Ninguna entidad nacional vigila los parques de diversiones
 

La norma indica que la vigilancia de estos lugares corresponde a las alcaldías.

La tragedia de Juliana Jaramillo Gómez -de 6 años- y de otros cuatro niños en una atracción mecánica del Parque Norte de Medellín, el pasado sábado, revivió las dudas sobre los controles del cumplimiento de las normas en los parques de diversiones, en varios de los cuales niños y hasta adultos han sufrido accidentes.

La Asociación Colombiana de Parques y Atracciones (Acolap) explica, a través del abogado Julio Vanegas, miembro de la junta directiva, que estos lugares se rigen por una ley -la 1225 del 2008- y una resolución del Ministerio de Turismo, Industria y Comercio -la 0958 del 2010- que reglamentó la ley. Las dos trazan las normas con base en protocolos de seguridad internacionales.

Pero el mismo Vanegas afirma que si bien la norma es suficiente porque cumple con esos estándares, "no hay una entidad que regule el tema, ya que se trata de algo muy especializado".

De hecho, los protocolos indican que el operador, es decir el dueño del parque, es el responsable de certificar a las personas que harán el chequeo de las máquinas. No existe una entidad certificadora y las empresas o expertos del medio de las diversiones se encargan de esto con base en lo que dicta la Asociación de Estándares Mundiales (ASTM, por sus siglas en inglés).

Las normas de seguridad incluyen verificaciones diarias (check list) de las máquinas y de los dispositivos de entretenimiento con operaciones prescritas en mantenimiento y operación, a cargo de personal especializado.

La ley que contiene estos protocolos fue expedida en concertación con la Asociación de Parques, a la cual pertenece, por ejemplo, Metroparques, dependencia de la Alcaldía de Medellín, encargada de la administración del Parque Norte.

El representante de Acolap recuerda, además, que la resolución, que tiene fuerza de ley, indica que la vigilancia de los parques de diversiones les corresponde a las secretarías de gobierno distritales o municipales. Es decir, que en el caso de Medellín la
Alcaldía se vigila a sí misma.

Vale recordar que el alcalde, Alonso Salazar, anunció el cierre, no solo del Parque Norte, sino de otro centro de diversiones.

Una vocera de la Superintendencia de Industria y Comercio, que aclaró que la entidad no tiene nada que ver con este tipo de establecimientos, señala que son las alcaldías las que se encargan de expedir las licencias de funcionamiento.

Por ahora, según el abogado de Acolap, no hay mayores argumentos para saber qué pasó realmente en Medellín. "Debo reconocer que los directivos del parque siempre han estado atentos a actualizar a su gente y a funcionar con los lineamientos de rigor", anotó.

Lo cierto es que, aunque no existe una entidad que vigile, la norma exige que quede constancia escrita de las actuaciones del personal de cada parque, que debe guardarse por un año. Eso se evaluará durante la investigación del caso de Medellín.
Por seguridad, cierran otro parque en Medellín
Las medidas de seguridad que debía tener el Parque Norte de Medellín, donde una niña murió y cuatro menores más quedaron heridos el sábado, brillaron por su ausencia cuando los pequeños se salieron del juego la 'Brigada de emergencia'. Así lo denunciaron varios testigos a EL TIEMPO.
Aseguraron que los niños no tenían cinturón de seguridad, que cuando la atracción, similar a un carro de bomberos, empezó a voltear sin control a alta velocidad y arrojó a los niños por el aire, el encargado no estaba en su sitio.
Versiones recogidas por el comandante de la Policía Metropolitana, general Yesid Vásquez, indican que aquel fue al baño y dejó a un compañero pendiente.
Benjamín Osorio, quien hacía fila al lado para ingresar a la rueda de Chicago con su hija de 6 años, cuenta que llamó a la línea emergencia de la Alcaldía, pero no tuvieron respuesta oportuna.
Los propios padres tomaron a sus hijos en brazos y los transportaron en taxis hasta dos hospitales cercanos, porque tampoco aparecieron los socorristas entrenados y con camillas rígidas que debía tener el Parque para evitar lesiones mayores en casos como este.

"No había una camilla, no había un sitio de atención de desastres que pudiera brindar los primeros auxilios", anota Leider Becerra, padre de uno de los niños que están luchando por su vida en la unidad de cuidados intensivos.

Lo que tratan de esclarecer la Fiscalía y la Alcaldía -propietaria del lugar- es si la tragedia obedeció a una suma de desafortunadas coincidencias o a fallas estructurales de seguridad. La primera inició una indagación penal y la otra, una pesquisa administrativa.
El alcalde de Medellín, Alonso Salazar, anunció que mientras los interrogantes se despejan, tanto el Parque Norte como el Aeroparque Juan Pablo II, el otro gran espacio de diversiones que posee el municipio, permanecerán cerrados.

"Tengo que evaluar en detalle si esto es un hecho circunstancial, que puede serlo, o si es que nos falta tener más precaución", dijo el Alcalde al salir del hospital infantil San Vicente de Paúl, donde dos menores de 6 años permanecen conectados a respiradores artificiales y con pronóstico reservado. Los otros dos niños lesionados están fuera de peligro.

Por lo pronto, la Alcaldía asumió el costo de los gastos médicos y los costos funerarios de Juliana Jaramillo, a quien enterraron ayer en la tarde.

El alcalde Salazar prometió que pondrá todo su empeño en esclarecer lo acontecido, máxime cuando la 'Brigada de emergencia' es justo el divertimento en el que más acostumbra montar su hija María cuando visita el Parque Norte.
Dolor en el entierro de Juliana
La iban a promover a segundo grado
Más dolor no podía haber ayer en las exequias de Juliana Jaramillo, la niña muerta en el accidente del Parque Norte. El templo de Los 12 Apóstoles, en el centro de Medellín, se llenó con las compañeritas del colegio Santa Juana del Estonac que cursaban con ella el primer grado, los amigos de juego con los que compartía sus días en el municipio de Bello, vecinos, allegados a la familia y personas del común que los acompañaron. Ni Claudia Gómez, la mamá de la niña, ni Edilberto Jaramillo, el papá, podían contener su llanto. Juliana era su alegría y les había dado muchos momentos de satisfacción. La última gracia de la que se enorgullecen es que era tan buena estudiante que la iban a promover a segundo grado.

El sábado estaba feliz porque iba a conocer el Parque Norte.
Otras cinco víctimas desde 1999
Agosto del 2009
María Victoria Ortiz, fisioterapeuta de 24 años, murió tras recibir un fuerte golpe en su cabeza al final del recorrido del cable-vuelo de 450 metros que funciona en el Parque Nacional del Chicamocha, en Santander. Se bajó del sistema para hacer una foto y recibió el golpe.
Julio del 2009
Un niño de 10 años murió en un giroscopio de Maloka, en Bogotá, cuando, según el expediente, dos operarios del artefacto lo accionaron a gran velocidad, sin tener la experiencia. El niño perdió la vida tras golpearse contra el suelo.
Septiembre del 2006
Un menor de 12 años falleció electrocutado en Puerto Santander (Norte de Santander), cuando intentaba bajarse de una rueda de Chicago, que tuvo que ser detenida por la lluvia. El pequeño cayó bruscamente al piso inundado, en donde algunos cables provocaron una descarga eléctrica.
Agosto del 2004
Chelsy Valentina Cortés, de 3 años, murió dos días después de caer de una rueda de Chicago en el Centro Comercial Plaza de las Américas. La tragedia conmocionó a la capital del país.
Enero de 1999

El joven Jorge Eliécer Moyano murió tras salir expulsado de una montaña rusa en el Parque Camelot, que para ese entonces funcionaba en el Centro Comercial Bima, en el norte de Bogotá.
Medidas de seguridad que les exigen a los operadores
1. Plan de emergencia (brigadas entrenadas y planes de mitigación) avalado por comités locales o autoridades competentes.
2. Salidas y rutas de evacuación adecuadas y señalización clara.
3. Certificación de bomberos sobre la idoneidad de las instalaciones contra incendios y de los planes contra inundaciones sismos, y tormentas eléctricas.
4. Mantenimiento y chequeo diario de máquinas, realizado por personal idóneo.
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