El misterio de la muerte de la espia mata-hari

Escribir sobre la legendaria Mata-Hari es adentrarse en el misterioso mundo de una mujer que inventó un bello cuento y se puso a vivir en él, comenzando una nueva y mágica existencia justo cuando la suya acababa de desmoronarse tras un fracaso matrimonial.

Su nueva identidad relega por siempre su nombre, Margarita Geertruida Zelle, al cajón de los recuerdos e insufla vida a un nuevo personaje que conecta con sus más íntimos anhelos de brillar y ser admirada, deseos que le acompañaron desde muy niña. Ahora tiene un nuevo nombre, el de Mata-Hari, y una nueva y sorprendente historia, la de una bailarina de origen sagrado criada en los templos que se alzan junto a las orillas del Ganges.Mata-Hari interpreta danzas orientales contorsionando su hermoso cuerpo semi desnudo adornado con gasas etéreas y gruesos brazaletes. Su falta de pudor y su embrujadora presencia le brindan un apoteósico triunfo en los escenarios de las principales capitales de la Europa de la preguerra mundial. El público parisino es el primero que se muestra fascinado ante los encantos de la misteriosa bailarina de ojos profundos y exótico sabor entre oriental y místico.

La fama de la tan enigmática como deseada Mata-Hari va creciendo con cada nueva actuación, sobre todo entre los círculos de la alta sociedad, en los que conoce a importantes personalidades políticas y de la milicia entre las que escoge a sus numerosos amantes.En plena contienda, la bailarina holandesa comienza su actividad como espía. El balance sobre su labor profesional en este campo es muy debatido aún hoy: la agente alemana H12 es valorada de forma contradictoria por el bando germano mientras que por el francés se la considera una de las más dañinas espías del siglo, responsable de la muerte varios millares de soldado aliados, opinión acorde con la sentencia a muerte por alta traición que se le impuso desde Francia. Sin embargo, mientras los informes franceses sigan bajo secreto, continuará existiendo una insoslayable veta de misterio sobre el asunto.

Con el transcurso de los años, Mata-Hari va apercibiéndose de cómo no todo el misterio con el que se envuelve podía ser creado por ella misma. Sobre todo, no pudo escribir el final de aquel cuento que, si un día la salva de un mediocre e incierto destino acabó, sin embargo, condenándola a una muerte sórdida y temprana a manos de un pelotón de fusilamiento.Mata-Hari es uno más de los cientos de espías que prestan sus servicios en la Gran Guerra pero pronto se ve mezclada en una serie de intrigas y de secretos bélicos que propiciarían finalmente la sospecha militar francesa sobre su doble condición y su consecuente arresto.Los pormenores del juicio que acabó sentenciándola a muerte constituyen otro de los momentos oscuros de la biografía de la bailarina que todavía no han podido dilucidarse. Como apuntamos, los informes sobre el pleito permanecen bajo llave, alimentando el enigma que rodea su figura.

Sus últimos días estuvieron envueltos en misterio: afrontó cargos por prostitución, conspiración y alta traición y por colaboración con el gobierno alemán pero nunca se supo quién la delató ni las verdaderas razones de su condena a muerte tras un juicio a puerta cerrada en plena guerra. A este respecto, unas recientes declaraciones del biznieto del juez que decidió su ajusticiamiento, el historiador Philipe Collas, atribuyen la determinación de su bisabuelo al despecho que éste sentía tras haberla perdido como amante, cegado por la insoportable idea de que la bailarina le hubiera sido infiel. Collas también señala como causa el que los servicios secretos franceses necesitaran un éxito de alto perfil para distraer la atención de sus propios fracasos cometidos durante los primeros años de la guerra.

Otro de los misterios que todavía permanecen sin resolver sobre la bella Mata-Hari es su condición de doble espía. Según unos documentos últimamente liberados por el Servicio de Seguridad británico sobre la bailarina, debería de dejar de dudarse sobre su doble condición pues, concluyen, ella tuvo amores en los dos bandos bélicos y sí estuvo pagada por alemanes. Estos datos publicados ahora fueron recabados durante el interrogatorio al que la sometió el servicio de inteligencia británico tras detenerla a consecuencia de un fallo en su primera misión.
La mañana de su ejecución una multitud de parisinos se congregan en las afueras de la ciudad para presenciar su muerte. Bien podría afirmarse que Mata-Hari realiza entonces su actuación más brillante. No quiere esconder su rostro, como negándose a continuar con el juego del misterio o quizás para todo lo contrario, demostrando que el juego del misterio tiene mucho que ver con su manera de afrontar con temple las circunstancias más adversas.Constituye otro misterio el atuendo que portaba en aquellos momentos. Unos afirman que iba sencillamente ataviada y otros que con su cara pintada parecía una princesa oriental y que se deshizo de su abrigo debajo del cual dejó ver su cuerpo desnudo segundos antes de perder la vida.

Antes de recibir el mortal impacto, mira al frente y agita su pañuelo blanco en señal de despedida. Un certero disparo en el corazón pone punto y final a la vida de Margaret y a la vez es el pistoletazo de salida para el comienzo de una nueva existencia con vocación de eternidad, el mito de la sensualidad y el misterio de la legendaria Mata-Hari. Efectivamente, los últimos acontecimientos de su vida habían preparado el camino para que naciera el mito: la misteriosa bailarina que había cautivado a toda Europa era acusada por los franceses de trabajar como espía para el bando alemán, un juicio sumarísimo la había condenado por alta traición y sería ejecutada frente a un pelotón de fusilamiento. Todos los elementos para la creación del mito estaban presentes. Aquel disparo sesgó una vida pero a su vez hizo nacer otra, la de uno de los más importantes mitos de nuestra historia, la de una de las leyendas más subyugadoras de nuestro tiempo.

La redactora que escribe se niega, con el preceptivo permiso del lector que ahora me lee y guiada por un deseo de justicia poética, a dejar que unas despiadadas líneas –explicando que su cuerpo fue utilizado por estudiantes de Medicina en prácticas de disección- finalicen este relato sobre la reina de la seducción que fue Mata-Hari. Prefiero intervenir en ello y dar paso a otra circunstancia que de nuevo pinta un halo de misterio alrededor de su figura, que demuestra el imán que ella parecía ejercer sobre todo lo secreto: Resulta, cuanto menos curioso o quizás sea un nuevo misterio, que entre una docena de expertos tiradores sólo le alcanzara el disparo de uno de ellos. ¿Quizás sospechaban que sus fusiles iban en realidad a dinamitar un bello sueño encarnado en aquella mujer?

Sea como fuere, lo cierto es que, Mata-Hari, la mujer que huyó de una existencia gris, que dirigió sus pasos por la senda del misterio y de la ensoñación, no podía haber tenido un final en el que lo arcano estuviera ausente. El misterio siempre la había acompañado y no podía fallarle en sus últimos minutos de vida, no podía dejar de arroparla en aquella fría mañana del 15 de octubre de 1917.


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