Fortalezas y debilidades del 4-1-4-1 de Colombia

Reflexiones teóricas de la táctica de la Selección contra Bolivia.

El 4-1-4-1 que Leonel Álvarez, el director técnico de Colombia, anunció que emplearía hoy en el debut de la Selección en la eliminatoria del Mundial de Brasil-2014, en La Paz, contra Bolivia, es una táctica que busca la utopía de los entrenadores: defender y atacar en bloque.
Además, como pasa con Leonel (y antes, con 'Bolillo' Gómez), permite no usar armadores clásicos. Por eso, alinea con prioridad a mediocampistas mixtos, llamados 'ochos', con la pretensión de tener un equipo con jugadores que sepan defender y puedan atacar.
Así, desde el pasado febrero, cuando Colombia enfrentó a España en Madrid (derrota 0-1, en un buen partido), Colombia juega un 4-1-4-1, sin armador, con un punta de referencia en el área, con un volante de marca que les cubra las espaldas a sus cuatro 'ochos' y sirva de tapón a los cuatro zagueros.
Esta formación táctica se ideó para tener mayores seguridades, pues permite tener más jugadores en posiciones defensivas y con tareas defensivas. En buen romance, de aplicarse correctamente, el equipo defiende con 10.
Así, al haber más jugadores con líneas cercanas (equipo corto), permite que haya menos espacios y facilita los escalonamientos. El volante libre es una 'barredora' que apoya en las coberturas laterales y es el guardaespaldas de los volantes centrales. Incluso, en ocasiones, su simple retroceso permite que la defensa se arme con cinco jugadores: dos laterales y tres por el centro.
El 4-1-4-1 facilita la presión en la salida contrario para recuperar el balón más cerca del arco rival, pues cuenta con al menos cinco hombres para esa función. Otras fortalezas teóricas: favorecer el contragolpe y construir el bloque de ataque con 4 ó 5 jugadores: el punta más los volantes (externos o centrales) o un lateral.
¿Desventajas...? Si no hay jugadores verticales, veloces, en las bandas y en el centro del mediocampo, puede caer en un excesivo toque sin profundidad.
Además, si los volantes centrales no generan juego ofensivo o no pisan el área rival, se disminuye notoriamente el ataque. Y como posiciones y funciones son muy fijas, se puede perder sorpresa ofensiva.