Selección Española - El gafe europeo que debe superar Torres

Selección Española - El gafe europeo que debe superar Torres




Fernando Torres vive sus horas más bajas en la selección española después de quedar relegado a la grada en Logroño ante Liechtenstein. Al héroe de la última Eurocopa le ha perseguido el mismo mal que a sus predecesores: Charisteas, Trezeguet y Bierhoff, protagonistas de las tres anteriores finales.








Cuando Torres marcó el tanto que convirtió a España en campeona de Europa por segunda vez en su historia no podía imaginar una evolución tan irregular para sus intereses. Y es que su papel de héroe en Suiza y Austria parece quedar muy lejos tres años después. El partido ante Liechtenstein en Las Gaunas permitió comprobar que Del Bosque no le considera intocable, y ha pasado a ser el cuarto delantero por detrás de Villa, Negredo y Fernando Llorente.
La situación que atraviesa El Niño guarda cierto paralelismo con la que vivieron en su día los héroes de las tres anteriores Eurocopas: el alemán Bierhoff, el francés Trezeguet y el griego Charisteas. Tras convertirse en ídolos con su selección iniciaron una caída libre que nunca más le permitiría repetir éxitos. Precisamente, es esta trayectoria descendente la que debe superar el jugador del Chelsea para parecerse lo menos posible a estos delanteros y volver a ser decisivo en La Roja.



El fracaso del sucesor de Klinsmann





Todo empezó con Oliver Bierhoff, el héroe de Alemania en la Eurocopa de 1996 con sus dos goles en la final ante la República Checa, el segundo de ellos decisivo por ser el primer gol de oro de la historia. Su doblete en Wembley en aquella mítica final convirtió a Bierhoff en un héroe, había nacido una estrella, el sucesor de Jurgen Klinsmann.
Sin embargo, su carrera no fue tan exitosa. Tras triunfar en el Udinese, donde marcó 57 goles en 86 partidos, defraudó en el Milan al que llegó por capricho de Silvio Berlusconi. Terminó sus días como futbolista de manera discreta en el Mónaco y el Chievo Verona. Con Alemania, nunca más llegó a brillar Bierhoff. Tras Inglaterra 1996, el delantero disputó los Mundiales de 1998 y 2002 y la Eurocopa del 2000 aunque nunca más volvió a ser protagonista. En la cita de Corea y Japón puso el punto y final a su etapa como jugador de la selección en la que logró 37 goles en 70 partidos, dos de ellos los que le cambiaron su historia como futbolista.


El cruel sino de Trezeguet con Italia

El nombre propio de la siguiente Eurocopa no es otro que David Trezeguet, que hizo campeona a Francia con un gol de oro en la prórroga tras una apasionante final ante Italia en Rotterdam. Tenía 23 años y con ese tanto pasaba a convertirse en un nuevo ídolo de 'Les Bleus'. Ese mismo verano fichó por la Juventus, equipo en el que militó diez temporadas consiguiendo dos Scudettos y 138 goles en 245 partidos.
Sin embargo, la carrera de Trezeguet no fue todo lo exitosa que él hubiera esperado. En la selección francesa vivió siempre a la sombra de Zidane o Thierry Henry y en el Mundial de 2006, falló el penalti que hizo campeona a Italia en la final. El destino le había jugado una mala pasada. Dos años después, tras el fracaso de Francia en la Eurocopa de 2008, decidió renunciar definitivamente al combinado de Raymond Domenech. Trezeguet vistió en 71 ocasiones la camiseta gala logrando un total de 34 goles.




El efímero protagonismo de Charisteas

Y tras Bierhoff y Trezeguet aparece el nombre de Angelos Charisteas, el delantero que hizo posible el sueño griego en la Eurocopa de Portugal en 2004 con su gol en la final de Lisboa ante la anfitriona. Fue el hombre de los milagros y sus goles ante España, Francia en cuartos de final y Portugal en la final fueron decisivos en la consecución del primer y único título importante de la selección griega.
Sin embargo, poco más se hablaría de Charisteas más allá de 2004. A nivel de selecciones, su nombre fue uno más en las discretas actuaciones de Grecia en la Eurocopa de 2008 y el pasado Mundial de Sudáfrica. En ninguna de esas dos citas pasó su selección de la primera fase. A nivel de clubs, Charisteas destaca solo por haber sido un auténtico trotamundos sin haber conseguido triunfar en ninguno de sus equipos: Aris Salónica, Werder Bremen, Ajax, Feyenoord, Nürnberg, Bayer Leverkusen, Arles-Avignon, Schalke 04 y Panetolikos.