DeNunCianDo - Qué carajo celebran?

Se cumplen 10 años de los diálogos del Gobierno de Andrés Pastrana con la Guerrilla de las Farc en el Caguán, aciagos días en los que el Estado capituló ante el terrorismo, el narcotráfico y la infamia. Las Farc hicieron de la ‘Zona de Distensión’ un poderoso campamento militar que servía a su vez de corredor de armas, drogas y santuario de toda suerte de delitos, incluyendo el más execrable de todos: el secuestro.

Ante la mirada complaciente y débil del Gobierno de la época, las Farc se fortalecieron como nunca antes lo habían hecho. El Caguán se constituyó en el mejor negocio para el grupo terrorista, pues su capacidad económica, militar y política se disparó por las nubes, mientras su comandancia se codeaba con personalidades nacionales y extranjeras, que llegaban a la zona a dar explicaciones y a buscar indulgencias, en una clara inversión de roles que significó una especie de síndrome de Estocolmo.

Durante el desastroso periodo en que operó la ‘Zona de Distensión’, las Farc erigieron un Estado independiente, que no estaba regido por la Constitución, sino por la ley del más fuerte. Los pobladores del sur del país eran una suerte de presos sin garantías, sometidos al imperio de la ilegalidad que representaban Tirofijo y sus ‘alegres muchachos’. Las fronteras del Caguán eran los límites del Estado Social de Derecho, en donde el Gobierno legalmente constituido carecía de jurisdicción y el crimen se paseaba impunemente por las calles.

El Caguán es sin duda y de lejos el episodio más vergonzoso y oscuro de la historia reciente de Colombia. No se pude comparar ese arrodillamiento sin condiciones de la institucionalidad ante las Farc –como cínicamente lo pretende Pastrana- con los diálogos de Ralito, en los que, a diferencia de aquellos, el Gobierno tuvo el control de la zona y puso las condiciones del acuerdo. Mientras que el Caguán fue una burla a la sociedad y a la comunidad internacional, los diálogos en Ralito posibilitaron la desmovilización de cerca de 25.000 hombres en armas y el desmantelamiento de las AUC, sin que ello hubiese implicado grandes concesiones.

En la sede del Parlamento Federal Alemán (Bundestag) hay una retrospectiva permanente de la historia de esa importante Nación. De esa muestra ha sido excluido -por obvias razones- el periodo durante el cual Hitler gobernó (no hay muchas diferencias entre los métodos del Nacismo y los de las Farc). Lo propio deberíamos hacer los colombianos con el estropicio de las conversaciones del Caguán. Por ello, no entiendo el despliegue mediático que ha tenido el aniversario numero 10 de tan funesto episodio. ¡No hay nada que celebrar!

La ñapa I: Cuando la gente buena calla sobre lo que hace la gente mala, ocurren terribles cosas.

La ñapa II: Se siguen conociendo burdos montajes contra el exfiscal Mario Iguarán y la Corte Suprema. ¡Cuánta inmundicia y delirio!

La ñapa III: Excelente elección la de Jesús Val de Ruten como Magistrado de la Corte Suprema. Gran civilista y hombre honrado.

La ñapa IV: Le dicen el “buen muchacho”. Se llama Javier Agudelo Valencia, actual Vicepresidente de la nueva EPS. Es clave en la investigación por el gran desfalco a la salud. La Contraloría le sigue la pista por el caso de Saludcoop. Sus enredos lo tienen buscando padrinos para evitar la acción de la justicia.

La ñapa V: Mis favoritos para el Oscar: Mejor Película: El Artista; Mejor Actriz: Meryl Strep, por su interpretación de Margaret Thatcher. Mejor Actor: Jean Dujardin, por su papel de un artista venido a menos. Mejor Guion Original: Luis

Carlos Restrepo por el ‘Doctor ternura’.
Por Abelardo De La Espriella
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