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Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
Heráclito
31-01-2015, 17:03:37
Palabras sensatas que nos deben poner a reflexionar:

El derecho de los colombianos a una paz duradera

Gobierno y guerrilla han entendido que las artimañas no sirven para negociar

MARCO PALACIOS 31 ENE 2015 - 00:00 CET

El pasado 16 de noviembre Colombia se conmocionó con la noticia de la misteriosa captura de un general de la república, su estrecha colaboradora, una abogada del Ministerio de Defensa, y un cabo del Ejército. Contra lo esperado, ese drama en la espesura de una selva del Chocó hizo catarsis en las negociaciones del gobierno y las FARC que el presidente Santos ordenó suspender temporalmente hasta que devolvieran los tres secuestrados; la guerrilla lo hizo el 30 del mismo mes, y completó el gesto entregando un par de soldados que tenía en su poder, en otra zona muy distante.

El episodio puso al desnudo las limitaciones y riesgos políticos crecientes de una negociación que se ha prolongado demasiado. Con la suspensión temporal Santos rompió una de las reglas pactadas: “negociar en medio de la guerra”, que separa radicalmente lo que pasa en la mesa de La Habana, donde se dialoga con miras a alcanzar el “Acuerdo General para la terminación del conflicto”, y los combates en los frentes colombianos.

En efecto, durante los cuatro años de negociaciones —dos informales y en secreto y dos formales y semi-públicas— Gobierno y FARC se comportan en el terreno como si no negociaran en la capital cubana donde negocian como si no se combatieran. Santos no ha modificado la estrategia de eliminar las cúpulas de las FARC, golpeadas como nunca antes. Los insurgentes también han atacado incesantemente, aunque han ido dejando secuestros masivos o individuales; extorsiones, ataques indiscriminados a las poblaciones vulnerables. Declaran breves períodos de “cese unilateral del fuego”, con fines propagandísticos, pero el último, que anunciaron para las fiestas navideñas y de fin del año —y que aún se mantiene— pone de presente que ven llegado el momento de modificar un estilo de negociar que de poco sirve frente al clima de polarización nacional.

Ahora mismo los colombianos discuten si debe o no haber el “cese bilateral del fuego”, contemplado en el punto 3, “el fin del conflicto”, y que expertos de las dos partes vienen estudiando en La Habana desde hace unos meses. La desinformación o mala información sobre el cese al fuego contemplado en dicho punto 3 permitió a las FARC adelantar una campaña de propaganda como si estuviese desligado de la dinámica de la agenda de negociación. Pese a los debates en falso alrededor del tema, está claro que las partes han llegado a un punto crucial, dando señales de aliento a un país que, cada vez más, se decanta, aunque con reticencias explicables, por la solución negociada.

La negociación con las FARC fue uno de los giros más inesperados y valientes de la política gubernamental. La opinión se impacienta por un proceso interminable y las acciones de guerra ayudan a los enemigos del acuerdo, tal como se vio en la reelección de Santos, verdadero referendo sobre el asunto. El tono de la campaña y los resultados mostraron un país dividido entre quienes apuestan por éxito en La Habana y quienes buscan que fracase y continúe la guerra.

El expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez juega al papel de padre y salvador de la patria y ya cumple dos décadas aprovechando electoralmente la construcción del enemigo público número uno de los colombianos: los narcoterroristas de las FARC. Con esa cruzada llegó a la presidencia en 2002 donde tuvo la confianza de proscribir del lenguaje público y oficial la expresión “conflicto armado”. Aunque al final de sus ocho años las FARC habían sido reducidas en poder militar y cubrimiento geográfico, no estaban derrotadas y mucho menos aniquiladas, como demuestran elocuentemente las estadísticas oficiales de combates y acciones. Forzadas a replegarse, se reorganizaron y regresaron a los viejos patrones guerrilleros del muerde y corre y están en ese punto exhibiendo una excepcional capacidad organizativa.

Para entender la alternativa de paz de Santos hay que considerar varios efectos de una política que Uribe (y el mismo Santos, uno de sus ministros de Defensa) potenciaron al máximo: proseguir la confrontación, esto es, una guerra de baja intensidad, sucia, ligada oportunistamente a “la guerra a las drogas” de Washington. Tal línea ha implicado la deshumanización con la sistemática desatención, cuando no cinismo, en el tema de la protección de los derechos humanos; el deterioro de la civilidad y de la conversación pública democrática y tolerante; la caída de los estándares de la moralidad pública frente al enriquecimiento ilícito; la inequidad creciente de la carga fiscal y la militarización del gasto público con el consiguiente rezago de la inversión social.

Como no hay argumentos sensatos contra la política de paz, Uribe edifica una fortaleza de tergiversaciones y mentiras flagrantes; lanza una guerra de imágenes, apela a sentimientos atávicos; fabrica “héroes de la patria” mediante la publicidad de imágenes de cadáveres de policías y soldados destrozados. Acusa al gobierno de someterse a condiciones a todas luces inadmisibles. El problema es que la franja que le sigue aún es enorme.

Aunque la Corte Constitucional ha declarado la validez jurídica de la actual ley-marco para la paz, el gobierno, atento a una opinión pública recelosa, anunció que el perdón eventual y condicionado a los guerrilleros se extendería a los militares. Esto cuando el estado colombiano empieza a digerir un fallo condenatorio de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por la retoma y hechos posteriores del Palacio de Justicia en 1985 y la Fiscalía tiene abiertos unos 3.000 expedientes a militares por desapariciones extrajudiciales.

La experiencia histórica indica que si se quiere una paz justa y duradera deben modularse razonablemente el perdón. Un dispositivo que ha funcionado bien en muchos lugares que buscan el fin de una guerra interna es la “justicia transicional”. Establece un balance de reparación de las víctimas (material y simbólica), procesos judiciales a los principales responsables, comisiones de la verdad, reformas eventuales del Ejército y la Policía.

Desde 1984, la negociación con el Gobierno de Betancur con las FARC, ninguna había avanzado tanto como la actual. Alienta comprobar que los negociadores aceleran el paso; al mismo tiempo parecen cesar en sus artimañas tácticas en la mesa o en el juego de escalar la guerra que han empleado para ganar puntos en la mesa; ya comprenden que semejantes maniobras dañan la imagen pública del proceso y lo enredan.

Puede ser que las lecciones del incidente del general, la abogada y el cabo apuntalen el acuerdo. Los colombianos tienen derecho a esperar que pronto, en este año, el Gobierno y las FARC lo firmen y que inmediatamente se pueda sumar el ELN a un proceso global. Los históricos arreglos de Obama y Raúl Castro han hecho que los vientos hemisféricos sean propicios. Hoy por hoy la capital cubana sería un gran puerto de arribo del pacto político colombiano que, conforme a lo pactado, deberá ser refrendado por el pueblo. Tarea nada fácil porque Santos propone referendo popular, las FARC, Asamblea Constituyente y el Fiscal General tercia de última hora diciendo que nada de esto es necesario.

Marco Palacios es profesor-investigador del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México.

Fuente: El País de España

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
efraticinco
31-01-2015, 17:24:13
Una paz duradera pero sin impunidad para echos de lesa humanidad.
Que todo sea claro y no tengan guardaditos después.

DANNY TREJO
31-01-2015, 17:58:14
primero que todo saquemonos los dedos de la boca, lo que se está cocinando en la habana es el indulto y la desmovilizacion de las fart, quien dijo que eso es paz? O sea que cuano se firme el acuerdo ya no habran mas piques en buenaventura, ni mas ladrones ni mas extorsiones?

Heráclito
01-02-2015, 18:07:03
primero que todo saquemonos los dedos de la boca, lo que se está cocinando en la habana es el indulto y la desmovilizacion de las fart, quien dijo que eso es paz? O sea que cuano se firme el acuerdo ya no habrán mas piques en buenaventura, ni mas ladrones ni mas extorsiones?

Lo que se va firmar es el fin del conflicto armado mediante el cual un grupo se alzó en armas contra el Estado. Silenciados los fusiles, se comienza a construir la paz, entendida como la convivencia entre las distintas fuerzas políticas, responsabilidad que nos compete a todos los colombianos.

Respecto a las casas de pique, los ladrones y las extorsiones (salvo las cometidas por la guerrilla), son conductas propias de la delincuencia común y serán combatidas por el Estado con sus fuerzas policiales.

De otro lado, le recuerdo que el indulto y la amnistía no se pueden otorgar a partir del momento que se levantó la reserva (2009) que tenía la Corte Penal Internacional en Colombia para juzgar crímenes de guerra, reserva que puso nuestro país al firmar el Estatuto de Roma, con el fin de facilitar eventuales procesos de paz en su momento, lo que no fue aprovechado por los insurgentes.

Finalmente, como ha sucedido en todos los procesos de paz alrededor del mundo, se va a aplicar la justicia transicional, es decir, adecuada al proceso que se lleva a cabo, con penas diferentes a las de la justicia ordinaria, con la salvedad de los crímenes de lesa humanidad. Esto no se lo inventó el gobierno de Santos. Recoge la experiencia de decenas de procesos de paz que se han llevado a cabo en los cinco continentes, aplicados a las realidades del nuestro.

+Wilfred
01-02-2015, 18:37:40
Lo que se va firmar es el fin del conflicto armado mediante el cual un grupo se alzó en armas contra el Estado. Silenciados los fusiles, se comienza a construir la paz, entendida como la convivencia entre las distintas fuerzas políticas, responsabilidad que nos compete a todos los colombianos.

Respecto a las casas de pique, los ladrones y las extorsiones (salvo las cometidas por la guerrilla), son conductas propias de la delincuencia común y serán combatidas por el Estado con sus fuerzas policiales.

De otro lado, le recuerdo que el indulto y la amnistía no se pueden otorgar a partir del momento que se levantó la reserva (2009) que tenía la Corte Penal Internacional en Colombia para juzgar crímenes de guerra, reserva que puso nuestro país al firmar el Estatuto de Roma, con el fin de facilitar eventuales procesos de paz en su momento, lo que no fue aprovechado por los insurgentes.

Finalmente, como ha sucedido en todos los procesos de paz alrededor del mundo, se va a aplicar la justicia transicional, es decir, adecuada al proceso que se lleva a cabo, con penas diferentes a las de la justicia ordinaria, con la salvedad de los crímenes de lesa humanidad. Esto no se lo inventó el gobierno de Santos. Recoge la experiencia de decenas de procesos de paz que se han llevado a cabo en los cinco continentes, aplicados a las realidades del nuestro.

El problema Heráclito es el siguiente: quién garantiza que dentro del proceso de paz el Estatuto de Roma sea aplicado a los implicados directos en la ejecución de crímenes de guerra?

En un país como este, donde la justicia es inoperante, será posible pensar que una impunidad de proporciones bíblicas sea evitada por parte de nuestra rama judicial? El Estatuto de Roma lo ordena, y su no cumplimiento traerá a la CPI, y no precisamente para juzgar a los guerrilleros...

En esas circunstancias es muy difícil confiar en las instituciones y menos en el proceso que se adelanta en Cuba.

cesar coy
02-02-2015, 07:30:35
primero que todo saquemonos los dedos de la boca, lo que se está cocinando en la habana es el indulto y la desmovilizacion de las fart, quien dijo que eso es paz? O sea que cuano se firme el acuerdo ya no habran mas piques en buenaventura, ni mas ladrones ni mas extorsiones?

Ninguna paz garantiza la ausencia de hechos violentos.
Cualquier guerra si garantiza la presencia de esos hechos.

DANNY TREJO
02-02-2015, 08:18:05
Lo que se va firmar es el fin del conflicto armado mediante el cual un grupo se alzó en armas contra el Estado. Silenciados los fusiles, se comienza a construir la paz, entendida como la convivencia entre las distintas fuerzas políticas, responsabilidad que nos compete a todos los colombianos.


Respecto a las casas de pique, los ladrones y las extorsiones (salvo las cometidas por la guerrilla), son conductas propias de la delincuencia común y serán combatidas por el Estado con sus fuerzas policiales.

De otro lado, le recuerdo que el indulto y la amnistía no se pueden otorgar a partir del momento que se levantó la reserva (2009) que tenía la Corte Penal Internacional en Colombia para juzgar crímenes de guerra, reserva que puso nuestro país al firmar el Estatuto de Roma, con el fin de facilitar eventuales procesos de paz en su momento, lo que no fue aprovechado por los insurgentes.

Finalmente, como ha sucedido en todos los procesos de paz alrededor del mundo, se va a aplicar la justicia transicional, es decir, adecuada al proceso que se lleva a cabo, con penas diferentes a las de la justicia ordinaria, con la salvedad de los crímenes de lesa humanidad. Esto no se lo inventó el gobierno de Santos. Recoge la experiencia de decenas de procesos de paz que se han llevado a cabo en los cinco continentes, aplicados a las realidades del nuestro.

Lo que se va firmar es el fin del conflicto armado mediante el cual un grupo se alzó en armas contra el Estado

Exactamente pero recuerda que tu presidente Santos y su sequito constantenmente hablan de la PAZ y quieren vender esa idea con el fin de que cuando se den las gavelas a los fartos la opinion no reaccioneya que esa actitud sería considerada antipatriotica pues entorpecería la consecución de la PAZ

Miguelito87
02-02-2015, 08:37:34
Lo que se va firmar es el fin del conflicto armado mediante el cual un grupo se alzó en armas contra el Estado

Exactamente pero recuerda que tu presidente Santos y su sequito constantenmente hablan de la PAZ y quieren vender esa idea con el fin de que cuando se den las gavelas a los fartos la opinion no reaccioneya que esa actitud sería considerada antipatriotica pues entorpecería la consecución de la PAZ

Tocas un punto cierto, santos, su gabinete y colaboradores, y sus seguidores hacen ver ante la opinión pública que lo que se va a firmar es La Paz.... Cuando como bien ha dicho Heraclito en muchas oportunidades, se firmará es el fin del conflicto armado entre el gobierno nacional y la guerrilla de las farc. Paso importante para La Paz, pero solo uno de varios. No olvidemos que queda el ELN, las bacrim, delincuencia común.... Y aparte hay que lidiar con la polarización del país y los funcionarios corruptos.

Darinka
02-02-2015, 09:38:15
Cuando sera que todos estamos de acuerdo que esto del proceso de paz no funciona con impunidad, cuando alguien hace algo malo se le castiga y los delitos contra la humanidad no prescriben..
Las FARC cometen delitos contra la humanidad matan secuestran torturan siembran minas , controlan el petroleo, controlan la coca .....
Cuando la mayoria del pueblo colombiano pide justica que las farc y cualquier otro delincuente pague por los delitos que cometieron, una vez cumplan sus condenas en colombia que cumplan sus condenas en el extrangero y hay si que reciban el perdon pero cuando hayan pagado por todos los años de masacres..

Heráclito
02-02-2015, 12:20:28
El problema Heráclito es el siguiente: quién garantiza que dentro del proceso de paz el Estatuto de Roma sea aplicado a los implicados directos en la ejecución de crímenes de guerra?

En un país como este, donde la justicia es inoperante, será posible pensar que una impunidad de proporciones bíblicas sea evitada por parte de nuestra rama judicial? El Estatuto de Roma lo ordena, y su no cumplimiento traerá a la CPI, y no precisamente para juzgar a los guerrilleros...

En esas circunstancias es muy difícil confiar en las instituciones y menos en el proceso que se adelanta en Cuba.

Lo primero a aclarar es que la jurisdicción de la Corte Penal Internacional (CPI) es residual, es decir, entra a obrar cuando uno de los Estados que se adhirieron a ella no quiere o no puede aplicar su justicia respecto a crímenes contemplados en los Convenios de Ginebra (crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio) que conforman el cuerpo del llamado Derecho Internacional Humanitario.

Lo segundo, es que de este tema ya se ha hablado con la CPI y se ha dejado en claro que la justicia transicional se va a respetar, dado que se trata de un proceso de paz que va a poner fin a una guerra de más de seis décadas, y de ninguna manera la jurisdicción internacional se va a convertir en piedra en el zapato. Ambas partes han estado de acuerdo en que se fijarán penas alternativas y, se garantizará la verdad, justicia y reparación de las víctimas del conflicto.

Lo tercero, es que esta justicia transicional cobijará de igual manera a los miembros de las fuerzas militares, procesados o condenados, quienes igualmente se beneficiarán de estas penas alternativas.

Lo cuarto, es que la pena de prisión no va a ser la única pena contemplada, que priman los beneficios que pueda recibir la población civil, como el desminado, la entrega de bienes adquiridos ilícitamente, la devolución de las tierras usurpadas a sus legítimos dueños, la entrega de toda la estructura creada no sólo para combatir el Estado sino para obtener recursos para la guerra como el narcotráfico, y por supuesto, la entrega de armas y la desmovlización de las estructuras.

Lo quinto, es que se está conversando entre dos partes para ponerle fin a un conflicto armado y no se trata de una rendición, donde los vencedores le imponen a los vencidos las condiciones que quieren, por lo que cada parte debe ceder como en toda negociación hasta llegar a un punto común.

Lo sexto, y pese a las infamias que echan a rodar los que quieren que siga la guerra por ser ellos los mayores beneficiarios, en La Habana no se está negociando el modelo económico y político que nos rige, sino la desmovilización de un grupo insurgente y su ingreso a la vida política del país, a cambio de una serie de reformas de talante liberal que, si se estudia la historia de los últimos 80 años, han sido defendidas por el partido liberal desde los años treinta del siglo pasado con la llamada revolución en marcha de Alfonso López Pumarejo, aunque luego de la connivencia con el partido conservador a raíz del Frente Nacional, estas banderas democráticas fueron abandonadas.

Por último, no hay fin de conflicto armado perfecto, no todo el mundo queda contento, muchos enemigos le atravesarán palos en la rueda, el resentimiento, la desconfianza, la doble moral, demorará en desaparecer y por eso, después de terminarse la guerra es tan difícil construir la paz, que lo diga Irlanda para poner un ejemplo, pero hay que hacerlo y de ahí que el mundo, encabezado por Estados Unidos y la Unión Europea, apoyan no solo las conversaciones de La Habana sino el post conflicto. En nuestro país no ha sido fácil combatir el escepticismo de tantas frustraciones del pasado, pero por lo que se ve alguna vez tenía que ser la vencida, y lo que hoy vivimos ya pasó el punto de no retorno.

Al margen: el haber firmado Colombia el Estatuto de Roma y haber entrado a regir plenamente desde 2009 cuando finalizó la reserva para su plena aplicación en espera de un posible proceso de paz que no se dio, obliga al Estado colombiano a cumplirlo estrictamente. No hacerlo lo haría acreedor a sanciones, aislamiento internacional y, por supuesto, supondría una debacle económica, políitica y social de incalculables proporciones.

Heráclito
02-02-2015, 12:27:20
Lo que se va firmar es el fin del conflicto armado mediante el cual un grupo se alzó en armas contra el Estado

Exactamente pero recuerda que tu presidente Santos y su sequito constantenmente hablan de la PAZ y quieren vender esa idea con el fin de que cuando se den las gavelas a los fartos la opinion no reaccione ya que esa actitud sería considerada antipatriotica pues entorpecería la consecución de la PAZ

No es Mi presidente, sino el presidente de todos los colombianos y cabe aclarar que el fin de una guerra significa el comienzo de la paz, es decir, se abre la puerta porque se cumplió el primer requisito fundamental, el silencio de los fusiles, pero el dar los primeros pasos de esta paz que todos queremos, no significa que un proceso que demora generaciones porque es uno de los pilares sobre el que se construye una civilización, haya culminado. Por ello, lo que celebra con alborozo la comunidad internacional encabezada por Estados Unidos, es que se comienza a construir la paz y esto es un inmenso logro. Los únicos que los niegan es la extrema derecha que se ha beneficiado de la guerra por dos siglos y los escépticos que han visto tantas veces frustradas sus esperanzas. Sin embargo, para fortuna de Colombia, el proceso ya llegó a un punto de no retorno y se está cerca del fin del conflicto armado y el comienzo de la paz.

Miguelito87
02-02-2015, 20:36:40
No es Mi presidente, sino el presidente de todos los colombianos y cabe aclarar que el fin de una guerra significa el comienzo de la paz, es decir, se abre la puerta porque se cumplió el primer requisito fundamental, el silencio de los fusiles, pero el dar los primeros pasos de esta paz que todos queremos, no significa que un proceso que demora generaciones porque es uno de los pilares sobre el que se construye una civilización, haya culminado. Por ello, lo que celebra con alborozo la comunidad internacional encabezada por Estados Unidos, es que se comienza a construir la paz y esto es un inmenso logro. Los únicos que los niegan es la extrema derecha que se ha beneficiado de la guerra por dos siglos y los escépticos que han visto tantas veces frustradas sus esperanzas. Sin embargo, para fortuna de Colombia, el proceso ya llegó a un punto de no retorno y se está cerca del fin del conflicto armado y el comienzo de la paz.

La certeza es que si se firma algo, y lo aprueba la ciudadanía, es el fin del conflicto armando, un paso hacia La Paz, pero no el fin (entendido como un estado de paz basado en igualdad de oportunidades, prosperidad economica, tolerancia y plenas libertades civiles) en sí mismo.

El tema es Heraclito, que tanto dantos como varios de sus funcionarios y seguidores venden ante la opinión publica la firma del fin del conflicto armado como si de La Paz se tratara. Es un paso valioso, el intento se le abona a santos, el proceso se ha llevado mucho mejor que el del caguan.... Pero que santos deje de tratar de vender sandias como si fueran peras. Eso es propaganda y fantochería pura.

Por cierto, mi presidente soy yo, el dueño de mi vida y responsable de mi éxito y bienestar soy yo... Juan Manuel santos, Álvaro Uribe, Gustavo Petro y similares, son solo idolos de barro para incapaces que no son capaces de tomar el control de su propia vida.