"Identificados 440 desaparecidos; fin a incertidumbre de las familias

Por: REDACCIÓN JUSTICIA | 9:06 p.m. | 04 de Enero del 2012


http://www.eltiempo.com/justicia/IMA...10935836-2.jpg Sistema decadactilar que usa Medicina Legal para hacer la identificación de cadáveres N. N. Así ubicó a 440 desaparecidos en todo el país. / Luis Lizarazo García / EL TIEMPO


Algunos restos sin identificar datan de los años 70. En la lista hay otros 9.500 N. N.

Luego de diez meses de una dispendiosa labor que incluyó cotejar las huellas tomadas a los cadáveres con miles de archivos de la Registraduría, el Instituto de Medicina Legal logró identificar plenamente a 440 personas que figuraban en la lista de desaparecidos. Este grupo hace parte de los 9.969 N. N. que Medicina Legal ha identificado (pero no ubicado físicamente), algunos fallecidos desde los años 70.

Es el caso de los hermanos Cote Rodríguez, a quienes sus padres buscaron por todo el país luego de desaparecer de una vereda de Cubarral (Meta), en el 2001. Ahora podrán darles sepultura.

Diana Ramírez, Coordinadora de la Red Nacional de N. N. y
Búsqueda de Personas Desaparecidas, dijo a ELTIEMPO.COM que entre esas 440 personas están 20 que fueron sepultadas hace más de 40 años sin un solo dato y que ahora, gracias a los cotejos de necrodactilia, han sido plenamente identificadas.

Muchas de ellas habrían sido víctimas del conflicto y ya empezó el proceso para ubicar a sus familias. En diciembre empezaron las labores de recuperación de esos cuerpos, la mayoría inhumados en cementerios de Antioquia (87 casos), Valle (64) y Cundinamarca ( 48 ).

"A medida que se realicen las labores de verificación, los familiares estarán siendo informados para que puedan reclamar los restos de sus seres queridos", señaló Ramírez. Desde que empezó el trabajo de identificación, han sido entregados 63 restos. Los otros 9.906 están en proceso de verificación, para determinar el lugar exacto de la inhumación y darles paso a la recuperación física de los despojos mortales y a la notificación a las familias.

Huella a huella

Este proceso empezó el pasado mes de marzo, cuando se puso en marcha un convenio entre Medicina Legal, el Ministerio de Justicia y la Registraduría para ponerles rostro a los casi 10.000 N. N. de los que se tenía noticia legal.

Fue necesario contratar decenas de técnicos y asistentes forenses para cotejar las necrodactilias con los archivos electrónicos de las huellas de todos los colombianos que reposan en la Registraduría.

"Según el reporte, 8.810 hombres y 1.159 mujeres fueron identificados. Al realizar el cruce técnico de las identificaciones con el Registro Nacional de Desaparecidas, se encontraron 440 coincidencias. Sin embargo, las circunstancias de la muerte no son registradas en las tarjetas de necrodactilia", indicó la coordinadora de la Red.


Sin embargo, la tarea de la identificación y el hallazgo no fueron fáciles y exigieron un gran esfuerzo, dadas las condiciones de marcación inadecuada, traslado secundario de cuerpos, infraestructura de los cementerios y decisiones administrativas que ubicaron de manera colectiva cuerpos identificados no reclamados y no identificados.

Frente a esto, la Procuraduría reglamentó la forma en que deben ser enterrados los restos y cadáveres en los cementerios; así mismo, determinó la documentación que debe expedirse sobre su ubicación, conservación y la marcación de tumbas, de acuerdo con la solicitud de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas.


'Esperé 14 años para saber que mi hijo estaba muerto'
El 12 de mayo de 1998, a eso de las 9:15 de la mañana, Blanca Judith López envió a su hijo a la tienda, a comprar una libra de costilla y unas papas para la sopa del almuerzo.

Veinte minutos después, al ver que no regresaba, decidió coger el monedero y salir a buscarlo, pero nadie le dio razón de él. "El tendero me dijo que ni siquiera había llegado a hacer la compra, entonces me dediqué a recorrer todas las calles del barrio preguntándolo... Así me la pasé tres semanas seguidas".

Blanca Judith inundó las cuadras del barrio Nueva Colombia, de Bucaramanga, con las copias de la foto de Fernando, que apenas tenía 12 años. Después de varios días de búsqueda las vecinas empezaron a golpear a la puerta de su casa con diferentes versiones.

"Al pelado lo vieron subirse a un camión con guerrilleros... Me contaron que otros cuatro niños fueron reclutados por paramilitares... Se lo llevaron cuatro tipos en una camioneta... Eso era lo que me decían y cada cosa me confundía más", relata Blanca Judith, que además de Fernando tenía una niña de 10 años y otro niño de 7.

"En las noches, cuando esperaba a que llegara con cualquier historia, reconstruía esa mañana, el día anterior, cada hora, y pensaba qué habría podido desencadenar el que se fuera. Llegué a pensar que se había gastado la plata del mandado o la había botado y por miedo no había vuelto a la casa, pero nada era una razón lógica", agrega.

Durante 14 años mantuvo firme la esperanza de encontrarlo en la guerrilla, en la lista de 'paras' desmovilizados y hasta en las caras de los mendigos con que se cruzaba, pero nunca había respuesta.

Solo hasta la primera semana de octubre del año que terminó sus dudas se disiparon. La búsqueda terminó en el listado preliminar de muertos N. N. identificados de Medicina Legal.

"Allí estaba el nombre de mi hijo. Fue terrible. Descansé porque ya sé dónde está, pero nunca voy a saber qué fue lo que le pasó", concluye.


REDACCIÓN JUSTICIA

Fuente: El Tiempo