NoticiasToda la información sobre deportes, noticias y actualidad de los deportes en general.
Ir a la Página...
Hola Invitado!
Tómate un minuto para registrarte, es 100% GRATIS y no verás ninguna publicidad! ¿Qué estás esperando? Para Ingresa a Denunciando.com por medio de TapaTalk Clic ACA
El vuelo sólido del Atlético
Calificación: de
5,00
A cuatro días del derbi, la gente se pregunta de dónde viene este Atlético tan bien plantado en la cancha, hasta el punto de haber perdido apenas un partido. El secreto tiene un nombre, Diego Simeone, uno de esos directores de orquesta capaces de sacar una sinfonía donde apenas cabían los lamentos y el crujir de dientes.
¿Le ganará a la su bestia negra? Difícil apuesta porque el Madrid es un estupendo equipo, uno de los mejores del mundo, pero no es invencible. Llega con el orgullo herido y quiere hacerle pagar los platos rotos al Atlético. Tan sólo la humillación del eterno rival podrá reivindicarlo en el Bernábeu y saldrá con la obligación de ganar o hundirse en el foso.
Hace nueve años que el Atlético hinca la rodilla ante el Real, nueve años que no saborea la victoria y pese al mal momento de los merengues, las apuestas están de su lado. Pero no es el mismo Atlético de otros años, es un equipo diferente, con mentalidad de guerrero, del que sabe que perder no es una opción, ni siquiera empatar.
Dos rivales nobles que nunca se agachan, ni siquiera en el infortunio. Gane quien gane el Bernabéu presenciará el sábado un duelo de gladiadores, de un David que ha crecido y un Goliath disminuido. Chispas, buen fútbol, garra y nervios. Un clásico en el que no importa quien vaya mejor o peor, siempre serán rivales dispuestos a escribir una nueva página de gloria.
Los colchoneros de Simeone llegan a dejar la piel en el campo.
Cita:
El vuelo sólido del Atlético
La motivación, el trabajo táctico, los tantos de Falcao y las rotaciones, claves del éxito
Falcao cae ante Navarro, en la goleada al Sevilla. / CLAUDIO ÁLVAREZ
Míchel, Cesc, Vilanova... El fútbol español habla ya del Atlético como un candidato serio a la disputa del título liguero. Este sábado se presentará en el Bernabéu con una ventaja de ocho puntos y la sensación de que detrás de esa ventaja hay argumentos futbolísticos que le han generado ese balance de 11 victorias, una derrota y un empate. Se funde con armonía la trilogía del éxito de un equipo. Un entrenador, una idea y “un vestuario sin fisuras”, como dice Filipe Luis.
El Simeone espiritual. Señalado sin discusión en el vestuario y en el club como el artífice del éxito. Tardó un minuto en desprenderse del mito que fue como jugador para demostrar que ahora es un entrenador. Después de que sus jugadores presenciaran boquiabiertos cómo 5.000 personas acudieron a su primer entrenamiento, les dijo: “Muchachos, a mí también me pitaron”. En las últimas semanas, pese a que el equipo ganaba, ha trabajado en la recuperación de sus mejores virtudes, sobre todo ofensivas. Les hizo ver a los jugadores que sin algo más de juego, del suyo, directo y rápido, partidos como el del Sevilla o el del Madrid no los podrían ganar. Al del Sevilla le dio tanta o más importancia que la que le dará al derbi. A Gabi, Miranda y Filipe Luis, que podían perderse este partido si veían una amarilla, les insistió en que no jugaran con el freno echado.
El Simeone táctico. La primera piedra para construir ese equipo rocoso y tan incómodo de jugarle fue el reconocimiento de las propias limitaciones. Simeone transmitió desde el minuto uno a sus jugadores que el plantel no da para ser ganador desde una posesión retórica. Es el tercer equipo más goleador del campeonato (29) siendo el undécimo en minutos de posesión. Y cuenta con un goleador superlativo, Falcao, que suma ya 50 goles de rojiblanco.
Simeone, durante el duelo ante el Sevilla. / EMILIO NARANJO (EFE)
Para evitar una excesiva dependencia del colombiano, en esta faceta el técnico ha trabajado mucho la llegada de la segunda línea, que le ha ganado partidos. No es un entrenador de grandes peroratas. Sus mensajes son sencillos y cortos para explicar los partidos y analiza de forma concienzuda a los rivales, aseguran en el vestuario. Una de las frases que más repite dentro y fuera de la caseta tiene que ver con la asunción plena de lo que puede y no puede hacer el equipo: “Si nos desviamos de lo que somos y de la idea marcada, el éxito no es posible”. A partir de aquí, la primera premisa es la recuperación tras la pérdida del balón. El Atlético es uno de los equipos más agresivos del campeonato en este aspecto. Juega al límite del reglamento. O roba por anticipación o incurre en la falta táctica para parar la salida del contrario cuando pierde la pelota. Los rojiblancos son el séptimo equipo que más faltas hace por partido (15) y Gabi, el cuarto jugador (una cada 34 minutos). El estilo también se refleja en que es el cuarto conjunto en recuperaciones de balón (71 por partido). Ese trabajo colectivo, preferentemente en campo contrario, supone que Courtois sea el segundo portero menos goleado (0,8 de media) de la Liga y también el que menos remates recibe por duelo (8). La línea defensiva, la única que no rota en el torneo, la ha compuesto con dos laterales ofensivos (Juanfran-Filipe Luis) a los que ha trabajado en las ayudas y en las coberturas y, por primera vez en muchos años, con una pareja de centrales inamovible (Godín-Miranda). No hace mucho, Simeone dedicó un entrenamiento de los que se denominan analíticos. Trabajó a conciencia con los defensas cómo perfilarse cuando les encaran.
Las rotaciones. Simeone ha transformado en realidad el tópico de que “todos los futbolistas son importantes”. Lo anunció en pretemporada y lo ha cumplido. Parte de su ascendencia en el vestuario nace de que ningún miembro de la plantilla ha podido rebatirle como injustas sus decisiones en las alineaciones. “Todo lo que ha dicho y prometido lo ha cumplido”, dicen en la caseta.
“That’s the problem with drinking, I thought, as I poured myself a drink. If something bad happens you drink in an attempt to forget; if something good happens you drink in order to celebrate; and if nothing happens you drink to make something happen.”