Francia: La revuelta de los pueblos

Otra perspectiva:

Cita:

Los ‘chalecos amarillos’ de Francia: un movimiento que sigue sus propias reglas Por ADAM NOSSITER 7 de diciembre de 2018 Las exigencias de los llamados Chalecos Amarillos en Francia son similares a aquellas de otros movimientos populistas, pero el levantamiento no está relacionado con ningún partido político, mucho menos con uno de derecha. Credit Alain Jocard/Agence France-Presse — Getty Images PARÍS — Demasiado poco, demasiado tarde: esa fue la respuesta esta semana de los llamados manifestantes de los “chalecos amarillos” ante la repentina marcha atrás que dio el gobierno francés al aumento del impuesto sobre la gasolina. Los “chalecos amarillos”, quienes han convulsionado Francia con protestas violentas en las últimas semanas, afirman que quieren más, mucho más, y lo quieren ahora, no después: impuestos más bajos, salarios más altos, liberación del continuo temor financiero y una vida mejor. Esas exigencias más profundas, la incapacidad del gobierno para mantener el paso y un resentimiento feroz contra las ciudades prósperas y exitosas corre como un cable electrificado que conecta levantamientos populistas en Occidente, incluidos los del Reino Unido, Italia, Estados Unidos y, en un grado menor, Europa central. El vínculo entre estos levantamientos, más allá de las exigencias, es un rechazo a los partidos, los sindicatos y las instituciones gubernamentales existentes, los cuales se perciben como incapaces de canalizar la profundidad de sus reclamos o de ofrecer un refugio en contra de la inseguridad económica. Sin embargo, lo que diferencia a la revuelta en Francia es que no ha seguido el manual populista de siempre. No está atada a un partido político, mucho menos a uno de derecha. No se enfoca en la raza ni en la migración, y esos puntos tampoco aparecen en la lista de exigencias de los “chalecos amarillos”. No la encabeza un líder que escupe fuego por la boca. El nacionalismo no está en su agenda. En cambio, el levantamiento es en gran parte orgánico, espontáneo y autodeterminado. Sobre todo, se trata de las clases económicas y gira en torno a la incapacidad de la gente para pagar las cuentas. En ese aspecto, se parece más a Occupy, las protestas en contra de Wall Street que iniciaron los trabajadores pobres de Estados Unidos. En París, se dio en las calles con las tiendas de lujo, la avenida Kléber y la calle Rivoli —símbolos del privilegio urbano que contrastan con las provincias anodinas de donde surgieron los “chalecos amarillos”— donde el 1 de diciembre rompieron esc******es. No obstante, el movimiento también proviene de una profunda desconfianza hacia las instituciones sociales, pues se percibe que estas funcionan en contra de los intereses de los ciudadanos, y que serán una dificultad particular para que el gobierno resuelva esta crisis. Los “chalecos amarillos” desprecian a los políticos y rechazan a los socialistas, la extrema derecha, el movimiento político del presidente Emmanuel Macron y a todos los que se encuentren en medio. Emmanuel Macron, presidente de Francia, al centro, en París el 2 de diciembre. Su respuesta les parece insuficiente a los Chalecos Amarillos. Credit Etienne Laurent/EPA vía Shutterstock El movimiento fue “totalmente inesperado para los partidos”, comentó el politólogo Dominique Reynié. “El sistema está en crisis”. De hecho, por lo menos hasta ahora, el movimiento de Francia sigue relativamente poco estructurado. Aún no se lo han apropiado la nacionalista de extrema derecha Marine Le Pen ni el líder de la extrema izquierda Jean-Luc Mélenchon, por mucho que intenten reclamarlo como suyo. Y justo eso hace único al movimiento de Francia, en comparación con, digamos, el Movimiento 5 Estrellas en Italia, el cual surgió de una aversión similar hacia los partidos políticos y una desconfianza en las élites, y que se ha mantenido como la expresión auténtica de la voluntad popular. Se pueden decir muchas cosas similares del Partido de la Independencia del Reino Unido, el cual le dio voz al brexit y al rechazo público de las estructuras de la Unión Europea, así como a sus divisiones de clases con Londres. O, si estamos en esos territorios, podría decirse lo mismo del presidente Donald Trump, quien menosprecia a las instituciones; sus simpatizantes de las zonas rurales y de más allá de los suburbios coinciden con él. “Existe el mismo grado de miedo, ira y ansiedad en Francia, Italia y el Reino Unido”, comentó Enrico Letta, ex primer ministro de Italia que ahora da clases en el Instituto de Estudios Políticos en París. “Esos tres países tienen el nivel más alto de desfase de clases”, explicó Letta. Durante los treinta años posteriores a la Segunda Guerra Mundial “estuvieron en la cima del mundo”, comentó Letta, “en el mismísimo centro”. Estos países “solían vivir con un nivel muy alto de bienestar promedio”, mencionó. “Ahora, hay un gran temor de que todo pueda desaparecer”. Ese miedo trasciende a todos los demás. Por lo tanto, en Italia, la propuesta del Movimiento 5 Estrellas de un “ingreso ciudadano”, o un ingreso garantizado parecido a un seguro por desempleo, sirvió para que el movimiento conquistara el sur empobrecido del país. En el Reino Unido, se vendió el brexit en parte como un escape de las restricciones financieras de la Unión Europea, las cuales se percibían como incapacitantes. La violencia en algunos vecindarios acaudalados en París simboliza el odio hacia los "ganadores" en el sistema global, afirman analistas. Credit Thibault Camus/Associated Press “Hay una angustia social que existe prácticamente en todas partes”, comentó Marc Lazar, especialista en historia italiana del Instituto de Estudios Políticos. “La gente que está muy preocupada por el futuro no solo está sufriendo, sino que tiene una profunda desconfianza en las instituciones y los partidos políticos. Esto se puede ver en todas partes de Europa”. En Francia, la combinación de descontento y desconfianza ha creado una fuerza en expansión de los “chalecos amarillos” y lo más seguro es que aún no esté cerca de alcanzar sus límites. La protesta ya ha cambiado de una revuelta por un pequeño aumento al impuesto sobre el combustible a demandas por mejores salarios y más. Manifestantes en Guéret, Francia. La combinación de descontento y desconfianza ha hecho de los Chalecos Amarillos una fuerza en crecimiento. Credit Andrea Mantovani para The New York Times “El impuesto a la gasolina fue solo el inicio”, señaló Tony Roussel, vocero del movimiento en Marsella. “Ahora están todos los demás impuestos. Están los salarios. Está el salario mínimo”. La respuesta del gobierno ha sido especialmente tensa. Por un lado, hay altos funcionarios que expresan empatía, pues no se atreven a oponerse porque las encuestas muestran un gran apoyo por el movimiento; por el otro, los mismos funcionarios están furiosos y exasperados por el desafío violento a la estructura institucional de Francia. El resultado es una especie de parálisis que detiene ajustes y lo más probable es que esta situación provoque más desafíos. “Aún no han entendido nuestras exigencias”, dijo Roussel por teléfono esta semana. “Esto fue como un petardo en el agua”, señaló para referirse a la suspensión de seis meses que realizó el gobierno al aumento sobre el impuesto al gas. Las protestas no se detendrán, prometió Roussel, hasta que se hagan concesiones más profundas.

Fuente: NYT

-

MIS POSTS DE HOY

Benditos ligueros (actualización) ----- Jeans calientes (actualización)

yo creo que es el fin de la union europea, el nacionalismo esta creciendo en todo lado, la gente esta casnada con muchos aspectos, como economia, migracion, calidad de vida, etc



Los partidos de ultra derecha van ganando terreno en espana, alemania, suecia, etc. y muchos piden salida de la union, tambien con la salida de merkel es otro golpe duro a la union.

Otra perspectiva:

Los "chalecos amarillos" son los petroñeros franceses...

ud resumio todo el articulo en esa oracion,,,

Es cierto, aunque los artículos pretenden explicar el movimiento caótico de los "chalecos amarillos" poniendo énfasis en que no responden a una ideología determinada, ni tampoco tienen líderes reconocidos. Mucho menos reivindicaciones únicas.

Lo que se percibe es la desconfianza hacia las instituciones. Se protesta contra todo, sin pausa ni medida. El miedo los mueve. Miedo a perder lo alcanzado y ser arrastrados a la pobreza que creían superada. Y ante el individualismo rampante, son las tribus urbanas, cada cual por su lado, las que ocupan las calles.

-

MIS POSTS DE HOY

Benditos ligueros (actualización) ----- Jeans calientes (actualización)

Este es mi pensar.



El problema es que en francia como en muchos paises de la UE, los beneficios sociales pues eran demaisados o altos, es decir mucha gente podia no trabajar, largo tiempo de maternidad, desempleo, sistema de salud universal, etc.


El problema es que el dinero para todo eso tiene que salir de algun lado y de donde saca dinero el estado? de los impuestos o de endeudamiento.....


El estado no tiene mas dinero que el que las personas ganan por si mismas y si el estado quiere gastar mas dinero solo lo puede hacer de dos formas, o endeudando al pais o subiendo impuestos.


El pensar que alguien mas pagara no es asi, ese alguien eres tu, cada persona, eso mucha gente no lo entiende. Por que no hay dinero publico sino de los contribuyentes.



Ahora en tiempos recientes por muchos motivos es mas la gente que no aporta como los immigrantes, tambien los costos de todo han subido, asi que el dinero para todas esas cosas no alcanza, que hace el gobierno? sube impuestos y quienes pagan? los que trabajan o clase trabajadora, media, etc por que por lo general a los bajos ingresos es a los que mas le dan de ese dinero que aporta la clase media en forma de subsidios u otras ayudas, sin mencionar los programas como sistema de salud universal.



En europa tambien es mucha la clase media que no trabajaba o vivia de programas sociales, etc.



Un problema que yo veo es por ejemplo a Alemania llegaron mas de un millon de refugiados en los cuales su gran mayoria han recibido ayudas del estado o viven del estado, cuanto cuesta mantener a esa gente? Ahora miremos Francia, Suecia, Italia, Etc. eh ahi el renacimiento del nacionalismo y la ultra derecha en paises donde por decadas no se veia eso.



Es el mismo problema que tenemos en Colombia con los Venezolanos por ejemplo. Toca darle dinero a ellos cuando ese dinero podria ir a la educacion, salud, vivienda, etc de los Colombianos que si han aportado.



Y hemos visto que ha echo el gobierno de nuestro pais, impuestos y mas impuestos, eso que hace? ahorca a la case media y baja de cualquier pais, y con obvias razones se van a rebelar cuando su calidad de vida se esta viendo amenazada por estupidces que ha cometido el gobierno......solo por quedar bien o ser politicamente correcto sin preocuparse primero por sus propios ciudadanos.


Por eso esto de los chalecos amarillos se ha regado a otras naciones que tienen los mismos problemas.

Para Reflexionar.... PARA REFLEXIONAR!!!!... Para.... REFLEXIONAR??!!!

Cesarclito mamertooooooo usted se delata con esos encabezados tan zurdoooooos "PARA REFLEXIONAR"!!!!

Que clase de ideologia zurdaaaa le quiere ud inculcar a la gente de bien??!!! PARA REFLEXIONAAAAR??? que hay que reflexionaaaar si uds los zurdooooos son una escoriaaa hay que acabarlooooos

que clase de mierda petroñera es eso de reflexionar, si los ciudadanos de bien no pensamos, obedecemooooos!!


.....


jajajajajajaja si se siente hasta bien escribir tanta basura, con razón estos obtusos se expresan así.

"mamerto" "zurdo" "petroñero" creo que todo el dia usan estas palabras en todo lo que hacen.

Pues me parece muy interesante lo que está sucediendo con los chalecos amarillos en Francia, para un país que tiene el estándar de vida de este país europeo, pero que además es heredero de una tradición de protesta y critica social muy aguda y desarrollada hacia sus gobernantes. Definitivamente es una nación en la que la gente sabe que los gobernantes son solo representantes y no dueños del país y no tienen problema en hacérselo saber así sea de la manera más cruda y directa.

También es un reflejo de los problemas de este sistema económico a nivel global, que incluso en las naciones más ricas, genera una enorme desigualdad y que no se subsana con retórica barata y apologías miopes al enriquecimiento individualista descontrolado.

El viejo truco de culpar por todo a los inmigrantes es bastante antiguo, los judíos y los gitanos tienen una vasta experiencia en el tema de ser chivos expiatorios, pero no es más que una obtusa perspectiva para no reconocer problemáticas de fondo más complejas o las responsabilidades históricas que ciertos pueblos al parecer quisieran ignorar.

Muchas naciones de Europa cimentaron su riqueza gracias al sistema colonialista que explotó numerosos países de África y Latinoamérica durante varios siglos, países que dejaron empobrecidos y relegados en su desarrollo, donde en muchos casos su población solo tiene en la actualidad, dentro de sus escasas alternativas, emigrar.

Jugar la carta de los migrantes para explicar y buscar culpables de las crisis, es una opción, además de populista, facilista y mezquina, que solo intensifica el odio y disfraza las circunstancias complejas y las responsabilidades propias..

Me hizo acordar de una frase de Alfonso X de Castilla, ("El sabio") a quien le debemos el inicio de la la prosa en castellano, con sus obras literarias, científicas y jurídicas a las que le dedicó tiempo pese a a haber vivido entre revueltas, luchando contra moros y contra su propio hijo, el infante Sancho.

Vida fascinante que nos dejó perlas de sabiduría. Recuerdo con delectación ésta, que parece vislumbrar nuestra época presente, donde la banalidad es la regla y el pensamiento es tan escaso quizás porque se le cobra IVA neuronal:

Cita:

"Los cántaros, cuanto más vacíos, más ruido hacen"

-

MIS POSTS DE HOY

Benditos ligueros (actualización) ----- Jeans calientes (actualización)