El acuerdo por Alexis, a punto

El acuerdo por Alexis, a punto


El Barça y el Udinese pactan tasar al delantero en 40 millones. Rosell quiere imponer la fórmula de los 27 'kilos' fijos y 13 variables





Tras el parón de la semana pasada, Barça y Udinese han retomado los contactos. Una vuelta a las negociaciones para dar con la llave definitiva que acabe con Alexis Sánchez vistiendo la camiseta del Barça la próxima temporada. Ambos clubs siguen enzarzados en un tira y afloja que desatasque el único problema que impide el anuncio final del traspaso del chileno: la forma de pago de la operación. No es una cuestión menor.

La situación del proceso negociador es el siguiente. Existe un acuerdo total en tasar a Alexis Sánchez en 40 millones de euros. La cifra se pactó hace días y ahí, aunque parezca mentira, no radica ningún género de duda. Otra cuestión muy distinta es plasmar contractualmente las formas y plazos de pago de esta costosa operación. Ahí sí que existen serias discrepancias que hasta al momento han dado al traste con el esperado fichaje.

En un primer término, el Barça planteó las dificultades para asumir los 40 millones de euros del fichaje. El club pidió flexibilidad en los plazos e incluyó una serie de variables en las que figuraban la inclusión de un posible jugador, el rendimiento deportivo de Alexis y del equipo y otros detalles como la disputa de un trofeo Joan Gamper o un amistoso. Entre una y otra fórmula se alcanzaba la cifra mágica de los 40 millones de euros. En resumen, 27 millones fijos y 13 más supeditados a los incentivos.

Udinese aceptó parcialmente la propuesta presentada por el vicepresidente Josep Maria Bartomeu después de incorporar una cláusula fundamental en todo el entramado. El club italiano daba por bueno el dilatado modo de pago azulgrana pero exigía una compensación que obligaba a abonar el diferencial hasta llegar a los 40 millones de euros en un último vencimiento. Es decir, Udinese cobraría sí o sí 40 millones de euros. Lo único que cambiaba es que en función de los variables percibía las cantidades antes o después. Una manera de repartir los sacrificios, ya que los italianos han entendido las tensiones de la tesorería del Barça recordando que ellos han renunciado a ofertas económicas mucho más jugosas procedentes de Inglaterra.

Bartomeu elevó consultas con el presidente Sandro Rosell y la llegada de Alexis Sánchez sufrió un frenazo compulsivo. De entrada, el Barça no acepta la cláusula adicional sugerida por Udinese. Los azulgrana solo quieren llegar a los 40 millones de euros asegurando títulos ¿Champions League o Liga¿ y un rendimiento óptimo del futbolista en base a su titularidad. Dos pequeñas exigencias que el club italiano no está dispuesto a asumir teniendo en cuenta que los variables asciende a casi un 40% del volumen de la operación.

El resto de flecos sí se han solventado poco a poco. No existe problema en fraccionar los plazos de pago en tres cómodos años y en incluir la opción de Jeffren en la transacción. Si el delantero acepta, Udinese le abrirá las puertas y el Barça rebajará la operación en tres millones de euros. En caso contrario, tampoco existe mayor inconveniente, el club azulgrana deberá poner más **** sobre la mesa. Todo está contemplado.

Ante la imposibilidad de cerrar el gran traspaso, Barça y Udinese se marcaron una tregua. Aprovechando gestiones propias de la familia Pozzo, los ejecutivos azulgrana acordaron buscar una tercera vía capaz de satisfacer al club italiano. Ahora falta plasmarla en una cumbre inminente. Bartomeu debe mover ficha y programar una nueva reunión que se presume clave. Solo falta un último fleco, aunque continúa ahí pendiente de solución. Udinese no esta por la labor de vender a su estrella por menos de 40 millones de euros y el Barça solo quiere acceder a ellos a través del triunfo de la joya chilena.