El oráculo de Delfos

El oráculo de Delfos constituye uno de los más grandes recintos sagrados que fueron dedicados al Dios Apolo; el mismo estaba ubicado en el centro del templo y los griegos acudían a el con la finalidad de preguntarle a los dioses acerca de las cuestiones más importantes que involucraban de alguna manera a su vida.
El oráculo estaba situado en Grecia, específicamente en la ciudad de Delfos (de allí el nombre), al pie del monte llamado “Parnaso” entre las montañas de la Fócida a unos 700 metros por arriba del nivel del mar y a 10 Km. del Golfo de Corinto. Uno de los personajes más importantes que se relacionan con los oráculos, y especialmente con el oraculo de Delfos, son las pitonisas, las cuales eran encargadas de transmitir las respuestas que otorgaba el oráculo. El nombre Pitonisa proviene de la palabra Pito, que fue adoptada de la serpiente Pitón, a la que Apolo dió muerte con la finalidad de apoderarse de su sabiduría e inteligencia.

La historia de este episodio mitológico dice que luego de matar a la serpiente, el Dios guardó sus cenizas en una urna o sarcófago y en honor a ellos fundo una suerte de juegos fúnebres denominados “juegos píticos”. Un tiempo después se comenzó a contar una leyenda de que ese mismo sarcófago estaba enterrado debajo del oráculo de Delfos en el templo de Apolo. En la elección de las pitonisas que interpretaban los mensajes del oraculo de Delfos no se hacía ningún tipo de distinción con respecto a sus clases, simplemente a la candidata se le pedía que tanto su vida como sus costumbres no tuvieran lugar a reproches, y el nombramiento era vitalicio comprometiéndose a vivir en el templo para siempre.
Durante los siglos de apogeo del oraculo de Delfos era necesario designar hasta tres pitonisas para que puedan atender la gran cantidad de consultas que el oráculo solía recibir en ese entonces, no obstante, cuando llegaron los tiempos de decadencia era solo una pitonisa la que se encargaba de este trabajo. Al igual que los demás oráculos, el oráculo de Delfos era siempre celebrado el día 7 de cada mes, y las personas que deseaban realizar la consulta debían entrevistarse al menos 3 días antes con la pitonisa. Éstos eran de todo tipo y clase social; el oraculo de Delfos solía tener consultantes que iban desde las personas más pobres hasta reyes y monarca y se dice que el ritual de consulta consistía en entregar un sacrificio al Dios Apolo y luego se abonaba la tasa correspondiente para que el consultante pueda realizar las preguntas ante la pitonisa y el oráculo de Delfos.

Edipo y el oraculo de Delfos
Los oráculos, y particularmente el oraculo de Delfos, encierran innumerables historias que los caracterizan; por ejemplo, la historia de Edipo es una de las más emblemáticas del oráculo de Delfos. Cuando Edipo nació, Layo, quien en ese entonces era el rey de Tebas, recurrió al oraculo de Delfos para saber acerca del nuevo niño, y éste le contesto que Edipo cuando crezca sería el responsable por la muerte de su padre, ya que su deseo sería el de casarse con su madre; por esta razón, Layo inmediatamente ordenó el asesinato del niño para evitar el destino que le esperaba, pero quien se suponía que debía llevar a cabo este trabajo, sintió demasiada lastima por el niño y lo abandonó en el monte Citeron, colgado de un árbol por los pies. Entonces fue un pastor quien encontró al bebe y lo entrego a Plólibo ya Peribea quienes eran los reyes de Corinto.

Edipo fue criado por los reyes y en la adolescencia, debido a los comentarios que decían que sus padres no eran realmente sus padres, decidió consultar con el oráculo de Delfos para averiguar si esto era realmente así, y el oráculo le dijo que el estaba destinado a matar a su padre para casarse con su madre. Debido al terror que le dio a Edipo la respuesta otorgada por el oraculo de Delfos, el mismo decidió huir hasta Corinto para escapar de su destino y así proteger a su padre; durante su viaje se encontró con Layo y sin saber que el era el rey de corinto y su verdadero padre, lo mató tras una discusión por la preferencia de paso. Más tarde durante su camino, Edipo se cruzó con la esfinge de Tebas, a quien venció acertando un acertijo y liberó a todo el pueblo atormentado por la misma.
El pueblo de Tebas como premio por su triunfo decide darle la corona, y Edipo termina casándose y teniendo cuatro hijos con Yocasta, quien era en realidad su propia madre. Tiempo después, y debido a una enorme plaga que cae sobre Tebas, Edipo consulta con el oráculo de Delfos que le indica que la misma es provocada a causa de que el culpable por la muerte de su antiguo rey, Layo, no ha pagado, Edipo decide comenzar a averiguar quien fue el asesino, y con la ayuda de Tiresas (un adivino ciego del pueblo) descubre que fue él quien mató a Layo y el culpable por la plaga, dándole la razón al oraculo de Delfos que había afirmado que el niño crecería para matar a su padre y desposar a su madre. Cuando Yocasta se entera la verdad se suicida colgándose en el palacio, y al encontrar esta escena, Edipo toma los broches del vestido de su madre y se arranca los ojos, abandonando el trono y retirándose al exilio.