Cartas a Pancracio

RICARDO69 · 22-07-2016 , 21:27:13

Cartas a Pancracio (1)

por Mauricio Villegas | Jul 21, 2016

Estimado tío Pancracio:

Te escribo estas líneas con el amor, aprecio y respeto que te tengo. Podría habérselas dirigido a algún colega y haberle suprimido ese amor que te profeso. Pero no. Fue a vos. Y extensas a propósito. Porque cuando se escribe con el corazón, se recurre a la sensatez para evitar herir a quien se ama.

Hemos tenido diferencias toda la vida, pero han sido aquellas que generan pasiones las que nos han acalorado. No obstante, siempre hemos antepuesto el amor que nos une a las diferencias pasionales. En fútbol, en religión, en política.

Anteponiendo ese amor a lo circunstancial, te escribo esta carta sobre la situación que atraviesa hoy Colombia. Puedo no ser tan preciso como tú en datos históricos, máxime cuando tú los viviste en carne propia y yo, sin haberlo recibido como educación ni en el colegio ni en la universidad, tuve que leerlo de otros y estudiarlo por cuenta propia para hacerme una idea y autoresponderme cada porqué que me surgía a cada línea que profundizaba en mi conocimiento.

De la geopolítica a la micro.

Tras la Segunda Guerra Mundial, se fundó la Organización de las Naciones Unidas con el ánimo de defender los Derechos Humanos y evitar que el mundo desapareciera del mapa porque algún loco espichó un botón rojo. Y es que valga decir que el poder atómico pasó al nuclear y hay quienes hoy hablan de los quarks.

El 9 de abril de 1.948, pasó a la historia como el bogotazo cuando en plena calle séptima asesinaron a Jorge Eliécer Gaitán, el mismo que meses antes había llenado la Plaza de Bolívar con banderas y camisas negras. Pero la historia del colegio sólo nos contó hasta ahí. Nunca nos enseñaron hacia dónde iba Gaitán.

Ese día Colombia, con su vocación democrática como la democracia más antigua de América después de la de Estados Unidos, había convocado al hemisferio para la creación de la Organización de los Estados Americanos, un organismo regional que atendiera los llamados de Naciones Unidas pero más aterrizados a los intereses americanos. Pero sobre todo, para la protección de los principios democráticos y de protección a los Derechos Humanos.

Ese día en contraposición, fueron convocadas las juventudes comunistas latinoamericanas para manifestarse en la Plaza de Bolívar, en contra de la creación de ese organismo “imperialista”. Allí estaba gritando arengas comunistas y antiimperialistas en la Plaza de Bolívar Fidel Castro. Eso dicen. La semilla comunista, la misma que había matado de físico hambre a más chinos que lo que tiene la población colombiana hoy, ya estaba siendo sembrada en América Latina entre trabajadores, docentes, campesinos y estudiantes, por sociópatas como el Che Guevara (quien más tarde confesara ante Naciones Unidas que había fusilado y seguiría fusilando cubanos, aún cuando era argentino) o el mismo Gabriel García Márquez, que más tarde pondría su fama al servicio de la revolución tal como consta de su puño y letra, en su libro Periodismo Militante. Nada diferente a su voluntad expresa se esperaría de su legado en la creación de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano.

Fue por allá en aquellos días en los que apenas yo nacía y vos ya leías libros de grueso calibre, cuando se dio lo que el mundo conoció como la Guerra Fría. A vos te tocó eso de la famosa crisis de los misiles que yo sólo pude conocer como recuerdos de una historia de fantasía o como canciones de Silvio Rodríguez tras mi paso por las tres universidades públicas más grandes de Colombia y mientras era adoctrinado por elenos en un paseo al corazón de la utopía comunista en comunidades indígenas, con un café y un cigarrillo después de un almuerzo, o con un ron, unas tetas de mulata sensual contra mi pecho y la camisa empapada de sudor a ritmo de salsa. Yo tuve que estudiar. Autodidacta porque la academia no va a hablar en contra de sus convicciones. Y porque nunca he sido de tragar entero y no pensaba quedarme con el adoctrinamiento hormonal o pasional. Jamás superé la etapa infantil del porqué.

Comencé mis estudios en Comunicación Social en una facultad creada por uno de los mayores teóricos del mundo en la materia: Jesús Martín Barbero. Y desde aquellos días comencé a preguntarme qué carajos pasaba en Colombia. Ni el haber visto matar gente ni el haberme tenido que esconder debajo de los carros en mi pubertad durante la llamada guerra contra Pablo Escobar para no ser el siguiente muerto, me hicieron pellizcar; en aquel entonces cuando Medellín era considerada la segunda ciudad más peligrosa del mundo después de Beirut que estaba en guerra.

Fue sólo años más tarde en plena era Pastrana, con un sentido más crítico frente a la vida y algo de formación, que pude recorrer la autopista Medellín – Bogotá 4 veces. Quizá fue revelar con mis propias manos, en laboratorio, un par de desteñidas fotos en blanco y negro que me quedan de ese escenario, lo que me hizo comprender la magnitud. Me sentía recorriendo en carne propia las escenas de aquella serie de televisión llamada La Misión del Deber mientras escuchaba como buen rockero esa espectacular canción del año 66 de los Rolling Stones que la identificaba, Paint it Black.

Los tiempos cambiaron para mí. Ya no me seducían unos labios rojos brillantes, carnosos y sabrosos como una fresa. Me seducía responder cada porqué. Ya Álvaro Uribe, del que repetían como loros en los pasillos, paraco, paraco, era presidente. Comencé a estudiarlo, a revisar cada uno de sus movimientos, dudoso, cauto, mientras leía documentos de izquierdas y de derechas. Mientras estudiaba historia.

Analicé la Ley 100 que nació de la fusión de un estudio de la Salud en Colombia en 1.989 del Ministerio de Salud y el Departamento Nacional de Planeación, con el apoyo del Banco Mundial con una idea del viceministro de Hacienda de Virgilio Barco, Luis Fernando Ramírez, que le envió un memorando al entonces candidato presidencial César Gaviria Trujillo, en el que le advertía sobre la necesidad de la reforma pensional.

Analicé la historia de las Convivir que fue una idea de Serpa, hecha realidad por Gaviria y reglamentada por Samper cuando Uribe no era sino uno más de los 32 gobernadores de Colombia y avaló sólo unas 50 de las más de 500 que existieron en el país. De hecho, cerró las que se salieron del marco normativo y de la Ley.

Analicé sus acciones de gobierno. No veía nada de lo que decían. De hecho, pude entender que no hay nada más alejado de la realidad que llamarlo de derecha. Sus orígenes en el liberalismo y su forma de gobierno lo enmarcan en el centro izquierda del espectro político. Cualquier entendido lo puede corroborar. Leí a los columnistas de su lado con cada línea debidamente soportada en argumentos verificables. Y mientras tanto, veía que cuando profundizaba en las columnas de opinión de los opositores suyos, llegaba a un punto en el que no se podía encontrar un hecho cierto verificable, un documento técnico, una sentencia judicial que soportara los argumentos.

Encontré que tras la caída del muro de Berlín y la Perestroika, las guerrillas marxistas – leninistas, las mismas que avalan todas las formas de lucha para la toma del poder y la implementación del comunismo, se habían quedado sin financiación. Entonces Fidel Castro convocó a una reunión del comunismo latinoamericano en Sao Paulo, Brasil, y fundó lo conocido como el Foro de Sao Paulo.

La misión era cambiar de estrategia porque con las armas no había funcionado. Y se adoptó lo conocido como el modelo gramsciano, de Antonio Gramsci, para el que no era necesario empuñar las armas para alcanzar el poder. Se definieron unos pasos sencillos: tomarse las instituciones, especialmente electorales y de justicia, los medios de comunicación con compra, veto o cierre, persecución jurídica y mediática y finalmente, cuando se lograra lo anterior, lo que Chávez llamó “echarle el palo a la lámpara” o en palabras del mismo Juan Manuel Santos, el zarpazo final. Fue sólo en Colombia donde las guerrillas sobrevivieron a la falta de financiación externa, gracias a que encontraron en el narcotráfico, la minería ilegal, el secuestro, la extorsión y quién sabe cuántos macabros negocios más, una fuente de financiación incluso mejor que la caridad comunista internacional. Fue así como el modelo gramsciano arrojó resultados en todo Latinoamérica alcanzando la presidencia para el llamado castrochavismo en casi todos los países.

Yo te digo una cosa tío Pancracio, el día que a mí me digan que a partir de mañana amanecemos en una socialdemocracia estilo europea, te aseguro que soy el primero en la fila, con carpa y sleeping de ser necesario. Pero el comunismo disfrazado de castrochavismo bolivariano o cuantos nombres le quieran poner, ese modelo del Foro de Sao Paulo bajo la dirección de Fidel Castro, no es eso. No de gratis el vicepresidente de la Internacional Socialista, Henry Ramos Allup, es el presidente actual de la Asamblea Nacional Venezolana y el principal líder opositor a la dictadura del tirano Nicolás Maduro. Y el partido que fundó Leopoldo López, preso político y líder de la oposición que ejerce su liderazgo a través de su inquebrantable mujer, Lilian Tintori, Voluntad Popular, es de centroizquierda y pertenece también a la Internacional Socialista. Entonces que no me vengan a decir que lo del Foro de Sao Paulo, los hermanos Castro y los chavistas, el castrochavismo, es izquierda, cuando la mayor organización de izquierda democrática del planeta es su principal opositor. El castrochavismo es dictadura comunista. Punto.

La mesa de La Habana.

Me duele mucho que la gente no entienda estas cosas. La estrategia del castrochavismo fue llamar patria a lo de Venezuela. Y en Colombia lo están llamando paz. Juegan con la ilusión de la gente. Con palabras difusas, confusas, etéreas.

Y entonces es cuando veo la aplicación del modelo gramsciano en combinación con los Principios de la Propaganda de Goebbels, y logro ver un panorama completo: un enemigo único: Uribe. Un ideal etéreo: la paz. Una dicotomía infundada: paz o guerra. Un mensaje redactado para una población específica: la más ignorante. Una estrategia: romper el patriotismo. Un propósito: imponer el comunismo. Léete esos principios y entenderás de qué te hablo, si es que en tu saber, ya no lo has hecho.

Así es como veo ahora, que usando la institucionalidad, ganan presidencias, modifican la Constitución, pretenden cambiarnos los símbolos patrios, para complacer a 17 mil guerrilleros en su voluntad expresada públicamente de implementar el modelo castrochavista bolivariano en Colombia. Ya se supo que las zonas de despeje que les dieron son para implementar en ellas ese modelo.

Quiero la paz. Pero no quiero vivir como en Venezuela. Por eso rechazo la forma como se están llevando a cabo las negociaciones en La Habana. Y sólo respóndeme a esta pregunta: ¿a qué han renunciado las Farc? Una negociación es un tire y afloje entre dos. La paz, como está planteada en La Habana, es la paz del combo que domina el barrio. Y eso no es paz, eso es tensa calma. Yo que lo viví escondiéndome debajo de un carro para que no me mataran por estar jugando fútbol callejero después de las 10 de la noche, doy fe de ello. Si de verdad te interesas por tus descendientes, piensa en el país que les vas a dejar, porque en paz no es.

Si yo me equivoco, seguiremos igual en un país acostumbrado a más de 50 años de amenaza comunista y narcoterrorista, que ya quedó demostrado que se puede reducir a su mínima expresión con el imperio del Estado. Si tú te equivocas, no les dejarás ni toallas higiénicas a las mujeres de la familia con un modelo que ya se demostró que es un fracaso. Piénsalo.

Temas Similares
Tema	Autor	Foro	Respuestas	Último mensaje
¿Que Pancracio olvidó la escalera? Entonces Pancracio será la escalera	Tyler Durden	Chistes / Cosas Charras	2	08-12-2015 07:47:06
Cartas any one!	DECALIPAPA	Caseras Extranjeras	5	24-10-2014 20:04:11
Y desde ese día Pancracio se desapareció del foro sin dejar rastro	Tyler Durden	Chistes / Cosas Charras	4	22-01-2013 12:47:55
Críspulo y Pancracio	Tyler Durden	Chistes / Cosas Charras	4	01-05-2010 17:21:13
Rudecindo y Pancracio	Tyler Durden	Chistes / Cosas Charras	23	22-10-2009 10:34:02

Cartas a Pancracio

Participa en el tema Cartas a Pancracio en el foro Politica y Sociedad. ....

Participa en el tema Cartas a Pancracio en el foro Politica y Sociedad.
....