La ley de Bolaño

La ley de Bolaño


La ley de Bolaño se la aplican al referendo, para citar el instrumento que está propiciando la segunda reelección, lo financiaron con algunos dineros chuecos y de dudosa procedencia, además violando todos los topes. Lo mismo sucedió al amanecer del 17 de diciembre pasado: A última hora dictaron un decreto para convocar al Congreso a sesiones extraordinarias y al amanecer de ese día, en horas impropias, le dieron uno de los debates, en forma atropellada. Con este hecho el Gobierno mostró sus intenciones.
La ley de Bolaño se está aplicando en la conciliación. Como en la Cámara de Representantes aprobaron un texto y en el Senado de la República otro distinto para favorecer clara y específicamente los intereses del doctor Uribe Vélez, pues seguramente impondrán el texto del Senado para permitir que su Señoría continúe por un tercer período al frente del Poder Ejecutivo, bueno también del Legislativo y del Judicial, ya no hay separación de poderes. En este penoso caso al presidente de la Cámara lo están acorralando para que se someta a los intereses del príncipe. Luis Carlos Restrepo dirige la jauría oficialista para cuadrar las cosas al amaño de los intereses reeleccionistas.
Seguramente, y aquí voy a especular un poco, aplicarán la ley de Bolaño en los procedimientos jurídicos que siguen luego de conciliar el texto de la ley que convocará al referendo: Para el control de constitucionalidad ya dio las órdenes del caso el doctor Luis Carlos Restrepo, jefe del partido de la U, en el sentido de que la Corte Constitucional tiene tres meses para expedir el respectivo fallo y sospecha uno que la orden tiene implícito el mensaje de que debe ser un fallo favorable. También han dicho que en ocho días, después del fallo y de la publicación del texto, la Registraduría debe convocar a elecciones de referendo. No sabemos qué hará la H. Corte, que en toda su historia no ha dictado un fallo de ninguna clase, excepto los de tutela, antes de cinco meses y veinte días. A no ser que acudan a la ley de Bolaño. En la Corte ya comienzan a aparecer señales de sumisión, como era de esperarse, Jorge Pretelt, eterno candidato del presidente Uribe para muchos cargos y amigo de muchos amigos del Presidente, dijo, según el periódico El Tiempo (mayo 22/09) que “no suscribió la declaración de apoyo a la Corte Suprema y que no firmaba contra el Gobierno”. Claro, no actúa en forma independiente. La libertad la va perdiendo paulatinamente la Corte Constitucional, otrora fuente de sabiduría y de fallos llenos de un profundo contenido jurídico y se perdió cuando se reformó el articulito de la Constitución sin prever que la Carta establecía un sistema para preservar la separación de funciones de las distintas ramas del poder público. ¡Qué vamos a hacer! Este Gobierno es muy dado a aplicar la ley de Bolaño.
La ley de Bolaño también se aplica en la reforma política que le falta un debate para ser acto legislativo de obligatorio cumplimiento. Los Uribistas se dan dos meses para que el voltiarepismo tenga cabal cumplimiento. Esa propuesta busca desmantelar a Cambio Radical y consolidar las fuerzas del Gobierno. Se inventan una consulta interpartidos con el fin de salir del embrollo que significa tener tantos aspirantes presidenciales para reemplazar a Uribe en el caso de que las cuentas del referendo no les den, ¡que no le van a dar! Claro que para todo este tipo de cosas es para las que sirve la ley de Bolaño, la que tan bien aplica a su amaño este Gobierno.
Notícula. Esta columna y EL MUNDO reclamamos la caída del orangután que contenía la reforma política a favor de paramilitares y narcotraficantes en su articulado, que tanto dio de que hablar en los medios nacionales esta semana. El Jefe del Partido Liberal, doctor César Gaviria, se hizo eco de nuestra denuncia y el Senado excluyó el adefesio.

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