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Cansado de los estridentes ruidos que emite su vecina cuando tiene relaciones sexuales, un matrimonio británico recurrió a la justicia, la que les dio la razón a los demandantes y multó a la mujer con una importante suma de dinero, la cual no fue precisada.

Junto con darle a conocer la multa, el tribunal de la ciudad de Middlesborough le advirtió a la gritona que si continúa con sus ruidosas manifestaciones cuando hace el amor, tendrá que volver a pagar otra cantidad de dinero, y así cada vez que sea sorprendida gritando.

"Fue todo una pesadilla, siempre gritando, maldiciendo, teniendo que escuchar sus relaciones sexuales, todo ese tipo de cosas. No fue muy divertido", contó luego de conocerse la sentencia Ian Nicholls, quien junto a su mujer Susan entablaron la denuncia.

"Este tipo de comportamiento es totalmente inaceptable y este caso demuestra que no dudaremos en tomar medidas para proteger a las comunidades de este tipo de molestias", dijo por su parte Charlie Rooney, concejal de la comuna.

Gemma Walker, de 31 años y madre soltera, ya había recibido una orden de reducción de ruido en septiembre del año pasado, pero no hizo caso y ahora está pagando con dinero su incumplimiento.