El algodón: una bonanza que no podrá ser El algodón: una bonanza que no podrá ser -------------------------------------------------------------------------------------------- Colombia que llegó a tener un área sembrada anual de relativa importancia hacia finales de la década de los 70 del siglo pasado, 370.000 hectáreas en 1977 que produjeron 485.000 toneladas, hoy siembra escasamente 14.000 hectáreas con una producción aproximada de 36.000 toneladas. Esta precaria situación satisface a las directivas gremiales del sector que viene de atravesar 30 años de penurias y abandono. ¿Qué pasó en Colombia y en América Latina, con contadas excepciones, para que se produjera esta dramática reducción en el área sembrada, la producción, la acumulación de capital y la generación de empleo? Señalemos no más que para 1977 cerca de 350.000 colombianos estaban vinculados directamente a este cultivo y que el valor de la producción en ese año significó el 11% de valor de la producción agrícola, sin café y ganadería. Regiones como el Tolima, el Huila o el Cesar, fincaron parte de su prosperidad en el “oro blanco”. Para comienzos de la década de los 80 las presiones globalizadoras de los capitales excedentarios, especialmente norteamericanos, capitales que se acumulaban en sumas fabulosas por ejemplo en la industria del petróleo debido a los descomunales crecimientos de los precios, empezaron a buscar nuevos mercados para su creciente producción, incluidos los bienes agrícolas y pecuarios. Con el fin de lograr ese objetivo, el gobierno norteamericano, verdadero defensor y promotor de sus productores, diseñó una serie de políticas para colocar los excedentes de su mercado interno en el mercado internacional. Así políticas como los subsidios a sus productores, subsidios a la exportación o las presiones económicas, utilizando organismos multilaterales como el FMI y el Banco Mundial condujeron a que gobiernos débiles y sumisos –uno de ellos el colombiano–, se sometieran a sus dictados desmontando centros de investigación, v.gr. el ICA, o las políticas de crédito subsidiado, o los instrumentos de estabilización de precios y comercialización, como el IDEMA. Para completar el cuadro de desventajas de la producción nacional con la implementación de las políticas de libre comercio se desmontó la protección arancelaria y de franjas de precios, que llevaron a la ruina a los productores nacionales. La diferencia con países del vecindario, con políticas propias e independientes, como Brasil, salta a la vista. Investigación de nivel mundial, créditos baratos, suficientes y oportunos, sistemas de comercialización modernos de gran músculo financiero, etc., los colocan como un ejemplo a seguir. Ojalá hayamos aprendido la lección. |
Respuesta: El algodón: una bonanza que no podrá ser todo lo que hizo USA fue a punta de subsidios......y esperen a que se firme el TLC,,,, ellos con subsidios de 1 millon de dolares y aqui dando 700 pesos de subsidio :( |
Respuesta: El algodón: una bonanza que no podrá ser Cita:
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Respuesta: El algodón: una bonanza que no podrá ser ¡¡Viva la apertura!! ¬¬ |
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