la OTAN intercambia bombas por petroleo

Los EE.UU. y sus aliados dicen estar actuando en Libia para salvar civiles, lo que es totalmente falso; de hecho, lo que están es matándolos. La causa de esta guerra ha sido el intento de Gaddafi de nacionalizar el petróleo libio, de modo que los estados criminales de guerra, EE.UU. y Reino Unido (apoyados por sus lacayos) se han puesto en acción de nuevo.

Fuentes libias han informado que dos hospitales civiles y una clínica médica fueron bombardeados. por las fuerzas de la OTAN. Instalaciones aéreas civiles a todo lo largo de Libia han sido atacadas. Todas las bases militares de Libia (bases aéreas, bases navales, y las bases de tierra) han sido demolidas, incluso las que están fuera de la zona de exclusión aérea. Fuentes libias han informado de que todas las academias militares han sido destruidas también. ¿Para qué? Miles de libios han muerto y el resto viven asustados por los bombardeos.

Los estados-puta, Brasil, Alemania, India y China, cuya economía depende de la venta de productos a EE.UU., que les pagan en billetes verdes sin valor, no han cuestionado la legalidad de la devastación. Pero, ¿qué pasa con Rusia? Esta interesante pregunta tiene una respuesta clara: ¿ha tomado el sistema financiero internacional sionista el control de la industria de crédito en Moscú?

"La resolución es deficiente y errónea, permite hacer cualquier cosa y es como una llamada de una cruzada medieval", dijo Putin y calificó las acciones de la coalición internacional como actos terroristas, el objetivo real de los cuales era apoderarse del petróleo de Libia. El régimen libio actual no es el de un país democrático, Putin admitió. "Es obvio, pero eso no significa que nadie pueda intervenir en un conflicto político interno desde el exterior, en defensa de una de las partes." Aunque la resolución efectiva permite la intervención en un Estado soberano, Rusia no ejerció su derecho de veto en el Consejo de Seguridad. ¿Saben los rusos que su Gobierno acaba de traicionar a su antiguo aliado en África? Todo este asunto no tiene ningún sentido y todos lo sabemos.

El Congreso español ha aprobado hoy, tres días tarde, la intervención en la guerra de las tropas españolas. El presidente Zapatero ha sido felicitado por su servil —y anticonstitucional, aunque a nadie le importe— decision por todos los sectores políticos. Así es la democracia española, carente de independencia de los poderes del Estado. Nadie se atreve a enfrentarse con el amo, porque todos aún recuerdan el 11-M, cuando en un atentado de bandera falsa murieron 200 personas. ¿Y los que votan a toda esa banda de hijos de puta? ¿Piensan hacer algo? En lo absoluto. Lo único que desean es sentarse frente a su televisor esta noche, relajarse y no hacer nada.

El verdadero negocio de los aliados en Libia consiste en intercambiar sus bombas anticuadas por petróleo barato. Todo el desmesurado costo de la operación, facturado al precio que los aliados consideren unilateralmente lo bastante caro, debe ser devuelto en forma de petróleo a unos cuantos dólares el barril por el gobierno títere con el que sustituyan a Gaddafi, democrática piara que firmará sustanciosos contratos con las compañias petroleras occidentales.

Esta guerra es ilegal, como lo fue la de Irak. Esta guerra la respaldan sólo aquellos que prefieren la ley de los gobernantes al imperio de la ley. Y no hay más.