Independiente le puso punto final al ciclo del Tolo Gallego

El flojo rendimiento en el final del Clausura resultó decisivo. Su relación con la dirigencia se desgastó.



A las palabras públicas las volaron los hechos. A lo largo del Clausura en el que Independiente arrancó para la vuelta olímpica y terminó dado vuelta, el presidente Julio Comporada prometió futuro para Américo Gallego en el próximo Independiente. En ese mismo recorrido, el manager César Menotti lo elogió en público y en privado. Los dirigentes de segunda línea también comentaban con simpatía algunas de las picardías mediáticas del entrenador. Sin embargo, tras el final sin consagración y algunas decisiones polémicas en el tramo final, todos ellos decidieron no renovarle el contrato al último técnico que sacó campeón al Rey de Copas, en 2002, hace 14 torneos.

Sucedió ayer a la tarde: Comparada le comunicó la decisión a Gallego. Antes, a la mañana se había reunido con el Consejo de Fútbol y con Menotti, en el predio Santo Domingo, en Villa Dominico. Según pudo averiguar Clarín, se trató de una decisión casi unilateral del presidente, tras consultar al manager respecto del proyecto a seguir. También influyeron otras cuestiones: la relación casi nula de Gallego con la mayoría de los entrenadores de las inferiores; el juego escaso de las últimas fechas; la sucesión de variantes defensivas en momentos decisivos; algunos exabruptos públicos del Tolo, sobre todo tras las últimas derrotas; y la pretensión de Gallego de contar con refuerzos de elite, que no encajan con la austeridad que la conducción del club quiere imponer.

Ya a la noche, en la reunión de la Comisión Directiva, Comparada les comunicó la decisión a los dirigentes. Palabras más, palabaras menos, contó en la sede de la Avenida Mitre: "Gallego no seguirá siendo el técnico de Independiente. La idea es tener un proyecto global, en el que todos los entrenadores interpreten el mismo modo de jugar; desde la Primera a la Novena. Por eso, vamos a buscar un entrenador con otro perfil". También en ese momento se aprobó la autorización para que Menotti lo llamara a Daniel Garnero para comenzar las negociaciones. El número diez del equipo campeón de 1994 es el elegido. Y todo indica que aceptará. Dicho de otro modo: en breve, el Dany será el técnico, con Pablo Rotchen como ayudante de campo.

Un rato antes Menotti le había puesto palabras a la salida de Gallego y al proyecto que se viene. "Lo que queremos es un entrenador que tenga una conducción que apunte a gente joven en el primer equipo. No podemos cometer los errores de subir a diez chicos y al mes siguiente bajar a nueve", dijo. También se refirió a la nueva idea: "No quiero dirigir. Pretendemos apuntar a gente joven en todas las categorías, ayudarla y realizar reuniones semanales para construir una estructura que abarque a todos". Hubo algunas quejas del manager, además: "Por ejemplo a Patricio Rodríguez no se lo puede apurar como se lo hizo hasta ahora. No es posible. Tiene 20 años y se lo trata como si fuera un jugador de 30. Hay que dejarlo madurar y no cargarlo de exigencias". La sensación es inequívoca: Menotti no bancó a Gallego al momento de tomar una decisión. Y Comparada -más allá de los elogios recientes- también le soltó la mano.

Gallego pretendía seguir. Lo había dicho. No debe ser grata su sensación. Sobre todo respecto de aquellos que dijeron que lo querían hasta junio de 2011 y que ahora le pusieron fin a un ciclo que tuvo protagonismo, pero no vuelta olímpica. Y, eso, aunque se niegue desde la conducción, también fue determinante. Todo, más allá de que la gente pretendía la continuidad del DT, como lo había expresado de mil modos en Avellaneda. En ese estadio que ya no será el Libertadores de Américo.