Rivaldo: “Messi va camino de ser leyenda”

EX JUGADOR DEL FC BARCELONA




En 1999, el FC Barcelona tuvo en sus filas al mejor jugador del mundo del momento. Ese año, Rivaldo conquistó con la camiseta azulgrana el Balón de Oro y el FIFA World Player. Seguramente todos estaremos de acuerdo en que el futbolista brasileño ha sido uno de los mejores extranjeros que jamás han pasado por el Camp Nou. En Tashkent, la capital de Uzbekistán, ‘Rivo’ sigue al pie del cañón, deleitando con su depurada técnica.

¿No se le acaban las pilas, eh?
No. Y que dure. Todavía me quedan dos años más de contrato y tengo la intención de cumplirlos.

¿Cómo es su vida en un país con Uzbekistán?
Aquí nos tratan muy bien. Hay una pequeña colonia de brasileños, así que solemos pasar mucho tiempos juntos, si bien los uzbekos son muy hospitalarios, muy cariñosos y yo me siento muy querido aquí. Ahora que empieza el duro invierno empezamos las vacaciones y estaré cuarenta y cinco días en Brasil.

Felicidades por el título de Liga con el Bunyodkor...
Gracias. La verdad es que hemos sido superiores. Lástima que no hayamos podido llegar más lejos en la Copa de Asia. Me hacía mucha ilusión poder enfrentarme al Barça en el Mundial de Clubs de Abu Dhabi.

¡El Barça! ¿Lo sigue?
Mucho. Vaya, siempre. Desde que dejé el Camp Nou ha sido mi gran debilidad. El Barça me marcó, me dejó huella y me he alegrado muchísimo de todos los éxitos que ha conseguido.

Histórico, ‘Rivo’, histórico...
Lo que ha conseguido Guardiola ha sido fantástico, increíble. No solamente por los títulos, que ahí están, sobre todo por el estilo de juego. Ves a este equipo y se te cae la baba, disfrutas. La verdad es que la cultura futbolística del Barça siempre ha sido ésta: hacer un fútbol atractivo, jugar por las bandas, atacar, buscar el gol Es el equipo de referencia en el mundo en estos momentos.

¡Si usted hubiera jugado en el equipo así!
No me puedo quejar. Hicimos grandes cosas en esa época y teníamos grandes jugadores, Pep Guardiola incluido.

No estaba Messi...
Bueno, es que Messi es punto y aparte.

Mire, ahora precisamente se cumplen diez años de su Balón de Oro y su FIFA World Player, dos distinciones que este año va a ganar Messi...
Estoy seguro. Vamos, todo lo que no fuera así sería ilógico. Messi, además de ser el mejor del mundo, ha realizado una temporada memorable. Fue una pieza básica en los títulos que conquistó el Barça. Creo que marcó en la final de la Champions y de la Copa del Rey, ¿no?

Mójese. ¿Qué diferencias y similitudes hay entre el Messi de 2009 y Rivaldo de 1999?
¡Los años! Yo en esa época tenía 27 años. Estaba en la plena madurez de mi carrera, pero es que Messi sólo tiene 22. Es muy joven y mire todo lo que ha conseguido ya. ¡Y lo que conseguirá! Con su talento y juventud está llamado a ser un jugador de leyenda.

Puestos a buscarle defectos a Leo, ¿qué le falta?
Como jugador, nada. Yo creo que es un privilegiado. Tiene unas condiciones técnicas y físicas muy especiales, por eso es tan bueno. Es imparable. Seguramente le falta todavía conquistar un Mundial para tener el palmarés de los grandes de la historia del fútbol, aunque esto es muy relativo. Di Stéfano y Cruyff tampoco lo ganaron y están considerados dos de los tres más brillantes de todos los tiempos.

Usted sí tiene un Mundial...
Para ganarlo tienen que coincidir en el tiempo muchos y grandes jugadores y así construir un gran equipo. En Corea y Japón, en 2002, Brasil presentó una plantilla muy equilibrada, por eso ganamos todos los partidos.

Un día, hablando de Ronaldinho, usted me dijo que estaba en el club perfecto para aspirar a ser el mejor del mundo. ¿Qué tiene el Barça?
Son muchos los jugadores que en el Barça hemos conseguido progresar, mejorar, dar lo mejor de nosotros mismos. La filosofía futbolística del Barça ayuda. Ha habido grandes jugadores que si en un momento determinado hubieran estado en el Camp Nou habrían llegado a lo más alto.

Y otros se han quemado...
También es cierto. En el Barça hay que tener mucha personalidad cuando las cosas van mal, porque la presión es muy grande, aunque eso pasa en cualquier club, incluso en los pequeños. En Brasil, quedar segundo es como quedar último. Y en el Barça, también.