Ante la movilización masiva de los estudiantes chilenos, el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, advierte que recurrirá a medidas estrictas, suprimiendo las becas a quienes participen en las tomas de escuelas. El alcalde considera que los alumnos secundarios que lideran las ocupaciones en realidad no quieren estudiar y solo inventan excusas para no hacerlo, razón por la que -asegura- no pueden disponer de fondos públicos. La medida anunciada por el alcalde de Santiago "influye directamente en la provocación del conflicto" y no es más que "un aviso de que no quiere negociar y una manifestación de poca tolerancia" por parte del gobierno, afirma el estudiante chileno Mauricio Maturana en declaraciones a RT. El estudiante subraya que la medida "reafirma el modelo educativo que implantó Pinochet", que redujo a menos de la mitad el aporte público y fomentó la inclusión de privados. Maturana recalcula que “el actual sistema educativo chileno es un sistema que genera pobreza y crea desigualdad". Maturana subraya que las manifestaciones estudiantiles y las ocupaciones de las escuelas son “necesarias", debido a que "las autoridades no han querido tener en cuenta las reclamaciones de los estudiantes". En el país andino se vienen sucediendo numerosas marchas de protesta de los estudiantes para reivindicar una educación pública gratuita y de calidad, y en respuesta a las negativas del Ejecutivo de Sebastián Piñera a la hora de poner en marcha una reforma educativa largamente reclamada.