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Preocupación en el grupo de asesores del “aspirante de Washington” para la presidencia de Colombia, J.Manuel Santos, son claros los indicios que divisamos, “algo no va bien en esa candidatura”.

Ahora, el huésped de la casa de Nariño, pretende revertir lo que ya no tiene remedio y con actuaciones muy semejantes a las puestas en práctica por el otrora presidente Bush, cuando en su campaña presidencial, le dijo a los norteamericanos, que el comandante en jefe no se cambia en momentos de guerra (esa vez la farsa de Irak, le dio resultado)…

El hoy presidente de Colombia sale al ruedo, en defensa de su ex ministro de la Defensa y en claro ventajismo, declarando:

“Los colombianos tenemos que unirnos, ante este nuevo ataque contra el candidato presidencial Manuel Santos”

El dócil presidente sabe que al perder Santos le aguarda una innumerable cantidad de juicios, por sus muy comprometedores nexos con los paramilitares, el narcotráfico, las bases militares aprobadas de manera apresuradas, los falsos positivos, los chanchullos de la compra de votos para su reelección, la cómica que puso con la no aprobación del tratado de libre comercio con los gringos, el espionaje telefónico, etc., etc., etc.…

El sabe que no le será fácil zafarse, en caso de perder su paisa, el ahora salvador de todos sus males. Seguramente inventará una nueva sarta de disparates ante lo que es inevitable, y en sus últimos manotazos de ahogado, no es de extrañarse para distraer a la opinión pública, la "indestructible" computadora de Raúl Reyes, exponga nuevas "evidencias" inculpando, como siempre, a terceros países de todos los males que sufre la maltrecha Colombia, gracias a su ineptitud.

En estos recientes años, se trató de convencer a los colombianos del éxito de las políticas del Uribismo, mientras que la realidad refleja que los desplazamientos continúan siendo uno de los problemas más críticos del país, fenómeno que al parecer es invisible ante las políticas sociales del gobierno de turno, pues aun se ven por las carreteras largas filas de hambrientos hombres, mujeres, niños y ancianos, con sus más elementales bártulos al hombro, caminando sin norte.

Se inventaron empresas promotoras de salud. Las cuales reciben la plata de los contribuyentes y del estado. Estas se han caracterizado por negar todos los derechos de salud, es un sistema de medicación cruel, ilegítimo, corrupto. Porque por cada “carné” del régimen subsidiado reciben un monto de dinero del estado, si este no se gasta se queda en esa empresa, por esta razón afilian muertos, repetidos, gente de otro municipio ya que solo cubre en su municipio, a sus amigos ricos o a quienes voten por ellos, empresas denominadas E.P.S. Se las a denunciado por participar en política a favor del gobierno y los grupos paramilitares, las AUC.

Sistema que ha cerrado los principales hospitales del país, y ha dejado sin asistencia de salud a los pobres, a los trabajadores. Sistema privado que está en decadencia, ya que aumentan las patologías prevenibles, la epidemiología en Colombia es desastrosa por esta ley que tenía como fundamental la prevención, situación que no se ha realizado sino que estos recursos fueron a parar a los politiqueros y fortalecer al sector privilegiado, ya que los recursos girados y manejados por estas empresas son elevadísimos.

El gobierno colombiano manejó la lucha contra las drogas con parámetros propagandísticos que no atienden la realidad. La alianza antidroga gringa sigue sin dar los resultados anhelados. Estados Unidos (EEUU) continúa siendo el primer país consumidor de drogas ilegales en el mundo, mientras Colombia sigue siendo el mayor productor de cocaína y heroína del mundo, con un gobierno asociado a los grupos criminales que estarían también buscando incursionar ahora en el contrabando de metanfetamina (crank). Los más grandes capos de los narcóticos son sus más allegados aliados al momento de alcanzar sus objetivos políticos. Obviamente será silenciado todo aquel que intente denunciarlo y no se verán televisados como debe ser, ni mencionados por prensa.

Los programas, que el gobierno implementó contra el narcotráfico, responde al interés del gobierno de Estados Unidos y no a las necesidades de los campesinos que cultivan coca y adormidera. El país no tiene agenda propia sobre el narcotráfico, porque obedece, “a políticas y estrategias de afuera”, sin importar los graves efectos ambientales que ocasiona la fumigación aérea y las mas de 400.000 familias, en su mayoría miserables y desplazadas por la violencia de otras regiones del país, que tuvieron que asentarse en las regiones más alejadas de los centros desarrollados, donde la tierra no tenía propietarios por ser selvas inhóspitas. Esa casi imposible supervivencia, en condiciones infrahumanas, se vio en cierto modo “aliviada” cuando se desarrolló el negocio de la coca. Comenzaron a llegar intermediarios que costeaban los primeros gastos del cultivo o del procesamiento de la hoja de coca y luego venían a comprarles la producción.

El ex senador colombiano Luis Eladio Pérez, quien permaneció siete años en poder de las FARC, afirmó " la miseria lleva a los niños de mi país a insertarse en la guerrilla ante la falta de atención del estado a sus necesidades".

Aseguró tambien que “los factores estructurales que generan la violencia en mi país son: la miseria, el abandono y la falta de oportunidades, flagelos que no se resuelven por las armas, sino a través de una política de inversión social muy fuerte”.

“El Gobierno del Presidente Uribe es el mayor responsable de la crisis, pobreza, indigencia y miseria que se vive actualmente en el país”, dijo el Senador, Jorge Guevara, tras conocer las declaraciones del director de Planeación Nacional.

Para el congresista es un exabrupto decir “que es bueno” que el 46% de la población fuera pobre y que el 17,8 por ciento se encontrara en la indigencia, es decir casi 30 millones de colombianos en esta situación.

Además dijo, “la reforma laboral, que no es otra cosa que el recorte de los derechos de los trabajadores; la reforma tributaria, que defiende los bolsillos de los ricos, y una política económica orientada a favorecer las rentas financieras, son las que han debilitado la economía y han llevado a la precarización del trabajo y la generación de más pobreza”.

Es de señalar que el desempleo llegó al 15,6%, es decir más de 3 millones de desocupados; la producción industrial registró una caída de 7,6% y de 4,3% por ciento en las ventas minoristas en el último trimestre de 2009, cifras que según el congresista, mantendrán la tendencia, “puesto que las personas no tienen con qué comprar”.

La preocupación aparece en un selecto sector del Uribismo, no se pueda considerar patológica, sino como un intento desesperado por resolver un problema que amenaza el radio de acción de la burguesía colombiana y que se convertirá en un grave problema para el actual presidente, si no llega a buen término la función del títere que le fue encargada a Manuel Santos.