En el dia de la mujer...

Y le pedí a mis hormonas femeninas inspiración…y tuve un sueño.
Y de pronto me vi en un planeta donde el luna era el reina del día y nosotros los hombres gemíamos de placer mientras nuestras mujeres nos hacían el amor amparadas en horas donde la sol era la rey de la noche…y nueve meses después me vi arrullando con timidez los sueños de una criatura parida en medio de canticos ancestrales, fuego y flores que recogí en el invierno de esa soledad que sólo poseen los privilegiados conocedores de la receta única y alquímica de engendrar.
Y de pronto desperté…sin barba ni bigote abundante, pero con pechos abultados, sin músculos prominentes pero con mas culo del normal, sin voz grave y fuerte pero con mirada dulce, con manos inclinadas a acariciar, con brazos para acoger, proteger, arrullar y amar, sin pulmones amplios pero con corazón infinito, sin cerebro gigante pero con inteligencia penetrante, profunda y lo suficientemente rápida como para percatarme que ya era una mujer. Y de pronto me sentí cercada por un sentimiento indefinido que se hizo luego llanto y pronto las ganas infinitas de perseverar mas allá de los límites del final incierto, y las lagrimas acariciaron la sonrisa invariable tatuada en mi rostro de madre - mujer, la misma sonrisa que haría frente a cualquiera de las tormentas que ofrece la vida y evitaría a toda costa los naufragios del barco que navega por los insondables océanos de la existencia…y como me miraré frente al espejo de sus ojos infinitos que guardan con recelo el color del mar?. La pregunta sin respuesta sobre mi amado fue silenciado por el llanto del niño hambriento.
Acaso una pesadilla?, o quizás un sueño? o franca tiranía de la inspiración hormonal?. Aun sin certezas y con enigmas por resolver, recordé el encargo de una vieja amiga que desde la otra orilla de los recuerdos entrelazados por la vida misma, me pidió que escribiera sobre ellas, las mujeres…y de forma súbita recordé que la poesía no es de quien la escribe, sino de quien la necesita…y resulta que existen mujeres que arrastran maletas cargadas de lluvia, que nunca reciben postales de amor, que sueñan con trenes llenos de soldados y que dicen que sí cuando dicen que no, que bailan desnudas en cárceles de oro, que buscan deseo y encuentran piedad, que están atadas de manos y pies al olvido, que huyen perseguidas por su soledad …mujeres que tocan y curan, que besan y matan, que ni cuando mienten dicen la verdad, que abren agujeros negros en el alma, que empiezan la guerra firmando la paz…y también otras que hoy por hoy escriben con certeza sobre el arte de ser mujer sin recetas.
Seré franco en advertir que luego de dar respuesta a esta invitación a escribir una cuartilla, me quedaré en consecuencia soñando despierto en ser mujer de por vida. Y sin mayores preámbulos cierro estas líneas pidiendo al público masculino que pueda correr el riesgo de leerlas, abstenerse de pedir inspiración a sus hormonas femeninas; pues el poder de transmutación es evidente. Se los digo yo que corrí ese riesgo y ahora soy mujer para siempre, un autentico Bocatto di Cardinale sin receta.
Felicidades a todas y a todos en el dia internacional de la mujer.