Una bomba política porque la solitaria propuesta de Uribe recibe un apoyo inesperado, el de Angelino que no sólo lo hace a título personal sino que pone la Vicepresidencia a la orden del promotor. Dicho en otras palabras, so pretexto de la reforma a la justicia, Angelino se alinea con el uribismo.

La apuesta del expresidente es arriesgada, pero es la única que le puede garantizar mejorar sus apuestas de cara a las elecciones de 2014. Si lo consigue (muy difícil porque sólo la apoyan sus amigos que aún están en libertad, los asilados, los prófugos, los que están encarcelados y Angelino en la clínica) tendría muchas posibilidades de regresar al poder.

Vélez dice que no, que sólo se convoca para reformar la justicia, pero es una solemne mentira. Igual pasó con la Constituyente de 1991 que buscaba una reforma política, pero que luego fue ampliando su temario hasta que decidió que lo mejor era hacer una nueva Constitución.

Vélez sabe, como todos los demás, que una Constituyente no tiene límites porque está por encima de la Constitución y es ella misma la que decide qué quiere cambiar. Uribe le apuesta a abrir esta Caja de Pandora, que podría incluso promulgar una Constitución a imagen y semejanza suya.

Por fortuna, su tramposa costumbre de legislar en causa propia aprovechándose de la justa indignación que hay contra la clase política, no va a germinar. Un nuevo intento de desmontar el Estado Social de Derecho que le atajó su autoritarismo y promulgar una de corte fascista, donde el que reine sea el Estado de opinión. Mussolini, estaría feliz de ver al nuevo Duce criollo.