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BELGRADO.- Después de 16 años de infructuosa búsqueda, Ratko Mladic, el despiadado comandante serbio bosnio acusado de orquestar la masacre de Srebrenica, la peor matanza de civiles en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, fue detenido ayer en un pequeño pueblo de Serbia.
La detención de Mladic -que será extraditado a La Haya para ser juzgado por el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) de la ONU- representa un paso decisivo en los esfuerzos del gobierno serbio de adherirse a la Unión Europea (UE) y mejorar la imagen de un país que hasta hace poco era considerado un Estado paria que protegía a los responsables de las peores atrocidades de las guerras balcánicas de la década de 1990.
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"En nombre de la República Serbia anuncio que Ratko Mladic fue detenido este mañana [por ayer]. Hemos limpiado una mancha de nuestra historia", anunció el presidente serbio, Boris Tadic, en Belgrado.
"Se trata de un acto muy importante para la reconciliación de nuestro país con el resto de las naciones de la antigua Yugoslavia, y que además nos abre las puertas a Europa", agregó Tadic, sin disimular su alegría.
Si bien el mandatario no ofreció detalles de la captura, medios locales indicaron que el arresto se produjo en la madrugada de ayer, en Lazarevo, una aldea ubicada unos 80 kilómetros al norte de Belgrado, cerca de la frontera con Rumania. Allí Mladic se escondía supuestamente en la casa de unos parientes, donde el llamado "carnicero de los Balcanes" se escondía bajo el nombre falso de Milorad Komadic.
Pese a estar armado con dos pistolas al momento de su detención, el ex comandante militar no ofreció resistencia, y no iba disfrazado ni llevaba barba, como fue el caso del ex líder político serbio bosnio Radovan Karadzic, cuando fue capturado en julio de 2008, en Belgrado.
Las fuentes agregaron que el ex general Mladic, de 69 años, "está calvo, avejentado y su estado de salud es precario. A consecuencia de un infarto cerebral, casi no puede mover un brazo".
Ayer, de hecho, la audiencia de Mladic en Belgrado ante un juez serbio por crímenes de guerra fue interrumpida a causa de los problemas de salud del acusado. "El juez decidió interrumpir el interrogatorio. Los médicos determinarán hoy si puede comparecer nuevamente ante el tribunal", indicó a la prensa su abogado, Milos Saljic.
Concretamente, Mladic está acusado por el TPIY de genocidio en relación con la matanza de unos 8000 hombres musulmanes de la localidad oriental bosnia de Srebrenica, en 1995, que era protegida por cascos azules holandeses; el asedio de Sarajevo, que se prolongó durante cuatro años y dejó 10.000 civiles muertos, y otros crímenes durante la guerra bosnia (1992-1995). Su proceso de extradición a La Haya podría durar unos diez días.
Las reacciones desde el exterior no se hicieron esperar. "Aplaudo al presidente Tadic y al gobierno de Serbia por su determinación para garantizar que Mladic enfrente a la justicia. Esperamos su transferencia expeditiva a La Haya", expresó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un comunicado. "Hoy [por ayer] es un día histórico para la justicia internacional", dijo, por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
La detención y extradición de Mladic al TPIY era una de las condiciones indispensables para que la UE le abriera las puertas a Serbia. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, que por casualidad ayer viajaba al país, declaró que "la plena cooperación con el TPIY sigue siendo esencial para el ingreso de Serbia" al bloque comunitario.
Pese a que el arresto elimina un obstáculo diplomático para Serbia, los analistas destacaron que la revelación de que Mladic estaba escondido en el país, como muchos sospechaban, plantea interrogantes sobre cómo logró eludir a la justicia durante tanto tiempo.
Ante el temor de que grupos nacionalistas realicen violentas manifestaciones en protesta por la detención de Mladic, Serbia elevó su nivel de alerta nacional, aumentó la seguridad en Belgrado y prohibió todo tipo de reuniones públicas.
En Bosnia, donde se produjeron los crímenes de los que se acusa a Mladic, la noticia fue recibida con satisfacción. "Estoy conmocionada y feliz. Hemos esperado esto durante mucho tiempo", dijo Hatidza Mehmedovic, presidenta de la asociación Madres de Srebrenica.
Este histórico arresto deja a Goran Hadzic, ex líder de los serbios de Croacia, como el último presunto criminal buscado por el TPIY.