Íngrid Betancourt anuncia apoyo a Gustavo Petro

El problema para Petro es que el voto de Ingrid Betancur es simbólico, como el del actor Gustavo Angarita o el del prestigioso abogado Rodrigo Uprimny o el del columnista Antonio Caballero. Tienen reconocimiento dentro de la opinión pública pero no aportan muchos votos reales que son los que al final cuentan en las urnas.

Aparte de eso, y se le recalcó a lo largo de la campaña de la primera vuelta, es que su imagen negativa es muy alta, alrededor del 42%, y esto al final pesa mucho en la segunda vuelta. Habérsele atravesado como mula muerta a Fajardo, arrebatándole el apoyo de buena parte de los verdes y el Polo, le hizo ganar por poco su pase a la segunda vuelta.

Pero era obvio que hasta ahí llegaba su techo porque todo el establecimiento se iba a unir en su contra y los votos del centro no los iba a sumar porque son de opinión que no siguen a caudillos sino a ideas. En mi caso, por ejemplo, voté por el programa de Fajardo porque consideré que su apuesta a la educación como pilar de la Colombia del futuro era la mejor opción.

Pero que me venga a decir este caudillo de marxismo trasnochado, soberbio, marrullero y pésimo administrador, que debo votar por él para arreglar el desastre que dejó al impedir con su verbo culebrero que una opción diferente a los extremos gobernara y le haya tendido tapete rojo a la marioneta de Uribe, es el colmo del descaro.

El centro que buscaba la concordia perdió esta batalla, pero demostró que hay un camino diferente al caudillismo y la corrupción y seguirá abriéndose paso en busca de un mejor país. Por ahora, al presente de los insultos y las bajezas entre dos sectas fundamentalistas, responderá con el voto en blanco o la abstención. La próxima batalla será apoyar en las urnas dentro de tres meses la consulta popular contra la corrupción, recién aprobada en el congreso.

Faltan 8 días para que comience la mejor fiesta del mundo y le daremos vuelta a esta pagina de mordiscos, zancadillas y puñaladas traperas. ¡Que viva el fútbol!