DeNunCianDo - ¿Traidora?

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¿Traidora?

http://www.semana.com/photos/%5C1459...417_154755.jpg Nación Puede que Piedad Córdoba se haya extralimitado en sus funciones como mediadora con las Farc, pero será difícil probar que colabora con esa organización y descabellado acusarla de traición a la patria.
Si en el pasado Piedad Córdoba hubiera actuado con la prudencia que se le ha visto en el último año, probablemente no estaría en problemas, como lo está hoy. El procurador general de la Nación, Alejandro Ordóñez, acaba de levantarle pliego de cargos, primero, por su eventual colaboración y promoción de las Farc, y, segundo, por atentar contra la unidad nacional.

Respecto al primer cargo que le endilga, Ordóñez hizo un exhaustivo recuento de los correos que se cruzaron Piedad, 'Raúl Reyes' y otros miembros de las Farc, que fueron encontrados en el computador de ese jefe guerrillero después del bombardeo a su campamento en marzo de 2008. Por dichas comunicaciones, firmadas en su mayoría por 'Teodora' o 'Teodora de Bolívar', a la Procuraduría le queda claro que la senadora fue más alla de su papel como mediadora para el intercambio humanitario, y que termina aconsejando, opinando o dándole información a la guerrilla. Muchos de los indicios que encuentra la Procuraduría tienen que ver con comentarios de Piedad, que aunque resultan molestos, están en el terreno de su libertad de expresión, como decir que comparte la plataforma de las Farc o que admira a 'Tirofijo'.

Por eso su defensa legal se basará en el artículo 185 de la Constitución, que dice que la opinión de los congresistas es "inviolable" y la mayoría de los correos son conceptos políticos de la senadora, muy controvertidos por cierto. Hay también correos en los que Piedad parece intervenir en decisiones de la guerrilla sobre cómo mandar, por ejemplo, las pruebas de supervivencia o cómo lograr mayor efecto político. Pero valga decir que muchos de estos correos no son de ella, sino conversaciones que se dan entre uno o varios miembros de las Farc donde la mencionan a ella.

Adicionalmente, la defensa de Córdoba se fundamentará también en que Ordóñez no tendría facultad para investigarla disciplinariamente, dado que el Congreso tiene mecanismos internos para llevar estos procesos. En este punto hay una larga discusión jurídica. Paradójicamente, el propio Procurador, luego de su elección, se ganó muchas críticas cuando anunció que promovería una reforma para quitarle a ese despacho la investigación disciplinaria de los congresistas y que esta quedará en manos del Consejo de Estado que es el que hoy tiene facultad para quitarles la investidura.

El segundo cargo que la Procuraduría le levantó a Córdoba es el de haber presuntamente cometido actos tendientes al fraccionamiento de la unidad nacional, lo que en otras palabras se conoce como traición a la patria, especialmente cuando llamó en México y Estados Unidos a que los países progresistas rompieran relaciones con Colombia. En este caso, los argumentos del Ministerio Público son mucho más criticables. En primer lugar, porque lo que ha hecho la congresista es emitir opiniones contra un gobierno, no contra el Estado como tal y aunque son polémicas, y rechazadas por mucha gente, no ponen en riesgo la seguridad nacional ni benefician a un país con el que Colombia esté en guerra, por ejemplo.

La Procuraduría ya había investigado a Córdoba por esta conducta y había archivado su caso en 2007. Para justificar la reapertura, Ordóñez dice que hay hechos posteriores que ameritan estudiar las pruebas usadas en el pasado y ponerlas en otro contexto. Llama la atención, sin embargo, el doble estándar del Procurador, pues en el controvertido caso de Yidis Medina, su argumento fue exactamente contrario, y decidió no observar las pruebas pasadas y empezar de cero.

La decisión del Procurador ha tenido una lectura política. Muchos creen que es una jugada para incomodar a la Corte Suprema, que hace dos semanas lo citó a versión libre por eventuales irregularidades en su fallo sobre la Yidispolítica. Ordóñez buscaría, según muchos observadores, demostrar que la Corte, que ha sido tan severa con los parapolíticos, no ha hecho nada con el proceso que se le sigue a Piedad en ese tribunal, donde reposan muchas de estas pruebas. Muy en la línea de las críticas que ha hecho el presidente Uribe, en el sentido de que la Farcpolítica no avanza.

Aunque juristas como Alfonso Gómez Méndez consideran que los cargos contra Piedad Córdoba "son gaseosos", lo cierto es que le espera un largo camino para demostrar que su labor humanitaria, acompañada de una extrema locuacidad, no la llevó a favorecer a las Farc. Una amarga lección de prudencia.