Los bomberos belgas se han echado a las calles para protestar contra la reforma de las pensiones planteada por el Gobierno. Con su manifestación bloquearon el tráfico en una de las principales vías de la capital, donde se sitúa el Parlamento federal.

Los manifestantes usaron mangueras para descargar agua contra la fachada de los edificios gubernamentales y echaron espuma contra incendios por la calle, que terminó cubierta de una fina capa de hielo debido a las bajas temperaturas que estos días se registran en Bélgica.

Los bomberos piden que se igualen sus condiciones a las de los policías, que se retiran a los 58 años, o los militares (a partir de los 52), afirmando que su trabajo es muy duro, por lo que no pueden desempeñarlo con eficacia hasta los 60 años.

Los representantes de los bomberos lograron ser recibidos por la ministra de Interior, Joëlle Milquet, y por el titular de Pensiones, Vincent Van Quickenborne. Expusieron sus quejas a los funcionarios, pero salieron decepcionados de la reunión, según informan medios locales.