El proceso que se adelanta por el atentado contra Fernando Londoño es un ejemplo de eficiencia en la investigación. Poco a poco se va desenhebrando la madeja del oscuro complor para asesinar al exministro.

Aunque aún resta por confirmarse si se trató de un atentado de las Farc, las pruebas recaudadas señalan a los subversivos como los más probables autores intelectuales. Con la captura de quienes ejecutaron el hecho criminal, se abren las posibilidades de llegar al fondo del asunto.

Un aplauso para la Fiscalía.

Política |28 Ago 2012 - 11:30 pm

Farc habrían pagado $1.000 millones para que se ejecutara el crimen
Atentado contra Fernando Londoño, ¿otra alianza siniestra?

Por: Redacción Judicial

Las autoridades capturaron a cinco supuestos miembros de una banda criminal que habría sido contratada por las Farc para atentar contra el exministro.

Una alianza siniestra entre las Farc y la criminalidad estaría detrás del atentado contra el exministro Fernando Londoño, ocurrido el 15 de mayo en Bogotá. Esa organización guerrillera habría pagado $ 1.000 millones a una banda criminal en Cali para que perpetrara el crimen. Esa es la hipótesis que maneja la Fiscalía después de que las autoridades confirmaran las capturas de cinco presuntos implicados en el ataque, que dejó como saldo dos muertos y 51 heridos.

El Espectador conoció que una mujer conocida bajo el alias de Zuley, junto con su esposo, maneja esta oficina de cobro que intenta hacerle competencia a la de Envigado. De hecho, fuentes consultadas afirmaron que controla buena parte de las negociaciones de la mafia en Buenaventura y el sur del país, con conexiones estratégicas con enlaces del capo Daniel El Loco Barrera y el llamado bloque Sur de la subversión. Tal parece que la columna móvil Teófilo Forero de las Farc subcontrató con la organización de Zuley la realización del atentado. Para eso escogió a cinco jóvenes –dos de ellos menores– en Cali, a quienes entrenó durante dos meses en el manejo de explosivos.

A Bogotá llegaron en el mes de marzo, se alojaron en casas de la organización de Zuley y sólo una semana antes del atentado al exministro Londoño les dicen que él iba a ser su objetivo. El fiscal general Eduardo Montealegre comentó que los detenidos, aprehendidos durante operativos del CTI y la Dijín en Bogotá, Cali y Cauca, hacían parte de una red delincuencial con conexiones con la mafia. Entre los capturados está alias Piloto o Carne, quien habría sido el encargado de poner la bomba lapa en el costado izquierdo del carro blindado en que se movilizaba el exministro.

Según el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, aunque Piloto tiene 17 años, “ha participado ya en actividades de microtráfico, porte ilegal de armas, hurto de motocicletas y, al parecer, en algunos homicidios”. Él sería el mismo que en los videos de seguridad aparece con una peluca y un disfraz. Al allanar su hogar, las autoridades encontraron varias evidencias que lo incriminarían. El fiscal Montealegre aseveró que “la legislación en estos casos permite que se le imponga una pena privativa, pero el sitio de reclusión tiene que ser especial”.

Para las autoridades uno de los jefes de esta oficina de cobro es Diego Fernando Tabares, alias Lucho quien se encontraba pagando una condena de 34 años de prisión, aunque por supuestos quebrantos de salud gozaba de detención domiciliaria. Tabares posee un extenso prontuario criminal y según la Policía hizo parte de una organización internacional de secuestradores, apodada Los Pelacos

Otro indicio de la implicación de la Teófilo Forero en el crimen es el modus operandi. Esta organización guerrillera acostumbra usar explosivos tipo lapa como los que se usaron en el atentado contra Fernando Londoño. Se sabe que paciéntemente monitorearon las rutas del exministro, sus horarios de entrada y de salida a la emisora Radio Súper y hasta quiénes lo visitaban en su casa. Para asegurarse de no cometer error alguno esta organización desplegó informantes y escogió el 15 de mayo para el ataque.

De acuerdo con la investigación de la Fiscalía, los delincuentes que se movieron de Cali a Bogotá fueron recibidos por Ulises Castellanos Beltrán, alias Apu. Él, otro de los capturados, habría sido el encargado de darles las indicaciones finales. Según la Policía, Apu presenta antecedentes por tráfico de armas y receptación de automotores (trafico de carros robados). Al cierre de esta edición las autoridades se preparaban para legalizar las capturas ante jueces de la República. Aunque la Fiscalía no descarta otras hipótesis, la de la alianza siniestra de las Farc y la criminalidad en Cali, sigue siendo la más fuerte. En los últimos años esta organización guerrillera ha estrechado sus lazos con otras mafias.

En regiones como Cauca y Nariño estos nexos son más evidentes. En últimas el narcotráfico como combustible de la guerra. Hoy por hoy los milicianos ya no parecen ser usados para ataques de terroristas. La modalidad que se impone es la de subcontratar estos servicios con bandas criminales. Esta vez, al parecer, fue con la organización de Zuley.

Fuente: El Espectador