‘Raul Reyes’, acusado de violencia sexual en informe de Memoria Histórica

De Raúl Reyes siempre me fastidió su soberbia, su sobradez, posando como dictadorzuelo cuando le mandaba mensajes a la opinión pública sobre la Colombia que quería construir sobre las bases de un marxismo-leninismo mandado a recoger.

Igual de detestable era el "Mono Jojoy", pavoneándose frente a los campos de concentración que construyó en la selva para tener allí como animales a los soldados y policías secuestrados. Y no hablemos del "Paisa" y tantos otros jefes guerrilleros desalmados.

Ambos, Reyes y Jojoy, murieron en su ley, la de la violencia irracional que se lleva por delante la cordura y siembra el odio en sus víctimas.

Sobre los abusos sexuales de los actores de la guerra hay muchos documentos. Guerrilla, paramilitares y agentes del Estado convirtieron a las mujeres en un infame botín sexual.

Hoy, el diario El País de España habla sobre la historia de Sandra González y su violación por paramilitares, y el movimiento que lidera para apoyar a las mujeres que sufrieron abusos durante esta guerra que queremos dejar atrás.

Imposible castigar cada acto criminal en una guerra que se llevó por delante todos los valores que habían construido generaciones pasadas y de ahí que, como en todo proceso de paz, haya que acudir a la justicia restaurativa cuyos pilares son la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición.

El reto es enorme y si miramos el mundo, cumplir todas las expectativas es imposible, pero el parar este desangre ya es un logro. El otro es que los crímenes de lesa humanidad cometidos por los principales criminales tengan su castigo.

La controversia apenas empieza y durará muchos años como en Irlanda del Norte, Sudáfrica, El Salvador, Chile o Argentina. Ceder nunca es bueno, perdonar es muy difìcil y desterrar la venganza es aún peor, pero alguna vez había que parar este conflicto que tanto daño nos causó.

No hay que confundir peras con manzanas. Cuando se habla de venganza es la cadena de crímenes que se forma entre bandos enemigos. A una matanza se responde con otra matanza, al asesinato de unos líderes se responde matando a los del bando contrario... Es la Ley del Talión sobre la que Ghandi habló alguna vez: "Con el ojo ojo por ojo al final todos quedan tuertos"

La justicia, en cambio, es darle a cada quien lo que se merece en la resolución de conflictos, de acuerdo con la escala de valores de la sociedad que la lleve a cabo.