DeNunCianDo - De Verona al Festival del Pene: la más extrañas costumbres del día de San Valentín

Para los que tienen pareja o para los que andan sueltos, estos son algunos de los lugares a los que se puede acudir cuando cae San Valentín. Obviamente, no se asegura la efectividad al 100%

San Valentín da para tanto como uno quiera imaginar. Flores, bombones o, por ejemplo, seis lugares peculiares, con sus rituales y leyendas, que giran en torno al amor. Desde predicciones en la iglesia de San Antonio de la Florida para intentar saber cuántos novios tendrá una joven durante ese año a realizar ofrendas en el Altar del Pene para, supuestamente, mejorar la relación matrimonial

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01 Tócale un pecho Julieta
Shakespeare nunca estuvo en Verona (Italia) pero, al parecer, plasmó en Romeo y Julieta una ciudad casi calcada a la real. Siguiendo las descripciones que se hacen en el libro los veroneses han situado la casa de Julieta en la Via Cappello, 23. En el patio de la vivienda, en sus paredes y por los pasillos se pueden leer miles de mensajes que la gente escribe sobre papeles o directamente en la piedra, aunque periódicamente repintan los muros y cambian las falsas paredes por otras sin mensajes. Dice la leyenda que quienes quieran encontrar pareja pueden ir y tocarle el pecho derecho a la estatua de Julieta que hay en jardín. Se cuenta que trae suerte en el amor, otros dicen que es para cambiar de pareja. Desde el patio de la casa también se ve el famoso balcón, pero para acceder a él hay que pagar.

02 Candados en Roma
Para que no se escape el amor hay que acudir al puente Milvio en la rivera del Tíber, en Roma. Cientos de candados con las iniciales de los enamorados se acumulan para mantener el amor eternamente. Más tarde hay que tirar la llave al Tíber. Eso sí, si la pareja se rompe hay quien ha regresado para romper el candado con unos alicates. Este ritual se puso de moda gracias al libro Perdona si te llamo amor de Federicco Moccia. Los candados se han extendido por otras ciudades y también se pueden ver en Verona, en el puente Vecchio de Florencia y cerca de la Fontana di Trevi de Roma.

03 Tantos novios como alfileres
La madrileña ermita de San Antonio de la Florida, situada en la glorieta del mismo nombre, está de fiesta cada 13 de junio. Decenas de jóvenes se acercan para saber cuántos novios tendrán durante el año. Las chicas meten la mano en la pila bautismal que contiene en el fondo decenas de alfileres. La creencia dice que según el número de alfileres que se claven en la palma equivale a la cifra de novios que la joven tendrán ese año.

04 Acierta con la moneda en Japón
En el templo Shimane, en la zona occidental de Japón, miles de solteros acuden para comprobar si se casarán, otros tantos van al templo con sus parejas para lanzar indirectas a su novio o novia para ver si se comprometen. El ritual consiste en lanzar una moneda hacia las grandes cuerdas que cuelgan del techo. La leyenda japonesa asegura que si la moneda se queda engancha en los cordeles la persona que ha tentado a la suerte se casará, aunque no indica cuánto tiempo deberá esperar para llegar al altar.

05 El Templo de los penes
En el Templo de los Penes, en el hotel Nai Lert Park de Bangkok, se hacen ofrendas en forma de pene. Dice la leyenda que estos presentes ayudan a las parejas a concebir un hijo. El lugar está erigido a la diosa de la fertilidad y son principalmente las mujeres quienes que acuden para hacer las ofrendas. El altar del pene es todo un espectáculo, un santuario en un jardín donde se amontonan cientos de falos pequeños, grandes, enormes, de colores, de piedra, de madera...

06 Kanamara Matsuri
Si Tailandia tiene su altar de los penes, Japón tiene su festival. El país del sol naciente posee el Festival del pene o "Kanamara Matsuri". Esta procesión es perfecta para los matrimonios ya que en ella la tradición asegura que se puede conseguir armonía en la pareja y fertilidad. El primer domingo del mes de abril en la localidad Kawasaki desfilan altares con penes de grandes dimensiones. En los alrededores se venden souvenirs, caramelos y todo tipo de comida con la forma de falo. Antiguamente las prostitutas japonesas acudían al Kanamara Matsuri con la creencia de que de esta manera no contraerían enfermedades de transmisión sexual.