El follow de Popeye y el trino de Tanja
por Rodrigo Gallo
Hace unos días, por un trino que emití desde mi cuenta de Twitter donde publiqué un panfleto presuntamente de la autoría de la organización narcoterrorista Farc, sucedieron dos hechos que, aunque podrían parecer simplemente anecdóticos, me llevaron a considerar unos aspectos comportamentales de nuestra sociedad, que vistos con el lente de la reflexión, son cuando menos preocupantes.
A raíz del sucinto trino, me empezó a seguir John Jairo Velásquez, más conocido por su apodo “Popeye” y emitió una respuesta al mismo. Debo confesar que tuve que considerar unos pocos minutos, sobre qué era lo que la coherencia me dictaba hacer. En un principio, consideré la posibilidad de ignorar su respuesta y de contera, su Follow, pues no es un secreto que en su haber, tiene la comisión de una gran variedad de crímenes durante su permanencia en el Cartel de Medellín. Convencido como soy de la necesidad de castigar moralmente a quien ha delinquido, pensé tomar esta alternativa, pero acto seguido, entró a jugar el hecho insoslayable de que el señor Velásquez fue condenado por la justicia de la república, y pasó 23 años en la cárcel. Ahora en libertad condicional, habiendo saldado su deuda con la sociedad, consideré que “Popeye” debería ser tratado como un ciudadano común y corriente mientras su comportamiento se mantenga bajo el manto de la ley.
Considerando que fue castigado por sus crímenes, pude dirigirme a él con respeto para contestar su trino, y sostener una corta conversación. De esa charla surgió un asunto de la mayor importancia; aun siendo un hombre sin pendientes con la sociedad, ha sido víctima del rechazo de la misma, lo cual si bien no es justificable, es comprensible debido a la magnitud del daño causado, y aunque es algo que debe remediarse, no es otra cosa que las consecuencias de sus propios actos; ello me lleva a pensar, sobre qué clase de sentimiento va a generar en la sociedad, el hecho de que los sanguinarios criminales de las Farc no van a recibir castigo por sus horrendos crímenes. No se necesita ser adivino para inferir, que además del lógico rechazo del que van a ser objeto, en ellos puede llegar a confirmarse una vez más la máxima que reza que donde la justicia no opera, hace nido la venganza. Así las cosas, dudo mucho que otorgarle impunidad a estos asesinos, vaya a traer consigo algún tipo de paz, y por el contrario va a incubar una nueva era violenta en donde ellos, y de manera colateral todo el país, van a ser víctimas de ocasión. Flaco favor les hace el acuerdo.
Por otra parte, la terrorista holandesa Tanja Nijmeijer, alias Alexandra Nariño, me increpa por la autenticidad del documento posteado. Ahí, por supuesto no tuve que pensar ni meditar mi respuesta que fue lacónica pero firme “Lo siento, pero no hablo con asesinas. Purgue una condena y luego si atrévase a hablarme”. No puedo ir en contravía de mis principios, y en ellos está contenida la convicción de que los ciudadanos de bien, no podemos convertir en interlocutores válidos a los delincuentes impunes.
Sorprendentemente, me vi atacado por una horda de seguidores de “la paz” quienes mostrando un amplio catálogo de improperios, me cuestionaron el hecho de decirle asesina a una asesina. Celebraron incluso lo que ellos consideraron un desmentido (Claro, en su proceso mental, si un asesino dice “yo no fui”, pues no fue). Olvidando los atroces crímenes de las Farc, los elevan a una categoría de prohombres a los que no se les puede decir la verdad. De tal manera que el merecedor de la censura y el reproche es el ciudadano de bien, cumplidor de sus deberes patrióticos, que no ha cometido crimen alguno, y la merecedora de la defensa es una asesina que lleva sobre sus espaldas la vida segada de cientos de compatriotas. La inversión de los valores es un hecho cumplido en nuestro país. Lo que más me aterró de este comportamiento, fue que fuera exhibido por personas del común, por ciudadanos como usted o como yo. No puedo decir que quienes me atacaron sean integrantes de la organización terrorista, lo cual sería en cierto modo algo normal; no, lo aterrador es que son personas que, de nuevo, como usted o como yo trabajan honestamente para sus familias, y que estoy seguro, tampoco han cometido delito alguno. Sin embargo, me graduaron de enemigo por el hecho de decirle asesina a una asesina.
Preocupante en grado sumo, pues ello evidencia la profunda enfermedad que padece nuestra sociedad. Creo que vistos los acontecimientos, no tenemos más remedio que pasar por el terror que se avecina, para ver si por la vía del sufrimiento, aprendemos lo que no aprendimos por la vía de la razón. Duele.
i
AD: Si contra todo pronóstico, los que nos oponemos a este esperpento estamos equivocados, de nada servirá haber desmovilizado a las Farc, pues de nuestra enferma sociedad nacerá rápido su reemplazo. El narcotráfico es un negocio extremadamente atractivo. Lo dimos todo, por nada.
Para Ingresa a Denunciando.com por medio de TapaTalk Clic ACA 
Temas Similares 
, 14:35:15
El follow de Popeye y el trino de Tanja
Calificación: de
5,00 
No Calculado 
Re: El follow de Popeye y el trino de Tanja
