Una responsabilidad conjunta

ada vez que ocurre un incidente parecido al del domingo me desilusiono profundamente del fútbol. Afortunadamente no me desenamoro porque si fuera así ya habría dejado de querer las canchas desde hace mucho tiempo.No entiendo la violencia, no entiendo al fútbol colombiano, no entiendo a la afición ni tampoco entiendo a los dirigentes. ¿Cómo es posible que luego de toda la violencia que se ve no sólo dentro sino en los alrededores de los estadios las cosas sigan iguales? Realmente, sólo veo que aparecen los altos mandos en instancias extremas como la agresión a Juan Guillermo Domínguez. Pero, ¿Cómo vamos a pedir soluciones de raíz, si solo se busca resolver un problema por unas fechas? ¿Acaso hemos visto a alguno pensando en el verdadero inconveniente de tolerancia? De corazón, solo puedo hablar por Gustavo Morelli, Gerente Deportivo de la Dimayor, quien desde hace varios años está sacando adelante un proyecto de seguridad en los estadios, y no precisamente porque las máximas instancias del fútbol de este país se lo hayan pedido, sino porque detectó y no sólo eso, se preocupó por el problema y desde ese momento no ha desistido de algo que comenzó como un trabajo de grado. Él solo buscó el apoyo de la Cámara de Representantes y por eso, conocemos todos los colombianos que hay algo en proceso.
No es justo. No es justo con la verdadera hinchada, la que quiere ir al estadio con sus familias, la que quiere disfrutar y cantar a grito herido un gol de su equipo, la que se casa verdaderamente y no se fija en el color de la camisera del el de al lado. No tiene sentido que la solución sea buscar solamente al culpable de un ataque como el del partido Millonarios vs. Cali. Por ejemplo, me parece increible que ahora corra el rumor en el que se señala al jugador azucarero como incitador de violencia y por eso recibió la pedrada en la cara. No veo la razón para que tan pocas personas se hayan detenido a buscar un verdadero recurso que acabe con la violencia en los estadios colombianos. Si suena muy irreal detectar la falla en la tolerancia,entonces comencemos a sancionar con autoridad y carácter. Pero no con aguas tibias, como ha sucedido últimamente. ¿O es que acaso tiene que pasar un hecho lamentable como el del 89 para sentar un precedente?
Insisto. Los esquemas que rigen a este deporte no son compatibles con la realidad que vivimos. Viajo todos los fines de semana por los estadios del país y cuando hay un partido de medio o alto riesgo no puedo evitar sentir el temor de pertenecer a un medio, al cual juzgan y señalan muchas veces porque x o y equipo pierda. Por ejemplo, en la final entre Deportivo Pasto y Deportivo Cali, me agredieron con una botella de plástico llena de arena en la cabeza, huella que permanecerá seguramente. Desde ese momento, aprendí que las buenas intenciones no las tiene todo el mundo y que afortunadamente cuento con el apoyo de una protección cada partido. Pero, ¿qué pasa con los que van desprotegidos al estadio a alentar a su equipo? ¿Nadie habla por ellos?
Sí, posiblemente saldrá alguien a responderme que en los casos de violencia la Comisión Disciplinaria y Castigo, etc. Y todas esos grupos encargados y especializados, -que a propósito deberían ser expertos en el tema y no solo figuras de reconocimiento público- siempre salen en pro del fútbol. No es cierto. Que tengan buenas intenciones, no lo dudo. Pero que sean efectivos si lo pongo en tela de juicio plenamente.Estoy de acuerdo con los jugadores e hinchas que reprochan que el partido se haya jugado como si nada. No hay derecho que la vida de uno de los protagonistas haya sido agredida y se piense en cosas diferentes a la solidaridad y a sentar un precedente que detenga los actos violentos. ¿Por qué se ha tardado tanto una medida? ¿Por que fue a 200 metros del estadio?
Lo lamento mucho, pero este incidente no puede pasarse por alto por el sólo hecho que haya sido a unos cuantos pasos del estadio, sabiendo que ocurrio dentro del perimetro que debe estar cuidando la policia en las afueras del camerino. Personalmente no creo que esto sea una excusa porque la vida de todos los jugadores estuvo en riesgo. Esto le pudo pasar a cualquiera de los jugadores o incluso a mas de un jugador y en ese caso que? No se hubiera jugado por que? Quienes iban a jugar el partido no sentían las garantías físicas ni emocionales para enfrentar a Millonarios. Pero resulta que ahora este hecho va a quedar impune. No. No estoy de acuerdo con que esto haya quedado registrado en los medios y ya, sin una sancion. Y dejo claro que asi hubiera sido un hincha de Cucuta, Nacional, Santa Fe, Medellín o cualquiera de los 14 equipos que me faltan por mencionar, debe haber un castigo, porque mientras no se individualicen las agresiones primara la injusticia que sea el equipo quien pague. Pero lo claro es que ALGUIEN debe asumir consecuencias por lo sucedido.
Pero ya no sirve de nada mirar atrás. La idea es buscar soluciones a esta falta de reacción. Medidas drásticas,como las que se han visto en ligas como la uruguaya. La Asociación de ese país por unanimidad decidió suspender el campeonato de Primera División por tiempo indefinido por los episodios de violencia producidos en el Torneo Apertura del año pasado. Otro ejemplo es el de Brasil, la Confederación decidió aprobar un proyecto donde se pretende identificar a los miembros de una barra brava regristrándolos, implementaron duras penas de prisión, además, las "torcidas" fueron consideradas personas jurídicas de derecho privado y si ellas protagonizan incidentes no podrán asistir al estadio por tres años. Y para que se den cuenta que este tema es prioritario en el resto del mundo, luego del incidente en el clasico siciliano Catania Vs Palermo en el 2007, donde murió un policia , el gobierno italiano decidió que la liga se suspendía hasta que se llegara a una solución fuerte. La ley impuso que las entradas fueran numeradas, la existencia de un sistema de videovigilancia interna y externa, un puesto de policia dentro del estadio y la iluminación suficiente fuera de la instalación deportiva.
Necesitamos reacción, pero una que frene a los pocos violentos que aparentan ser muchos. Algo que les duela y que puede afectar mas que 3 puntos que se pueden necesitar al final y que por culpa de esos desadaptados que dicen querer a su equipo sufran la eliminación. Y así suene demasiado drástico con los buenos, que el equipo sea el sacrificado con puntos y como complementon, que cierren las puertas del estadio para que perciban el abandono que pueden sentir sus ídolos. Una solución que tenga resultados, que sea el equipo de "aquellos" el que "injustamente" pague las consecuencias. Hay que judicializar, incluyendo a los menores de edad, no más delincuentes excusados ni protegidos por los años. El gobierno de este pais debe intervenir por todos nosotros y eso solo lo logra apoyando a los buenos y poniendo los recursos para que sean sentenciados los violentos. Necesitamos que las autoridades se comprometan y se pongan la camiseta, no solo que se dediquen a aparecer en television para convertirse en figuras publicas, ésta no es la competencia del mas mediatico sino del mas eficiente.
Y Esto va para los equipos también. Debe haber garantías para los visitantes y gerentes deportivos eficientes. Es que no tiene sentido que la vida de muchas personas esté en riesgo por culpa de unos directivos de clubes que viven en las nubes y que apenas aparecen cuando su equipo gana. De lo contrario, no hay un doliente, porque la verdad es que muy pocos asumen las responsabilidades de ser el anfitrion en cada fecha.
Este problema es de todos. Acá hay directos responsables como los clubes, la afición, los dirigentes del fútbol colombiano. Por eso, la solución real es la que le duele a TODOS y mientras no se busque la sancion para el directo responsable, habra que sacrificar algunas cosas. De lo contrario será muy difícil que ese aficionado recapacite y se de cuenta que lo único que hace es perjudicar a su único amor. Llegó el momento de actuar. Pero de actuar con el corazón y con mano dura, porque así pensemos que es injusto que otros paguen por los poquitos desadaptados, será mas triste cuando los verdaderos amantes del fútbol sufran las consecuencias de estar desprotegidos por los que pudieron ponerle un freno aterrizado a nuestra realidad.