El Consejo de cancilleres de la Liga Árabe exigió detener los “nuevos delitos” de Israel contra la franja de Gaza. La denuncia surgió a raíz de una repentina ola de violencia mutua provocada por la eliminación, con una acometida aérea el viernes pasado, de un alto combatiente islamista, Zuhair al Qaissi, y sus dos subalternos.

Durante pocas horas los extremistas residentes en Gaza lanzaron más de un centenar de misiles contra varias poblaciones del sur de Israel, hiriendo a cuatro vecinos. Numéricamente este ataque era el doble en comparación con la cifra de artefactos que fueron lanzados desde territorio palestino para atacar al Estado hebreo en los tres meses anteriores.

Los militares israelíes respondieron con una docena de ataques aéreos destinados contra militantes de distintos grupos palestinos que supuestamente tenían que ver con el extremismo. Las 15 víctimas fatales que se cobraron entre los palestinos han sido catalogadas por la Liga Árabe como masacre.

A su vez, el ministro de Defensa hebreo, Ehud Barak, advirtió durante el viaje por las zonas sometidas a ataques coheteriles: “Esta ronda en Gaza está lejos de su fin”. “No permitiremos a nadie hacer daño a los ciudadanos del país y actuaremos contra todos los que lancen misiles”, agregó.