DeNunCianDo - Una hostelera denuncia a una pareja por romper el baño haciendo el amor

Los jóvenes no se quisieron hacer cargo de los daños ·· Fueron sorprendidos por la propietaria del local saliendo juntos del lavabo tras oírse el ruido del destrozo

Una pareja de jóvenes de edades comprendidas entre los 25 y los 27 años ha sido denunciada por la propietaria del bar Rúa, ubicado en la rúa Ferrador de Noia, por destrozar la pileta del baño de mujeres cuando supuestamente estaba haciendo el amor. Los hechos, según relató la hostelera, Isabel Rúa, se produjeron este fin de semana cuando ella y los clientes que en ese momento se encontraban en el establecimiento comenzaron a escuchar gemidos y, poco después, un fuerte ruido provocado por la rotura de la pileta.

Cuando la pareja salió del lavabo, la propietaria del bar se dirigió a ella para preguntarle que es lo que había pasado y tras comprobar que la pileta estaba destrozada les comunicó que tenía que hacer frente a los daños. Los jóvenes se negaron alegando que no habían hecho nada.

Ante esta actitud, Isabel Rúa llamó a la pareja de la Policía Local para denunciar los hechos. Los agentes tenían previsto remitir las diligencias al Juzgado de la localidad, para que sea el juez quien adopte las medidas pertinentes.

Segunda ocasión

La propietaria del bar afirmó que no es la primera vez que en su local sucede una situación similar. El pasada verano se produjo un hecho parecido en el baño de caballeros también protagonizado por una pareja.

Al igual que en esta ocasión, los protagonistas de la historia destrozaron la pileta de lavar las manos supuestamente también al dar rienda suelta a sus pasiones más íntimas.

Esta hostelera noiesa se ve impotente ante estos dos casos que le han sucedido "porque no puedo estar pendiente continuamente de quién o quiénes entran en cada baño". No obstante, considera que el servicio de un bar no es el lugar más adecuado para que una pareja haga el amor. A este respecto, señaló en tono jocoso que si se lo hubieran dicho con anterioridad les dejaba las llaves de su piso para que no les molestara nadie y, de este forma, no le causaran destrozos en su bar, que es su medio de vida.