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Leopold & Loeb: Dos genios que asesinaron sólo para demostrar que podían cometer el crimen perfecto
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Leopold & Loeb: Dos genios que asesinaron sólo para demostrar que podían cometer el crimen perfecto
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Era 1923. En el estudio de su casa en Chicago, un chico de 19 años tenía muy bien cuidada una colección de tres mil especies distintas de pájaros. En octubre de ese año, envió un informe a la Convención Anual de la American Ornithological Union sobre un pájaro extrañísimo que había visto: el Kirtland's Warbler. El informe era firmado por un tal Nathan Leopold. Semanas más tarde, junto con su amigo del alma, Richard Loeb, 18 años, muy aficionado a las historias policiales comenzaron a tramar una especie de asesinato perfecto, algo así como para matar el aburrimiento. Al año siguiente, en mayo de 1924, los podíamos ver, riéndose a carcajadas y escribiendo una carta que comenzaba con "Mi muy querido Señor". Era dirigida a los padres de Bobby Franks, chico de 14 años. En ella decían que lo habían secuestrado y que si no les daban 10,000 dólares, lo matarían. Eso era lo que decía la carta, pero la verdad era que ya lo habían liquidado y el cadáver flotaba en una de las orillas del lago Wolf. Cuando las pruebas y evidencias se manifestaron contra ellos, Leopold y Loeb confesaron: habían matado a Bobby Franks, no por dinero, sino por el mero gusto de la emoción.
Nathan Leopold Jr. era hijo de una familia supermillonaria de Chicago y desde muy niño dio muestras de gran inteligencia. Le decían Babe, por ser el hijo menor de la familia. A sus 18 abriles era ya licenciado en Filosofía por la Universidad de Chicago y estudiante de Derecho en la Escuela de Leyes de esa misma ciudad. Dominaba nueve idiomas y era un experto botánico y ornitólogo. En cuanto a sus gustos, le interesaban los pájaros, Nietzsche y, por supuesto, Richard Loeb, su gran amigo. La relación entre Leopold y Loeb era bastante noica y tormentosa. La atracción que sentía Leopold por Loeb parece haber sido la razón primaria de su participación en el crimen. Babe Leopold más tarde escribió: " La amistad de Dick (Loeb) me era necesaria -terriblemente necesaria". Para Loeb, el crimen era más que todo un interesante ejercicio intelectual. Richard Loeb era hijo de un ya retirado vicepresidente de la Sears Roebuck and Co. y era tan brillante y rico como Leopold. Era el licenciado más joven de la Universidad de Michigan y disponía de una cuenta bancaria de 3,000.00 dólares. "Dick" Loeb declaró que Leopold consideraba el asesinato como un "juego" emocionante, y que además les daría algo de billete. "Babe" Leopold contó que no pensaron liquidar a nadie en particular. Era un juego al fin y al cabo. "Dejamos la decisión para el mismo día. Y escogimos al primero que vimos y que más nos gustó".
"¿Cuándo decidieron que Bobby Franks sería su víctima?" -preguntó el fiscal Crowe. Cuando le vimos por casualidad" -contestó Leopold. En la tarde del miércoles 21 de mayo de 1924, vieron a Bobby. El muchacho estuvo a la hora equivocada y en el lugar equivocado. Era perfecto para el dúo asesino. Bobby provenía de una familia adinerada y muchas veces jugaba al tenis con los chicos. Le convencieron para que subiera al carro que habían alquilado, con la excusa de enseñarle una raqueta de tenis que habían comprado. El asunto es que cuando entró, lo golpearon con un escoplo y, al parecer, murió al instante. Tiraron el cadáver en un conducto subterráneo del lago Wolf. Al día siguiente, escribieron la carta pidiendo el rescate. Poco después, la máquina de escribir la arrojaron al estanque del Parque Jackson. El abogado que se les asignó fue Clarence Darrow. Había defendido a más de cincuenta tíos acusados de asesinato en primer grado. Fue famoso su alegato de doce horas para que no condenaran a muerte al dúo dinámico. Su argumento se basó en el "efecto compasión" por la corta edad y la mente desquiciada de ambos. Finalmente, fueron condenados por el juez Caverly a cadena perpetua por asesinato y a noventa y nueve años por secuestro (?). En 1956 Meyer Levin, un periodista de Chicago, escribió una novela sobre el caso Leopold-Loeb: se llamaba Compulsión. En 1958 fue llevada a la pantalla grande con el mismo nombre. El director era nada menos que el maestro Hitchcok. Orson Welles interpretó al personaje del abogado Darrow, y Dean Stcokwell y Bradford Dillman encarnaron a Leopold y Loeb. En 1975, Hal Hidgon, escribió El Crimen del Siglo, sobre Dick y Babe siempre.
¿Y qué pasó después...?
Richard "Dick" Loeb murió en enero de 1936, a los 30 años. James Day, compañero de celda, le hizo 58 heridas con una navaja. Day alegó que estaba harto de los ataques sexuales de Loeb. El abogado Clarence Darrow decía que no le importaba si iba al cielo o al infierno porque tenía muchos amigos en ambos sitios. Murió en 1981 a la edad de ochenta años. Sus cenizas fueron arrojadas al mismo sitio donde el dúo asesino había arrojado la maquina de escribir. Nathan Leopold "Babe"continuó con la tarea de reforma educativa que había empezado con Richard Loeb en la cárcel. Llegó a aprender 27 idiomas. Se hizo enfermero del hospital de la prisión. Se presentó como voluntario para inyectarse una vacuna experimental contra la malaria. Escribió un libro sobre pájaros y una autobiografía en 1957, Life + 99 Years. En 1958 se le concedió libertad condicional después de 33 años en la cárcel. Se fue a Puerto Rico. Ahí enseñó matemáticas en la Universidad de Puerto Rico y trabajó como técnico en rayos X en un hospital del Estado. En una entrevista de 1960, dijo que había estado profundamente enamorado de Richard Loeb y que comenzó a sentir remordimientos ocho años después que entró a prisión. Se casó un año más tarde, con una viuda: Trudy Feldman García de Quevedo. Creó una fundación para ayudar a delincuentes juveniles. Hal Hidgon, biógrafo de Leopold, había escrito que Leopold, en los últimos años de su vida, se había vuelto nostálgico, deseando ser amado, deseando ser como un humano. Pero Leopold decía que "el ayudar a otros se había convertido en su mayor hobby". Leopold murió en 1971 de un ataque al corazón. Tenía sesenta y seis años. "Su cerebro fue objeto de estudios científicos que investigaban sobre la fuente de la genialidad".
¿Realmente alguna vez llegó a arrepentirse Babe Leopold del crimen que cometió? ¿O simplemente fingió haberse vuelto más saludable?.... ¿Eramos nosotros, los humanos, piezas de un gran juego que ardía en su cabeza, y que supo resolver hasta cuando estuvo en prisión y fuera de ella reformando el sistema educativo carcelario y ayudando a sus "semejantes"? Leopold y Loeb fueron coleccionistas, uno de pájaros, el otro de historias policiales; ¿desearon comenzar a coleccionar crímenes?.... ¿odiaron realmente a la sociedad? ¿o simplemente la sociedad era un campo fascinante de experimentación para sus gélidas psiquis y desbordantes intelectos?...¿Fue Dick Loeb quién influenció a Babe Leopold? Después de todo, quien más habló y profusamente escribió fue Babe: argumentó más sobre su vida y la de Dick. Siempre se pensó que Loeb fue el "más más" malo de la película y Leopold, el mal menor. ¿Fue así?. ¿No fue todo una gran broma en la que el protagonista principal era precisamente Leopold?. Tarea para la casa y para nuestras neurosis. Recordemos, en todo caso, que Babe continuó hasta el final de su vida, coleccionando pájaros y de algún modo, también seres humanos. Eramos sus juguetes preferidos que podía armar, destrozar y volver a armar. Eramos su hobby, al fin y al cabo.
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