cayó el abusador de 40 mujeres en Bogotá

La Sijín aseguró que Alexánder Holguín Tabares cometió los abusos sexuales desde el 2005.

Cuando los investigadores de la Sijín comenzaron a analizar una racha de abusos sexuales en distintas localidades de Bogotá, en septiembre del 2010, no imaginaron que estaban tras el mayor violador en serie del que se tenga registro en la capital.

Aunque Alexánder Holguín Tabares, alias 'Ojo de vidrio', fue judicializado por un solo caso -aceptó su responsabilidad ante un juez-, las autoridades cuentan con otras 39 denuncias por hechos ocurridos desde el 2005, para aportar al proceso.

Según la Policía, en todos los casos, que afectaron a mujeres entre los 12 y los 39 años, el autor utilizó el mismo 'modus operandi'.

Inicialmente, escogía a su víctima y hacía un estudio de su entorno familiar. Luego, iba hasta la vivienda de las mujeres, generalmente amas de casa, y las engañaba diciendo que él era psicólogo de la empresa donde laboraban los esposos y que estaba allí para adelantar una terapia de pareja.

De igual forma, hacía uso de su poder de convencimiento para decirles que se habían ganado unos electrodomésticos y las invitaba a ver catálogos de distintas marcas, para que ellas escogieran el falso premio.

"Todo indica que estos folletos estaban impregnados con alguna sustancia que hacía que las víctimas perdieran la voluntad, pero no la conciencia", dijo este lunes el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Francisco Patiño.

Era tal el poder psicológico de Holguín, que según la Sijín llegó, incluso, a convencer a personas que en ese momento acompañaban a su víctima para que salieran de la casa, mientras él adelantaba la supuesta terapia privada.

Lo que se logró establecer, por las denuncias que reposan en la Fiscalía, es que este hombre aprovechaba el estado de indefensión de las mujeres para violarlas. Al final, les decía que tenía que llevarse un electrodoméstico como retribución por el premio que ellas se iban a ganar y hurtaba televisores o equipos de sonido.

Siempre actuaba entre las 9 a.m. y las 2 p.m. En cuanto a las víctimas menores de edad -al menos 5 casos- las convencía de ser un psicólogo que las iba a ayudar con sus problemas de rebeldía. "A las menores sólo las tocaba, por razones que estamos investigando", dice Patiño.

Sin embargo, una de las pistas que llevó a las autoridades a concluir que el responsable de las agresiones sexuales era el mismo hombre, fue un defecto que él tiene en el ojo izquierdo.

Las víctimas señalaban que tenía un ojo de vidrio, pero todas describían diferentes colores. Las autoridades encontrarían posteriormente varios lentes en la residencia de Holguín.

Así mismo, las mujeres afectadas coincidieron en afirmar que el hombre siempre llevaba chalecos de color beige, azul o gris; un canguro de color negro y un fólder azul en el que cargaba los folletos.
Senda del violador se extendió a otras zonas
La recolección de pistas en diferentes fiscalías de Bogotá llevó a la Sijín a establecer que existía un violador que, usando el mismo 'modus operandi', accedió carnalmente a una mujer en 2005; a 15, en 2006, y a siete en el 2007.

Holguín estuvo en una cárcel de Nariño entre el 2008 y el 2010, por hechos similares ocurridos en Valle y Cauca entre 1998 y 2003.

Además, le figuraban sentencias por hurto, acceso carnal violento y acto sexual con menor. Sin embargo, fue hasta septiembre pasado que regresó a Bogotá para seguir con su racha de violaciones: la Policía tiene 12 denuncias del 2010 y cinco de este año.

La última, por la que fue llevado ante la justicia, ocurrió el pasado 10 de febrero en el sur de Bogotá.

De acuerdo con el informe de la Sijín, las localidades en las que Holguín actuó fueron Engativá, Rafael Uribe, Suba, Usme, Ciudad Bolívar, Kennedy, Usaquén, San Cristóbal, Fontibón y en el municipio de Soacha.

La Policía logró ubicarlo el pasado jueves en el centro de Bogotá. Estaba pagando 12 mil pesos diarios en un inquilinato, porque diez días atrás se había separado de su esposa.

Una jueza libró la orden de captura el pasado sábado, que se hizo efectiva horas después.