Conflicto racial en un barrio de Terrassa

Una pelea por unos perros puede degenerar en un conflicto étnico entre autóctonos y marroquíes en la plaza de la Font Freda, del barrio de Sant Llorenç de Terrassa, según han explicado a e-notícies miembros de los dos grupos enfrentados.

Los acontecimientos tuvieron lugar el pasado domingo entre un joven de 27 años y su madre, de 49, ambos de nacionalidad española, que fueron a pasear a sus tres perros a esta zona y que, según su versión, fueron agredidos por "entre 25 y 30 musulmanes".

La mujer asegura, en el lugar de los hechos, que fueron atacados, sin que mediara provocación, hasta que la llegada de una dotación de la policía local consgiuió meterlos en un portal cercano. Los incidentes provocaron la llegada de varias dotaciones de la policía municipal e incluso de los Mossos.

El día anterior ya se produjo un incidente entre una cuñada de la denunciante, que también estaba paseando un perro, con unas mujeres de nacionalidad marroquí. De acuerdo con la versión de la madre, al día siguiente decidieron sacar ellos a los perros -un dogo canario, un labrador y un cachorro "de mezcla"- para evitar problemas mayores.

"El sábado por la noche le pegaron a mi sobrina dos moras, se metieron con ella porque esta plaza la quieren para ellos". "Le decían hija de puta, perra", añade. "Por eso el domingo subimos a sacarlos porque a mi sobrina le daba miedo".

La mujer explica que, siempre de acuerdo con su versión, "estaba un moro con chilaba echando fotos a los perros y una de las que pegó a mi sobrina". "En un momento dado la rozó con el codo y empezó: 'a ese perro lo mato, a él y a toda la familia, esta plaza es nuestra".

"Entonces aparecieron por todos lados, se llenó la plaza de moros, perdón, de musulmanes, es la costumbre". "Fue una pasada", insiste. "Ellos dicen que ha atacado el perro pero los perros no han atacado a nadie", ha reiterado. "Si quieren -ha añadido- se puede hacer una prueba de mandíbulas".

"Te mato el perro, te mato el perro, el perro y a toda la família", gritaban. "Recibimos puñetazos, patadas, de todo", añade. "A mi hijo le hiciedon un ahogamiento, tiene todo esto arañado, los brazos, las piernas". "Y a mi me zaranderaon por todos lados, el lunes tenía la piel como quemada".

Cuando llegó la policía consiguió introducirlos en un portal "pero el de la chilaba le hacía así con el dedo a mi hijo desde fuera" mientras hace con la mano el gesto de cortar el cuello. "El problema para ellos es que los perros es como si fueran demonios, un asco que les tienen, no los pueden tocar ni nada".

La mujer confiesa, al término de la entrevista, que "tengo mis ideas" i que "soy un poco de Rosique -presidente de Plataforma x Catalunya en Terrassa- pero que "respeto a la gente que me respeta, por supuesto".

La versión es completamente distinta entre el colectivo magrebí. Alí y su mujer, que viven en el tercer piso de un edificio cercano, afirman que "fue una humillación". "Tu estás con tu mujer y tus hijos y viene un grupo con perros y armas", añade.

"No estamos en Siria, estamos en España, en Catalunya". "Llevamos 14 años y nunca hemos tenido ningún problema pero viene esa gentuza, no tienen educación, estudios, nada", afirma.

En su opinión, sólo querían provocar "un escándalo", iban con "perros grandes, sin bozal, de raza peligrosa" y ya ha habido problemas porque "hay dos chicas que son racistas". "Además, siempre están insultando a mi mujer y a las otras madres".

"El problema del barrio -continua- no es mucho marroquí, somos tres familias" pero que "si no salimos de vacaciones este año por lo menos que los niños puedan jugar a la pelota".

El testigo asegura que uno de las personas del otro bando, "un rumano", llevaba "una arma eléctrica peligrosa" y que "estamos sufriendo desde hace tiempo com si fuéramos culpables de la crisis".

El marido reitera que "el perro agarró la chilaba de mi mujer" y que "no son gente del barrio" pero que uno de ellos llevaba "un cuchillo de 30 centímetros y una pistola eléctrica".

También se queja que hay un testigo, latinoamericano, que oyó que los otros decían "esto saldrá en el Diario de Terrassa como la masacre de San Llorenç" però que el juez no lo ha admitido como prueba.

La mujer que se vió fue presuntamente agredida el pasado domingo por un grupo de inmigrantes marroquíes afirma, en una entrevista, que "estábamos aquí con los perros" y "de golpe aparecieron un montón de moros". "A mi hijo le pegaron muchísimo y a mi me zarandearon" hasta que "nos metieron en un portal la policía".

En su opinión todo empezó porque "una de los magrebíes empezó a insultar al perro y a decir: 'lo mato'". "Ella pegó un grito y salieron moros de todos lados", añade. "No hubo motivo", insiste. "Empezó una persona con chilaba", comenta.

"Nos atacaron de 25 a 30", asegura. "El día anterior -continua- ya le pegaron dos marroquíes a mi sobrina" y dicen que "los perros los atacan pero no atacan ni hacen nada". "Lo que pasa es que no los quieren en la plaza", añade.

La mujer niega que sea un problema de incivismo con las deposiciones de los canes porque "siempre llevamos nuestras bolsas" pero "tiene la idea de que los perros son impuros". "Los niños juegan en la plaza y no los quieren".