seguir en los pasos del Che Guevara, pero se comportó más bien como una Mata Hari moderna. Unas citas de su diario son dicientes:

11 junio, 2007 Mi amor de una noche resulta ser no solamente torpe y estúpido, sino también deshonesto. Malas pero confiables lenguas dicen que él compró perfume y shampoo para su – aaaah!! – novia. Por qué yo? Por qué siempro escojo los malos? Pero bueno, todavía hay oportunidad de tomar una decisión y creo que no es tarde para poner las cosas en su sitio.

14 junio 2007 Parece que conseguí un novio. Hemos negociado y él va hablar con su comandante para ver si podemos estar juntos. Sin beso, nada. Puras negociaciones. Gracioso no? Tiene buen cuerpo y bonita sonrisa. Vamos a ver. Por lo demás, no más noticias. Estamos todavía en entrenamiento, bastante duro y yo estoy echando demasiados músculos. El camarada está a dos días de camino y a veces lo extraño. El novio que tengo – un negro muy bonito que parece una estrella de cine de una película americana – me manda saludos y cigarrillos. Tengo ganas de sexo, y qué? Las últimas dos veces no eran muy bueno, yo tengo el derecho a algo que vale la pena, o no? Hoy no lo he visto.

Sin embargo, había otras partes de su diario donde critica abiertamente a las FARC, “su nueva familia”, como llamaba la guerrilla en otras páginas, y cuestiona la forma como los comandantes organizan la vida de los guerrilleros rasos, y también cuestiona lo que queda del fuego revolucionario de este grupo guerrillero.

Realmente no sé a dónde va parar este proyecto. Cómo será cuando estamos en el poder? Las mujeres de los comandantes en sus Ferrari Testa Rossa, con tetas de silicona, comiendo caviar? Parece que así va ser. La mujer del comandante... Si tienes suerte, le sobre una ropa interior bonita. Si ella no la bota, de pronto la da a uno. Ellas tienen ropa bonita, shampoo, realmente me da ganas de vomitar. Ayer vinieron unos civiles al campamento y alcancé a escuchar que la mujer del segundo comandante preguntó si las cosas que ella había pedido ya habían llegado. El civil contestó que solamente no había podido conseguir la crema, del resto todo. MIERDA! Tu quisieras ser así? Ellas no tienen verguenza?

Es entendible que los textos de la camarada holandesa, por múltiples razones, no fueron de mucho agrado de los comandantes de las FARC y cuando se hizo público el contenido. Entretanto, su historia continuó dando de qué hablar en Holanda, aunque por la ausencia de información sobre lo que había pasado con ella después de la fuga selva adentro, las noticias en los medios holandeses eran repetitivas y explicaban poco.

Por esta razón, siempre existía el riesgo de que la historia de Tanja resultara bastante atractiva para miles de jóvenes europeos, estando en una edad “impresionable” y que, aburridos con la vida que tenían, quisieran imitarla. Entonces, dos personas que conocen muy bien los horrores de la violencia en Colombia y la entrañas de las FARC, decidieron escribir una biografía sobre Tanja: para advertirles a estos ingenuos sobre los peligros de la vida guerrillera. Eran León Valencia, desmovilizado de la guerrilla en los noventa y actualmente analista político, y Liduine Zumpolle, luchadora de los derechos humanos en Colombia, primero como miembro de Paz Cristo y ahora con la ONG Manos por la Paz Internacional. Mi papel en este proyecto era de coeditor y traductor.

Después de la publicación de partes del diario, poca gente daba un centavo por la vida de Tanja. Los cuadros de las FARC, conocidos por su jerarquía de hierro y su estricta disciplina, no parecían dados a perdonar este tipo de “deslices” de uno de sus compañeros. Efectivamente supimos por fuentes dentro de la guerrilla que Tanja iba a ser sometida a un ‘juicio revolucionario’ y que incluso los guerrilleros rasos estaban furiosos con ella. Todo el mundo sabe que hay muy pocas posibilidades de salir vivo de estos tribunales farianos y que iban a condenarla a muerte.

Sin embargo, como en una novela de suspenso, Tanja se salvó de la ejecución en el último minuto, mientras esperaba el veredicto en una choza del campamento. Su salvador fue alias Raúl Reyes.

Sigue...