Imparable (Unstoppable). La inmersión a la acción pura (critica)

Título: Imparable (Unstoppable)
Director: Tony Scott
Clasificación: 3.5 Estrellas
Recomendación: Un filme entretenido para los amantes de la acción y adrenalina, escenas predominantes y actuaciones impecables. Un inicio relativamente absurdo y final predecible.
El pasado viernes arribó a salas mexicanas la nueva cinta de Tony Scott ”Imparable” (Unstoppable) con la estelaridad de Denzel Washington y Chris Pine como protagonistas; y aunque queda establecido que no será una de las contendientes para ningún premio de la Academia, la película cumple su objetivo esencial: entretener (y lo logra con creces). El reconocido actor Denzel Washington había hecho con anterioridad equipo con el director en la cinta “Hombre en Llamas“; y parece que la química que se logró entre ambos, se repite nuevamente y se aprecia en esta producción.
Washington interpreta a Frank Barnes, un veterano conductor de locomotoras que tiene la misión de detener a un tren no tripulado repleto de químicos tóxicos que se encamina a destruir una ciudad en Pennsylvania. Mientras la gigantesca locomotora con su carga explosiva cruza a toda marcha por la campiña, Barns hace equipo con el joven conductor Will Colson (con la magnífica actuación de Chris Pine) para llevar a cabo una audaz misión de rescate.
La irresponsabilidad toma el papel relevante al inicio del filme, donde observamos el descuido de uno de los trabajadores al controlar el ferroviario 777, tornándose el absurdo de no conocer las medidas de seguridad, ahora tendrían que preocuparse de que aquella máquina no llegué a su destino o provocaría mortales consecuencias. Adjunto a lo que sucede en la estación ferroviaria nos presentan trozos apenas desdeñables de la historia de Will Colson y porqué trabaja allí. Un punto negativo del filme puede ser la comparación con la subsecuente actuación de Denzel Washington en “Recate en el Metro 1 2 3“ donde hace equipo con John Travolta y prácticamente se le ve realizando la misma mancuerna con el novato Chris Pine.
Afortunadamente para la carrera del antes mencionado sucede el deslinde completo de su papel en “Star Trek” para darnos un poco de esas actuaciones destacables. La fuente de heroísmo, la sabiduría del jubilado y la ayuda de un especialista hacen que la cinta se eleve entre las nubes y te mantenga inmerso en las escenas de acción que desbordan adrenalina durante más de la mitad de la película y son las que más se aplauden, pues fueron colocadas y grabadas de manera elocuente, sencilla y es fácil interpretar lo que el director quiere dar a conocer.
De cierta manera esperaba más viniendo de Tony Scott, sobre todo porque el director intentó incorporar cierto dramatismo y la respuesta fue fatal. El problema legal entre Will y su esposa pasa desapercibido y el distanciamiento entre Frank y sus hijas de la misma forma; lamentablemente se nota el miedo de la producción de arriesgarse por más, tal vez por miedo a perjudicar el problema central de la trama que es detener el tren a toda costa, pero eso mismo sucede con varias producciones que simplemente introducen acción sin medida, sin descansos que permitan al espectador digerir lo que observa. Contrario a la cinta que mencionábamos “Rescate en el Metro 1 2 3” (dirigida por él mismo) donde sucedió lo opuesto, la falta de acción hizó tedioso el drama que nos presentaron a lo largo del filme.
La travesía llega a su fin y atrás quedan la lucha, el cansancio, el coraje y, los esfuerzos en conjunto, salimos de la sala satisfechos por su alta dosis de acción e Imparable se postula como una buena inmersión a la acción, cargada de escenas predominantes y completamente disfrutable, lejos de ser una de las mejores producciones del director Tony Scott.