DeNunCianDo - “Nuevo comercio con Venezuela necesita de reglas claras”

Aunque las relaciones diplomáticas con el gobierno de Hugo Chávez han mejorado, el comercio no transita por ese mismo camino. Tanto que las exportaciones a Venezuela cayeron en el 2010 a US$1.420 millones, tras venir de US$6.000 millones en el 2009.

Lo peor es que los importadores de ese país les adeudan hace más de dos años unos US$900 millones a empresas colombianas. Venezuela dice que está pagando, pero nadie ha visto ese dinero.

La presidenta de la Cámara Colombo-venezolana, Magdalena Pardo, dice que este y otros asuntos se deben resolver con reglas de juego claras, si se busca relanzar el comercio entre ambos países.

Las ventas de Venezuela están en su peor momento. ¿Qué tan claro o no, está el futuro comercial con ese país una vez se retire de la Comunidad Andina de Naciones, CAN, este mes?
Ese panorama no está muy claro. El encuentro de los presidentes nos dejó expectantes sobre lo que va a pasar, pues se suponía el estudio de una fórmula, pues en el tiempo que queda no se alcanza a suscribir un acuerdo que refleje los intereses de ambas partes. Hay propuestas y se trata ahora de llegar a una posición común para suscribir un acuerdo. Pero eso no se hace en menos de tres semanas.

Si ese acuerdo no se puede negociar tan rápido, ¿por qué no explorar un Tratado de Libre Comercio, TLC?
Con Venezuela no estamos hablando de un TLC. Ellos nunca lo han mencionado. Se ha hablado es de negociar un acuerdo de complementación económica y no de un TLC. Esa ha sido la propuesta de Venezuela, pero ello no descarta que sea un acuerdo integral, que examine el tema del comercio como tal, de cómo complementamos sectores económicos productivos, que tenga en cuenta la seguridad jurídica para las inversiones en Venezuela, además del tema fronterizo y, obviamente, arregle el problema de los pagos.

¿Pero no cree que un TLC le daría más seriedad al comercio con Venezuela?
Creo que lo más importante en este momento es empezar por un acuerdo donde se enmarque el comercio entre los dos países con unas reglas de juego claras. Que los pagos tengan unas reglas de juego claras, y que sea un acuerdo que no tenga límites en el tiempo. Es decir, que estemos seguros de que no nos van a cambiar las condiciones comerciales de la noche a la mañana. Y que nos brinde una seguridad para seguir con este intercambio comercial que es beneficioso para ambas naciones. Sobre esa base podemos seguir profundizando otros temas en este nuevo modelo de relacionamiento con Venezuela.

Hoy tenemos una magnífica relación política, pero no se reactiva el comercio porque no hay reglas de juego claras.
Muchos empresarios no quieren exportar más a Venezuela porque no les pagan.
¿Cuál es la realidad, aunque a diario se habla de cifras y de promesas, pero la plata no llega?
En lo que se relaciona con mi Cámara Colombo-venezolana, son muy pocos los pagos que se han recibido. Por eso hemos solicitado más claridad sobre ese tema. Nosotros no vemos los pagos, a pesar de que existen deudas pendientes de más de dos años. Allí hay un problema que se debe solucionar. Se debe poner ‘coto’ a esos incumplimientos.

Según la última información que hemos recibido, se supone que Venezuela ha liquidado o renovado US$836 millones. El problema es que no se discrimina nada en ambos aspectos, ya que es muy distinto liquidar una plata, que renovar una aprobación. Eso significa que hay un monto liquidado y otro que no sabemos si es renovado o no, y yo no puedo dividir esos US$836 millones entre deudas liquidadas y renovadas. Se han negado, asimismo, pagos por casi US$110 millones para un total de US$945 millones. Allí no hay suficiente claridad, porque lo que yo veo entre mis empresarios, es que realmente no les han reembolsado a ellos su dinero, y ni siquiera aparecen sus clientes en esas listas de pago.

¿Pero cuánto se ha pagado?
El Gobierno de Venezuela ha dicho que ha liquidado US$365 millones, y de ahí para adelante, por lo menos en esta Cámara, no puedo decir que a los empresarios se les haya pagado en ese monto. En la frontera existe una queja de que tampoco ha habido pagos. En el listado que presentó el Gobierno de Venezuela, donde aparecen los importadores de ese país —a los cuales les han aprobado las divisas— no figuran muchos de los clientes de las empresas colombianas. Allí existe un interrogante que es necesario aclarar.

¿Es decir que hay importadores venezolanos que podrían haberse esfumado para no pagar?
Eso es lo que hay aclarar con Venezuela. Pero el punto es que nosotros no hemos recibido los pagos de las deudas en una parte muy significativa. Nadie está desconociendo lo que está diciendo Venezuela. Ese país dice que ha liquidado US$365 millones y partimos de que eso es así. Hay entonces más de US$600 millones que no sabemos que pasó con ellos.

Para recuperar esos dineros ¿es factible acudir a otros mecanismos?
Creo que el Gobierno colombiano se tiene que sentar con la Comisión Administradora de Divisas, Cadivi, como lo viene haciendo, y presentar el caso de cada exportador en forma individual para aclarar la situación de los pagos.

¿Por qué se han negado deudas por US$110 millones?
Ese es el monto que reportó Venezuela. Ahí hay una parte que por diferentes razones —que no puedo explicar porque no tengo la información— la Comisión Administradora de Divisas, Cadivi, puede negar, ya sea porque la información está incompleta, o porque no llegaron los documentos a tiempo. Puede haber motivos de negación porque pueden estar en proceso de investigación.

¿Qué tan cierto es que debido a los conflictos con Hugo Chávez y el no pago de las deudas, el comercio no volverá a los niveles del pasado?
Estamos en la construcción de ese nuevo relacionamiento. Es importante que dentro del mismo las cuentas queden claras y partamos de una base firme donde nos brinden los suficientes elementos para seguir haciendo negocios con Venezuela. Es decir, asegurarnos unos pagos oportunos por parte de ese país. Las cuentas claras hacen los buenos amigos.

¿A propósito, qué tan pobre fue el clima de negocios con los venezolanos el año pasado?
Bajamos de US$6.000 millones a unos US$1.420 millones durante el 2010. Imagínese como estamos. En enero del 2011 hubo una caída del 19% respecto a enero del año pasado. Vemos un acercamiento político muy importante, pero eso no se ha reflejado en lo comercial. El intercambio comercial sigue rezagado y en franco deterioro.

¿En otras palabras no ve una recuperación en el 2011?
Todo dependerá de las reglas claras de juego que se establezcan. Necesitamos de unas reglas de juego de carácter general que les permitan a los empresarios relacionarse con el sector público venezolano. Que sean transparentes que permitan que el comercio fluya, y que obviamente, Venezuela nos compre. Una idea fundamental que debe transmitirse, y que no ha llegado a Venezuela, es que un Tratado Comercial con Colombia también jalona la industria de ese país. Porque el país que siempre le ha comprado a la industria venezolana ha sido Colombia. No ha sido ni Brasil ni Argentina, como tampoco Uruguay, ni Irán, ni China. Por eso es importante lograr ese acuerdo, pero de manera amplia.

¿Dentro de ese panorama preocupante, qué futuro le depara a las empresas colombianas en ese país?
Las empresas colombianas en Venezuela tienen los mismos inconvenientes que las de cualquier nacionalidad allá. En eso hay que ser claros. Venezuela por diversas razones toma determinadas decisiones en ciertos sectores que no discriminan por nacionalidad de empresas. Lo que pasa es que hay una inseguridad jurídica por el tema de las expropiaciones, pero que no son particularmente en contra exclusiva de Colombia.

¿Cuánto se ha perdido por los conflictos políticos en el comercio?
En ambos lados de la frontera la actividad económica ha caído en un 80%. El impacto de ese conflicto le costó a Colombia el año pasado cerca de un punto del Producto Interno Bruto, PIB. Los empresarios han diversificado sus exportaciones, ya que productos que antes vendían en Venezuela, ahora lo hacen otros mercados. Lo deseable es que no tuvieran que hacer eso, pues el mercado venezolano es el que mejor pueden atender.