Zanskar es un territorio casi desconocido para el resto del mundo, al menos hasta hace apenas un par de décadas. Imaginemos una serie de valles al margen de un río que modela uno de los únicos accesos a la región, amurallada de cordones montañosos a la escala del Himalaya. El propio río al congelarse, fue por siglos el único modo de acceder a
Zanskar. De geografía aislada al norte de la
India, es uno de los parajes más fríos habitados por siglos del planeta.
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Situado en la mitad este del estado indio de
Jammu y Cachemira, en un territorio perteneciente antiguamente a
Guge o
Tíbet oriental,
es un terrritorio atravesado por dos brazos del río
Zanskar y por la cadena montañosa homónima, de una altura media de 6.000 msnm.
Zanskar, y sobre todo, su zona habitada, es uno de los territorio más aislados del mundo, rodeado de alta montaña. Por ello, el único modo de acceder por siglos, fue a través del propio río
Zanskar, sobre todo, recorriendo un desfiladero estrecho y profundo por donde corre el río que llega a congelarse.
Wikipedia / Monasterio Phugtal
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Siendo que la primera carretera que accede al lugar se construye en 1979, y que una vez integrado al Estado de la India en 1947, apenas se permite el acceso a extranjeros en 1974,
Zanskar podría considerarse un “mundo perdido” (ver también
) donde los humanos se han adaptado a las condiciones extremas de la geografía y el aislamiento. Mientras en las praderas y valles conviven comunidades de agricultores y criadores de ganado, en su mayor parte,
Zanskar es un semi-desierto de altitud protegido de los monzones por la
Gran Cordillera del Himalaya.
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Los inviernos, son duros y largos, tanto como para considerar a
Zanskar una de las regiones habitadas en continuo más frías del planeta. Pero el propio frío, proporciona las mayores precipitaciones en forma de nevadas, aumentando los glaciares que en verano se derriten alimentando los cursos de agua. Por todas éstas razones, apenas unas 13.000 personas viven en la región, practicando el budismo tibetano en su mayoría.
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Existen entre los complejos religiosos, asombrosos monasterios como el de
, con más de ocho siglos de historia integrados a un acantilado de una garganta de un afluente del río
Lungnak. En el monasterio de Phugtal, viven unos 70 monjes.
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En
Zanskar hay algunas aldeas dispersas, siendo la más importante la capital
Padum. Son gente autosuficiente y mantienen un mínimo intercambio de mercancías con el mundo exterior. La escasez también ha profundizado una tendencia al crecimiento nulo de la población, bajo un sistema social basado en la
, debido a la alta tasa de masculinidad, en donde varios hermanos comparten una misma mujer. Además, las comunidades adoptaron una vida religiosa célibe que contribuye a la estabilidad de la población.
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Gopal
Zanskar, es gracias a su adhesión a la Unión India, uno de los últimos parajes que conserva la cultura tradicional tibetana casi intacta. Cerrada a los extranjeros hasta hace pocos años, hoy vive un proceso de apertura en la que llegan turistas de un modo masivo. A pesar del impacto, el derrame ha permitido financiar escuelas y restaurar imponente monasterios y carreteras, aunque los “invasores” no siempre son vistos con buenos ojos por los lugareños.