Los deportes nacionales
 

Se equivocan quienes consideran que el fútbol y el ciclismo son los deportes emblemáticos y que mueven la opinión en Colombia. La verdad es que a estos dos debemos sumar el deporte de cambiar permanentemente la Constitución Política.
La primera constitución escrita del mundo fue la de Estados Unidos, promulgada en 1789 y es la misma norma suprema que durante toda su historia ha tenido esa gran potencia económica, militar y política. A esa norma con 219 años de vigencia le han introducido 15 enmiendas fundamentales. Eso se llama seriedad y estabilidad jurídica. Por eso es una gran nación. La constitución gringa ha servido para tiempos de paz y para tiempos de guerra, para tiempos de bonanza y también para épocas de depresión económica. Allá no hay disculpas para reformarla a cada día.
Contrario a lo que sucede en Estado Unidos, nosotros en Colombia llevamos 16 constituciones (No es cierto como lo afirman los profesores de la Universidad de Illinois, Zachary Elkins, Tomo Ginsburg y James Melton, en publicación del diario El Tiempo el 19 de agosto del presente año, que llevamos nueve constituciones). La Constitución de 1886, la que nos ha durado más en el tiempo, tuvo cerca de 72 reformas en 105 años de vigencia. La actual Constitución, la expedida en 1991, ya lleva 22 reformas, algo más de una por año. Para comparar nuestro frenesí constitucional con el comportamiento de estados serios, basta decir que España, en sus primeros 17 años de la Constitución de 1978 apenas le introdujo una reforma a su Constitución y eso por la necesidad de darle solución al problema regional que tiene. En el mundo somos campeones en expedir constituciones, como que sólo nos superan República Dominicana, Venezuela, Haití y Ecuador. ¡Con razón estamos como estamos!
Al otro lado de la balanza, es decir, de los estados que mantienen constituciones vigentes por muchos años, tenemos, fuera de Estados Unidos, a Noruega, a Bélgica, a Suecia, a Holanda, a Nueva Zelandia y a Canadá. Todos con constituciones centenarias y todas grandes naciones.
El profesor Ricardo Zuluaga Gil, en su obra “Valor normativo de la Constitución de 1991” afirma: “Otro peligro para la fuerza normativa de la Constitución es su tendencia a la frecuente revisión so pretexto de necesidades políticas ineluctables. La acumulación de modificaciones en poco tiempo generará la consecuencia inevitable del resquebrajamiento de la confianza en la inviolabilidad de la Constitución y el debilitamiento de su fuerza normativa, cuando condición básica de éstas es que la constitución resulte modificada en la menor medida posible (…) La constitución debe representar un orden fundamental duradero, pues la constitución democrática no es la voluntad coyuntural de una mayoría ocasional sino la expresión de la voluntad del pueblo, fundamentada y duradera, a la que se ha llegado tras una amplia reflexión”.
En Colombia hemos utilizado las reformas constitucionales como mecanismo para desviar la atención de la opinión pública. Cuando se presenta por el Gobierno un acto legislativo reformatorio de la Constitución, nos olvidamos de otros problemas y nos centramos en esa discusión. Pero esa terrible realidad también nos ha llevado a ser considerados una banana república, un estado que cambia de constitución como el ciudadano cambia de camisa diariamente.
El Gobierno, directa o indirectamente, nos tiene ahora debatiendo cinco reformas constitucionales de un tajo. ¡Se nos fue la mano en galletas! Tres de esas reformas son por vía de referendo: la reelección, la cadena perpetua a los violadores y el agua como derecho fundamental, y dos se proponen tramitar como acto legislativo: una reforma política (¿otra?) y una reforma a la Justicia, que más parece la venganza contra las cortes. Ah; ahora nos anuncia una sexta reforma el partido de la U, para elevar a norma constitucional la seguridad democrática. Seguramente la debacle económica que se nos viene tiene que tener concentrada a la opinión pública no en una sola sino en cinco o seis reformas. El problema es de tal magnitud que no es suficiente con una reforma.
Le propongo al Congreso que incluya un articulito en cualquiera de esas cinco reformas, donde consagren el fútbol, el ciclismo y las reformas constitucionales, como los deportes nacionales. ¡Que siga la fiesta! (¿O el deporte?)

Tomado de http://www.ramonelejalde.com/contenidos.php?seccion=2

preocupante, si no es mas, la forma como desfiguran la carta magna.
el problemas es que en el futuro va a ser siempre igual, nunca vamos a tener una constitucion ideal.

Ami me parece que no es que la constitucion no sea ideal, el problema es que nosotros siempre la vamos a querer cambiar. Ademas la constitucion del 91 es muy buena, solo que los gobiernos cambian las cosntituciones pa distraer el pueblo.

Colombia es un país, en el cual han existido múltiples Constituciones, no obstante, la Constitución de 1886 permaneció vigente por más de cien años guiando el mandato de veintitrés Presidentes de la República. Por otra parte, antes de la aparición de esta Constitución centralista, nuestro país se encontró ordenado por diversas Constituciones, las cuales resulta importante enunciarlas.
De 1809 a 1830 el país estuvo marcado por la indefinición constitucional, lo cual se evidencia al constatar que, en 1811, fue expedida la Constitución del Estado Libre del Socorro; en 1811 la Constitución de la Provincia de Cundinamarca; y que, en total, hasta 1830, existieron ocho constituciones de distintas regiones como Tunja, Cartagena, Neiva, Mariquita, y Antioquia.
En 1830 se forjó una nueva Constitución, pero esta resultó inútil, si se tiene en cuenta que a menos de cuatro meses de su expedición, se produjo la separación de de Venezuela y Ecuador .
De 1830 a 1886 Colombia tuvo seis constituciones:
· 1832: Bajo un régimen presidencialista, el Congreso nombró como Presidente a Francisco de Paula Santander teniendo este como Vicepresidente a Ignacio de Marqués. Se le concedió un mayor poder y representación a las provincias, mientras que el nombre dad al país fue el de Estado de la Nueva Granada, nombre que conservo hasta la expedición de la Constitución de 1853.
· 1843: Mediando la guerra civil, se eligió como presidente de Colombia a Pedro Alcántara Herrán, quien después de concluida la guerra elaboró una nueva Constitución en la que afianzó el poder presidencial con el fin altruista de mantener el orden en todo el territorio nacional, adicionalmente se implantó una completa reforma educativa, buscando con ella pontificar sobre las bondades del régimen, y el conservatismo impuso el centralismo y autoritarismo en todo el territorio nacional.
· 1853: Constitución liberal, con la cual se dio inicio a una época de federalismo. En ella se elimino la esclavitud, se implantó el sufragio a todos los hombres, se impuso el sufragio popular directo, hubo un distanciamiento entre la Iglesia y el Estado y la libertad administrativa pudo concretarse.
· 1858: El partido conservador, y a la cabeza de este el Doctor Mariano Ospina Rodríguez, sancionó una nueva Constitución; con la cual el país pasó a llamarse Confederación Granadina y se conformó el sistema federalista que se venía imponiendo en el país, con lo cual cada región era libre de expedir sus propias leyes y elegir su Presidente regional, de modo tal que el Estado central intervenía solo en caso de alteraciones del orden publico, legislación penal, moneda y relaciones con oros países.
· 1863: En este año tuvo lugar la Convención de Rionegro, en la cual se fraguó una nueva Constitución que puso especial atención en fortalecer el sistema federal. El nombre de Confederación Granadina fue cambiado por “Estados Unidos de Colombia”. En esta Constitución cada Estado podía elaborar su propia constitución, cada Estado podía tener su propia fuerza armada y el mandato presidencial quedó reducido a dos años, lo cual hizo que el poder legislativo pasara a tener mayor relevancia que el ejecutivo.
En 1886 fue redactada la constitución que mayor longevidad ha tenido en nuestro país, impulsada por el movimiento de la Regeneración Conservadora, se encontraba liderado por el Presidente Rafael Núñez, quien hizo un llamado a todos los Estados para que participaran mediante la convocatoria a dos representantes para que integraran el Consejo Nacional de Delegatarios para, así, elaborar los doscientos diez artículos que integraron esta nueva Constitución. Los principales rasgos de la nueva Constitución fueron:
- Los Estados Unidos de Colombia y el antiguo sistema federal, fueron transformados en la República de Colombia, en la cual los Estados recibieron el nombre de Departamentos y a ser controlados por una organización estatal centralizada.
- Se fortalece el poder del ejecutivo, disminuyendo la injerencia en la organización del estado, del poder legislativo y permaneciendo invariable el poder judicial.
- El periodo presidencial fue extendido a seis años.
- La Constitución y sus leyes imperaron en todos los Departamentos sin excepción.
- El ejército nacional se centralizó y fue investido de mayores atributos operativos.
- La religión católica se convirtió en un elemento esencial e inherente al Estado, encargándosele a la misma, la labor de velar por la educación en el país.
Esta continuidad y aparente estabilidad no indican que Colombia se haya mantenido durante ciento cinco años en estado de rigidez constitucional, y que la constitución de 1886 sufrió sesenta reformas.
En 1990, gracias a la iniciativa impulsada por jóvenes universitarios, la ANC (Asamblea Nacional Constituyente) hizo posible la convocatoria, redacción y surgimiento de la Constitución de 1991. La ANC contó con setenta miembros, de los cuales diecinueve pertenecían a la Alianza democrática M-19, nueve fueron parte a nombre del Partido Conservador y otros nueve del Partido Liberal, los otros treinta y res integrantes, fueron elegidos de diversas organizaciones sociales.

Principal logro de la Constitución de 1991 = Estado Social de Derecho.