Voto meritocrático y programático
 

Para mejorar su realidad socioeconómica, Colombia necesita concertar la voluntad y esfuerzo político que le ha permitido obtener triunfos sobre las injustificadas y equivocadas acciones de los grupos ilegales, que son síntoma de males estructurales como la inequidad y la exclusión a las restringidas oportunidades del sistema educativo, productivo y financiero, laboral y de seguridad social.

Temas olvidados en campaña y confundidos por el protagonismo de aquellos candidatos, como Santos y Sanín, que pretenden dividirse el legado electoral del Presidente; con un déjà vu publicitario y un discurso ventrílocuo, pretenden dividir la sucesión como si Colombia fuera una empresa familiar.

La noticia positiva es que en el bicentenario de nuestra independencia sí hay fórmulas enfocadas a resolver los problemas estructurales: 1) Vargas Lleras, único candidato con un programa completo, estructurado y valorado de iniciativas de Gobierno (objetivos y estrategias para lograrlos), y 2) los antecedentes que validan al tándem filosófico y matemático integrado por Antanas y Fajardo, que paradójica -pero afortunadamente- hizo giro en 'U' para sumarse a Mockus y Peñalosa.

En mi concepto, estas dos alternativas deben estar en segunda vuelta, por los méritos de sus candidatos; por su coherencia y transparencia; por su disciplina y visión; por su cultura y vocación tecnócrata. De hecho, como no podemos resolver los problemas pensando del modo en que los creamos, el presupuesto no puede continuar sesgado hacia los asuntos militares. Necesitamos reorientar la inversión hacia el desarrollo, preservar el medio ambiente, promover el acceso de la ciencia y tecnología, y el desarrollo articulado de la educación y el emprendimiento, para potenciar el empleo de calidad.

Restaurar la confianza en el mercado laboral, y balancear productividad e ingreso para dinamizar la demanda, interviniendo el desempleo, pues las cifras de informalidad y trabajo no calificado son evidencia de una situación precaria, e implican el deterioro de las relaciones laborales que sustentan las afiliaciones al sistema de seguridad social y bienestar: salud, pensiones y cesantías. Reducir las restricciones financieras para que el estímulo sea efectivo y sostenido, pues la racionalización de costos de la Ley 789 fue paliativa e inelástica.

Se ha propuesto:

1) flexibilizar la jornada laboral; 2) reducir los parafiscales, dado que los conceptos no laborales incrementan en más del 50% el costo total de la nómina; 3) reforma tributaria estructural, estandarizando, ampliando la cobertura y reduciendo las bases gravables; 4) complementar los estímulos vigentes a la inversión en activos fijos productivos, que incorporan tecnología, con otros que respondan explícitamente a la generación de empleo, y 5) modelos de corresponsabilidad empresarial.

Las soluciones deben ofrecer alternativas para la generación de valor en los diferentes grupos de interés, a riesgo de concentrarse en minimizar costos y revivir la paradoja de los últimos años: crecimiento económico sin desarrollo. Muchos candidatos tienen un pasado con méritos; el único aspirante con un programa de Gobierno explícito e integral es Vargas Lleras. Ejemplar, una invitación para que recordemos el espíritu del voto programático.

Respuesta: Voto meritocrático y programático
 

No deberia ser tan descabellado vargas-mocos, pero con el orgullo de german creo que no se va a dar...ni siquiera en segunda man!


Grrrrrrrrrrrr

Respuesta: Voto meritocrático y programático
 

Pero por qué le sigue diciendo 'Mocos'?

Pretende ridiculizarlo o qué? A mi modo de ver usted es el que queda mal.