Los diez males del Atlético de Madrid

Repaso de los males del atlético
Causas de la depresión rojiblanca

Lorenzo Lara 29/10/11 - 00:44.


Diez puntos sobre 27 posibles, duodécimo clasificado en la tabla, a 13 puntos del líder, ocho de los puestos de Champions, a cinco de los de Europa League... y a tres del descenso. Esta es la realidad del Atlético de Madrid tras disputarse nueve jornadas de Liga. Un balance paupérrimo para un equipo que presume de ser el tercer presupuesto de España y que el pasado verano fue el club que más dinero invirtió en reforzar la plantilla: 68 millones de euros.

El millonario proyecto rojiblanco comienza a irse a pique ante la desesperación, el desconsuelo y la impotencia de la afición atlética, que ve como en el mes de octubre, su equipo ha dilapidado casi todas las opciones de hacer una temporada digna y acorde con la historia del club.

Son muchas las causas deportivas que han sumido al Atlético de Madrid en este estado de depresión profunda por el que atraviesa. Estas son diez de ellas.

1. Rotaciones
El sistema de rotaciones que ha implantado Gregorio Manzano está desquiciando al equipo. De hecho, el técnico jienense no ha repetido once en las nueve jornadas que llevamos de Liga. Falta por tanto una base sobre la que edificar el proyecto, que hasta ahora no se ha encontrado y que es fundamental en un equipo en formación como lo está el Atlético. Por rotar, Manzano rota hasta de sistema en cada partido sin conseguir los resultados apetecidos.

2. Falta un líder
Se echa de menos un líder sobre el césped, un capitán titular indiscutible, que levante al equipo en los momentos críticos. No es normal que hasta la fecha cinco jugadores hayan lucido el brazalete (Domínguez, Perea, Antonio López, Mario Suárez y Gabi).

3. Debilidad defensiva
El equipo sigue cometiendo graves errores tanto en defensa como en el centro del campo que le están castigando severamente. Falta contundencia y tranquilidad a la hora de resolver situaciones difíciles en la zona defensiva y en la salida del balón.

4. Lentitud
El Atlético se ha caracterizado históricamente por tener un contragolpe letal. Pues bien, esa virtud ha desaparecido por completo. Ahora las transiciones son lentísimas y no se consigue sorprender a ninguna defensa rival. Los jugadores del centro del campo optan por la conducción en vez del pase rápido. No hay desmarques ni situaciones de superioridad que permitan romper la barrera defensiva del rival. Los laterales no aportan profundidad.

5. Falta de asociación
Hay muy poco juego colectivo en el Atlético. Es muy difícil que lo pueda haber cuando el jugador que conduce la pelota está rodeado de rivales y tiene a su compañero más cercano a 20 metros. No hay apoyos en corto por lo que la única alternativa es la jugada individual que suele acabar casi siempre de la misma manera: en pérdida de balón.

6. La soledad de Falcao
Da pena ver como un depredador del área como Falcao tiene que dejar su hábitat natural para ir en busca del balón. El colombiano no puede estar a 20 metros del área rival porque ahí es cuando 'El Tigre' se convierte en un inofensivo gatito. Falcao no es Agüero ni tampoco Forlán y necesita que le lleguen balones cerca de la portería para crear peligro. Está infrautilizado con el sistema actual y es uno de los motivos por los que el Atlético es junto al Granada el único equipo que no ha marcado a domicio.

7. Desmotivación de jugadores clave
José Antonio Reyes. El '10' del Atlético, el hombre llamado a asumir el liderazgo del equipo y, hasta hace poco, uno de los candidatos a entrar en la lista para la Eurocopa, ha pasado a ser uno más del equipo que ni siquiera tiene garantizada la titularidad. Es cierto que ha jugado todos los partidos de Liga, pero sólo ha completado tres. El divorcio entre Manzano y Reyes es cada vez más evidente, como se pudo comprobar tras ser sustituido en San Mamés.

En un caso similar se encuentra Adrián. El delantero asturiano empezó la temporada sorprendiendo por su buen rendimiento y está quedando relegado a un segundo plano, con cada vez menos presencia.

8. Bajón físico
El equipo está sin chispa, sin velocidad. No hay desborde y en el uno contra uno siempre pierde el que viste de rojiblanco. En los últimos minutos de los partidos el equipo se parte en dos, dando síntomas inequívocos de agotamiento.

9. Mala política de sustituciones
Los cambios que realiza Gregorio Manzano no aportan nada diferente e incluso a veces provocan el efecto contrario al deseado y se acaba perdiendo el partido. Con las sustituciones no hay reacción ni se consigue revolucionar el partido.

10. Derrota ante el Barça
La fortaleza mental no es el fuerte de este equipo precisamente y una simple ráfaga de aire es capaz de tumbarlo. En este sentido, el Atlético todavía está pagando las consecuencias de la dura derrota sufrida ante el Barcelona. Desde aquel día las cosas han ido de mal en peor. Ha perdido confianza y autoestima. Ya no cree en lo que hace y han desaparecido todas las buenas maneras que apuntaba hasta ese fatídico momento.

En el Camp Nou se vivió un punto de inflexión en la trayectoria rojiblanca claramente. No ayudó en absoluto el mensaje derrotista que mandó Manzano tras el encuentro de rendición incondicional, justificando la goleada por la excelsa categoría del rival. La afición rojiblanca piensa que el Atlético no puede afrontar un partido derrotado de antemano, como sucedido en aquel partido. Está obligado a presentar batalla en cualquier campo por plantilla, historia y respeto a unos colores.

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