DeNunCianDo - Diarios de la guerra

La guerra es el horror, el drama, la muerte o la destrucción. También puede llevar asociadas palabras como el aburrimiento, la camaradería y hasta el humor. Pero las tripas de la guerra sólo pueden contarse desde dentro.
Eso pretende Patrick Hennessey en El Club de Lectura de los Oficiales Novatos (Los libros del lince). Hennessey, universitario, ingresó en la Academia Militar de Sandhurst (2004), para vivir una aventura y fue destinado a Irak (2006) y Afganistán, en 2007.
El periodista Sebastian Junger escribió Guerra (Crítica) tras pasar un año empotrado con la Compañía de Batalla del Ejército de EE UU, en el valle de Korengal, en Afganistán, en 2007. De ese lugar escribe: "El valle de Korengal viene a ser el Afganistán de Afganistán: demasiado apartado para conquistarlo, demasiado pobre para intimidarlo, demasiado independiente para sobornarlo. Los soviéticos nunca llegaron más allá de la entrada del valle y los talibanes ni siquiera se atrevían a entrar".
Autor de La tormenta perfecta y colaborador habitual de Vanity Fair, Junger dirigió junto con el fotógrafo Tim Hetherington, el documental Restrepo, premio del Gran Jurado en el festival de Sundance. Las cosas que llevaban los hombres que lucharon (Anagrama), de Tim O'Brien, es otro intento de explicar la experiencia de los combatientes a través de lo que llevan en su mochila en la guerra de Vietnam: no sólo aquello tangible, también los recuerdos, los fantasmas, sus amuletos.
En todos ellos, los temas son comunes: el miedo, el compañerismo, la subida de adrenalina que genera el combate, la incomprensión de los familiares, la muerte de los compañeros o el aburrimiento atroz. "En [el puesto avanzado de] Restrepo no hay agua corriente ni comida caliente, y los hombres pasarán aquí la mayor parte del año que viene", escribe Junger.
Tensión y aburrimiento
Unas condiciones en las que la espera es eterna y llena de tensión. "Los chicos son expertos en el humor, en cierta manera, y parecen dedicar mucho esfuerzo en seguir siéndolo. Quizás sea la única forma de preservar la cordura ahí arriba. No por el combate sino por el increíble, atronador aburrimiento", narra.
Junger recuerda que "cuando concluyó el despliegue, parece ser que la mitad de la compañía tomaba medicamentos psiquiátricos", Hennessey participó en la Operación Silicon, en Afganistán, para expulsar a los talibanes del norte de Gereshk, la capital mercantil de Helmand, junto con los militares del ENA (el Ejército Nacional Afgano).
Más allá de las quejas sobre lo obsoleto del material, el militar intenta explicar qué se siente en combate: "El corazón se te pone a mil y la adrenalina corre por tus venas mezclada con la euforia y que la combinación es para marear a cualquiera".
Pero también está el miedo: "Cada vez que bajabas por una carretera te veías obligado a vivir un retorcido ejercicio existencial en el que cada momento era la única prueba de que no habías saltado por los aires en el momento anterior", escribe Junger.
Y el pánico al difícil regreso "porque siento ya que por una parte me alegraré cuando todo termine y que por otra lo echaré de menos", recuerda Hennessey.

http://www.adn.es/internacional/20110621/NWS-1740-Afganistan-guerra-Hennessey-Junger.html