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“Hay una decisión de derribar mi gobierno”: Petro

“Hay una decisión de derribar mi gobierno”: Petro

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Sondeo
De EL HERALDO

Gustavo Petro, alcalde de Bogotá, recibió al urbanista Porfirio Ospino y al columnista Horacio Brieva en su despacho.
El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, habló con nuestro columnista Horacio Brieva y el urbanista Porfirio Ospino, en su despacho del Palacio Liévano.

HB ¿Cómo se entiende que un alcalde que habla del acuerdo sobre lo fundamental y de la política del amor, tenga tantas resistencias y una baja aceptación en ciertas encuestas?

La campaña mediática para desprestigiarme arrancó antes de mi posesión. Se trata de una campaña a profundidad que busca que los bogotanos no tengan una opinión favorable de su alcalde. Al lado de la campaña mediática y de la oposición política se ha montado una ofensiva jurídica que incluso ha llevado a cuestionar el proceso de paz con el M-19. Y, además, está la evidencia de intento de asesinato. En los primeros meses de gobierno desplegamos iniciativas de gran impacto social. Estamos poniendo en marcha una política de protección a los más pobres, congruente con nuestro discurso de construir una Bogotá Humana. Lo que estamos haciendo choca con los intereses económicos de sectores muy poderosos. El primero es el ‘cartel de la contratación’. Otro está conformado por algunos opinadores de los medios de comunicación que eran socios de miembros de este ‘cartel’. Todo este engranaje económico de gente siente temor por nuestra política. Y hay una decisión: derribar mi gobierno. No es una simple oposición como la que nosotros ejercíamos con Uribe. Lo que quieren es construir las condiciones que permitan derribar al gobierno progresista.

PO ¿Y las denuncias sobre las nóminas paralelas hacen parte de esa andanada?

El más grave rumor ha sido el de la calidad del agua de Bogotá. Llegaron a afirmar que tenía bacterias. En el Concejo sostuvieron que era cólera, quizá por ignorancia. La realidad es que el agua de Bogotá es de las más puras del mundo.

HB ¿Y de dónde salió ese rumor?

La fuente no la revelaron. La versión salió en Noticias Uno, cuya directora es del samperismo, sector que tuvo el control del acueducto. No creo, sin embargo, que Samper se haya puesto en esas. Hay otra cosa clara: los ataques son también por mi origen costeño. Ustedes saben que nuestro criterio de familia es de familia extendida y muchas veces nuestros apellidos van marcando, así uno no tenga ni idea de los parentescos largos. Eso ha sido aprovechado en tierras cachacas. Si una persona se apellida Petro, entonces no les importa dónde está el parentesco, la gente no hace diferencia y piensa que es el hermano o el primo. Por ejemplo: dijeron en Noticias Uno que se había nombrado un tío de mi esposa en el acueducto. Ella es Alcocer García y ni por línea paterna ni por línea materna coincide con Alberto Merlano. Y conmigo Merlano solo tiene décimo grado de afinidad.

HB La crisis de Bogotá fue provocada, en buena parte, por el escándalo del ‘cartel de la contratación’. ¿Cómo está manejando esta Alcaldía la contratación?

Nosotros barrimos el ‘cartel de la contratación’. Pero para blindar la contratación de nuevos carteles que se podrían formar y de riesgos de corrupción, contratamos directamente componentes de infraestructura, diseños e interventorías. Asimismo, compramos cosas como papel, alimentos etc., a través de la subasta, que también tiene sus riesgos, pero hemos logrado menores precios. La subasta en línea se nos ha convertido en un instrumento para ahorrar plata. Quedan los megaproyectos, las grandes contrataciones, donde no es posible usar la subasta sino incluso el concurso internacional. Aquí también hay riesgos, pero voy a estar al tanto del proceso. Aunque no faltarán quienes piensen que Petro se va a meter la mano en el bolsillo. Los resultados podrán ser evaluados en su momento.

HB El atraco callejero es un tema que preocupa a la gente en el país. ¿Qué está haciendo Bogotá para disminuirlo?

En Bogotá, bajó el hurto a residencias en un 60 por ciento. El de motos y vehículos también ha descendido. Y el que ocurre a personas ha caído en un 35 por ciento respecto al denunciado. Para mí, el bajón que ha tenido Bogotá en los indicadores de criminalidad y delincuencia tiene que ver con la disminución de la pobreza. Veamos la tasa de homicidios. En 1993, teníamos 73 homicidios por cada 100 mil habitantes. Hemos bajado a 16 homicidios. Desde luego, los cambios en el accionar del narcotráfico han incidido, pero la caída de la pobreza a un 13 por ciento y de la extrema pobreza al 2.5 por ciento ha sido la clave.

HB Bogotá formuló el Plan de la Misión Japonesa en 1996, pero en 16 años no se ha cumplido, ¿por qué?

Ese plan habló de multimodalidad en el transporte. Sólo hasta ahora nos hemos planteado hacerla realidad. A Bogotá y al resto de ciudades les vendieron la tesis de que la solución era el bus articulado. Detrás de eso hay intereses económicos y por eso sus voceros dicen que el metro y la vía férrea no sirven. Y si ustedes en la Costa Caribe plantearan una alternativa de movilidad por el Río Magdalena también la cuestionarían. Bogotá se atrasó porque abandonó el tranvía. Retrocedimos varias décadas. Y aunque el transporte se modernizó con Peñalosa, la gente se moviliza inhumanamente porque no hay otras opciones. De modo que usar otras formas de transporte es desarrollar lo que propusieron los japoneses y eso es lo que pretendemos hacer: combinar el metro, las vías férreas, los articulados y la bicicleta.

PO En Barranquilla hay un debate sobre la valorización. Algunos sectores sugieren prescindir de ella y apelar a la plusvalía. ¿Está aplicando Bogotá la plusvalía?

Lo risible es que en Bogotá hay gente que cree que hablar de plusvalía es pretender traer el comunismo, siendo esta una herramienta de la Ley 388. En esta ciudad no se usa porque los hechos generadores de la plusvalía no han sido reglamentados por el Concejo, excepto la llamada edificabilidad. Sin duda, la forma moderna de financiación de las grandes infraestructuras es el urbanismo. Por ejemplo, alrededor de las estaciones de Transmilenio hay unos propietarios de monumentales centros comerciales que se están beneficiando de las miles de personas que llevamos a las terminales. Y los que planificaron el Transmilenio no vislumbraron eso. Hubiésemos podido financiar hiperestaciones como en las ciudades de Europa y hasta parte del Transmilenio.