DeNunCianDo - 'Marco para la paz es un despeje legal'

'Marco para la paz es un despeje legal': congresista Miguel Gómez

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Para el congresista , 'la guerra se puede ganar'. Se declara 'pesimista'.

El representante a la Cámara de 'la U' Miguel Gómez se declaró "pesimista" sobre el proceso de paz que se comenzará a negociar con las Farc. (Siga este enlace para leer: los porqués de la negociación en medio de la guerra).
Entre las críticas de Gómez, nieto del expresidente Laureano Gómez e hijo del exsenador Enrique Gómez, y cuya candidatura a la Cámara fue presentada personalmente por el entonces candidato Juan Manuel Santos, están la impunidad que puede generarse y que las condiciones en las cuales se está sentando a negociar el Gobierno "no son las óptimas". (Siga este enlace para leer: 'la justicia no será obstáculo para la paz': Corte Suprema).
¿Hacia dónde cree que vaya este proceso de paz?
A las Farc no les gusta la paz, les gustan los procesos de paz. Mientras más dure el proceso, más van a ganar. Si el Gobierno se presta para ese juego dilatorio, va a ser un fracaso. Tiene que tener el coraje y la firmeza de saber cuándo se tiene que parar de la mesa.
Pero el Gobierno ha dicho que si no hay avances, se para de la mesa...
Eso espero, quiero creerle y espero que el síndrome de la reelección no afecte la negociación.
¿Usted le ve un ánimo reeleccionista a Santos con esta apuesta por la paz?
Creo que Juan Manuel Santos no quiere la reelección porque las experiencias, en general, han sido negativas; fue mala con Alfonso López Pumarejo y el segundo periodo de Uribe fue de mucho desgaste político. No somos un país reeleccionista, y creo que si él pudiera, no iría a la reelección.
¿No cree que sectores con una visión conservadora y que se oponen a este proceso quedarán como los enemigos de la paz?
Eso es lo que quiere el Gobierno. La idea de que esto está dividido entre guerreristas y pacifistas es un falso dilema. Todos queremos la paz; las preguntas son cómo y a qué precio.
¿Y cómo la quiere usted?
Yo sí le digo cómo. Creo que no hay paz sin justicia. Lo que no me gusta del proceso es que el marco para la paz es un despeje legal, con esa norma se puede hacer todo: suspender la acción penal, seleccionar a quiénes vamos a investigar y a quiénes no, en fin, hay mil posibilidades jurídicas. No creo que haya paz sin que ellos reconozcan la legalidad del Estado colombiano, y eso no fue lo que pasó en el discurso de 'Timochenko'. Nos estamos sentando a negociar en unas condiciones que no son las óptimas.
¿El fin del conflicto debe llegar solo por la vía militar?
El mayor triunfo de la guerrilla es habernos convencido de que la guerra no se puede ganar. Ese es un triunfo mental gigantesco. Usted les pregunta a los colombianos si creen posible ganar la guerra y le dicen que no, y la guerra se puede ganar.
¿Usted cree que las Farc impusieron la agenda?
No creo que temas como la reforma agraria los hayamos llevado nosotros. Pienso que en la negociación de paz el problema es que nosotros, la sociedad colombiana, queremos la paz y ellos, del otro lado, quieren el poder; la negociación no se haría sobre puntos comunes, sino sobre visiones completamente distintas de para qué estamos negociando. Ellos negocian para quedarse con un pedazo del poder político.
¿Y eso no es legítimo?
Que 10.000 personas le impongan la voluntad a 45 millones, creo que no es legítimo. Que hagan política me parece magnífico, pero que le impongan la agenda al país es lo que me parece que está mal.
¿Qué opina de que esta vez se vaya a negociar de manera reservada?
Tengo mis dudas sobre si esto se puede, porque lo que se va a negociar son nuestros derechos y libertades. Los colombianos tenemos derecho a saber qué se está entregando, nos tienen que dar una información que sea absolutamente transparente. No puede haber más agendas secretas ni discusiones por debajo de la mesa ni acuerdos que no estén claramente comunicados.
Si este proceso fracasa, ¿políticamente quién va a pagar las consecuencias?
Eso sería malo para Colombia, y creo que la principal víctima política sería Juan Manuel Santos, y la Unidad Nacional volaría en pedazos.

Fuente: eltiempo.com